Nuestra “justicia” empresarial

Administrador - Jueves, 24 de Mayo

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El Tribunal Supremo decidirá hoy si archiva o sigue adelante con el recurso de Endesa a la OPA de Gas Natural. ¿Puede ser cierto?

Estoy convencido que a muchos no les deja de sorprender la evolución de la OPA sobre Endesa. Mucho más si se atienen a las resoluciones judiciales que ha vivido la hasta hace poco primera eléctrica española. Pues bien, para darle un poco de gracia al asunto, el pleno de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo se reunirá hoy para decidir si archiva o mantiene vivo el recurso de Endesa contra la decisión del Gobierno de autorizar con condiciones la OPA de Gas Natural sobre la eléctrica. ¿Saben a cuándo se refiere la susodicha demanda? Nada menos que al 3 de febrero de 2006. ¡“Toma ya del frasco Carrasco”!

No puede, cuando menos, que sonrojarnos el nivel de nuestra justicia. Esta claro que Endesa se aprovecha de la situación, al solicitar a comienzos de este mes que mantuviera su recurso y adopte una resolución en firme que en el futuro sirva a las partes de motivación juríт­dica para solicitar daños y perjuicios. La otra parte, Gas Natural, lógicamente ha pedido que deje sin efecto el recurso, a la vista del fracaso de su OPA por Endesa, y que no tenga en cuenta intereses particulares de la eléctrica. Lo peor de todo este asunto es compararnos con otros tribunales europeos, no el de Luxemburgo, que va a la par que nuestro s tribunales, sino a los de paíт­ses como, por ejemplo, Holanda, que resolvió en pocos díт­as diversas demandas sobre las OPAs que afectan a ABN. O el caso de los tribunales norteamericanos, que actuaron de manera rápida a las demandas de E.ON y Acciona, también en torno a Endesa.

Esta es una de las disfunciones de nuestros sistema económico. No encontrar unos tribunales lo suficientemente rápidos que puedan resolver contenciosos empresariales, en donde, la mayoríт­a de las veces, se ponen en juego, además de dinero, la estabilidad de muchos empleos o, en definitiva, el futuro de muchas empresas. Los políт­ticos deberíт­an esforzarse en darle a la justicia española el tratamiento que se merece y colocarnos, al menos, en una situación comparativa con el resto de socios europeos. Es solo una idea de cara a las elecciones del próximo año. Seguro que ello también redundaríт­a en beneficio del ciudadano de a pie, que también vive muchas veces situaciones tercermundistas cuando acude a los tribunales de justicia.

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