La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

¡¡¡¡¡¡POR FIN!!!!!!

Santiago Niño Becerra - Lunes, 31 de Octubre Por fin alguien lo ha dicho, ha costado: una eternidad, pero al fin alguien ha dicho lo que en su día poquísimos dijimos, y luego algunos más apuntaron, algo que ahora ya se murmuraba en los rincones en sombras de los salones en oscuros. Y lo ha dicho Monsieur le Président Nicolas Sarkozy, el Jueves 26, en la TV francesa (El País 28.10.2011, Pág. 26).

En relación a Grecia manifestó: “Fue un error hacer entrar a Grecia en la zona euro porque entró con cifras falsas (…) era una economía que no estaba lista para integrarse en esa zona. Fue una decisión de 2001. Y hoy sufrimos las consecuencias”. ¡Por fin!, por fin alguien dice que hubo alguien que fue metido en la zona euro pero que no debió haber entrado. Pienso que M. Sarkozy fue extraordinariamente prudente, pienso que a Grecia tenía que haber añadido el resto de los PIIGS.

Las listas, ya: en las listas de los posibles países integrantes del euro que empezaron a circular a mediados de 1999 el único de los PIIGS que aparecía en alguna era Italia; a España la vi en un par de listas de las decenas que me llegaron (vayan a saber quién la apuntó). La realidad era diáfana: ninguno de los PIIGS debía formar parte de la moneda única: ni por estructura de PIB, ni por productividad, ni por marco competitivo, ni por nivel de renta, ni por tasa de desempleo y subempleo, … pero a los PIIGS se les metió porque dentro iban a ser fuentes de negocio, como así ha sido, y las consecuencias que su entrada fuese a tener se verían mañana: ¡siempre es mañana!.

Lo que no me creo es algo que M. Sarkozy también dijo en la entrevista: que Grecia falseó las cifras, dicho así, sin más. Seguro que los estadísticos griegos son excepcionalmente competentes y que Grecia contó con el asesoramiento de mentes preclaras, pero, ¿alguien puede creerse que durante diez años Grecia haya podido estar engañando reiteradamente a todo el aparato de Eurostat?. No, ¿verdad?.

Bien, Grecia ya está en el euro; su estancia está siendo traumática; y ha tenido que ser rescatada, una vez, y lo va a ser otra (ese es el plan); pero todo esto va a tener consecuencias para Grecia: terribles. De entrada, y aunque se cumpla con tiralíneas lo acordado: una deuda del 120% del PIB en el 2020, lo poco que vaya a crecer Grecia -si es que crece algo: ¿qué tiene para ofrecer Grecia al mundo en una situación de crisis sistémica?- va a ser utilizado para pagar lo que debe, es decir, lo que le espera a la población griega es el empobrecimiento. Y para eso: para que pague lo que debe, Grecia va a ser monitorizada en tiempo real a fin de que no se aparte ni un milímetro de lo marcado y para que haga lo que le vayan diciendo a fin de que pueda pagar lo que debe.

¿El resto de los PIIGS?, hagan una regla de tres.

(¿De verdad alguien que lo dice con un cierto conocimiento de causa se cree que algún partido político en el Gobierno va a poder reducir los cinco millones de desempleados que a día de la fecha hay en España por el mero hecho de que sea ese partido el que esté en La Moncloa?. Entre nosotros y no se lo cuenten a nadie: he hablado con miembros del partido al-que-todas-las-encuentas-dan-por-vencedor-el-20 N, y, ¿saben qué?, están bastante asustados.

El partido que presumiblemente va a ganar las elecciones sabe que el número de desempleados que hay en España no depende de qué reforma laboral se haya hecho, ni de que su Gobierno vaya a hacer otra. El partido que va a ganar las elecciones sabe que el problema es otro, que la generación de PIB que ahora tiene España no puede absorber a esos cinco millones de desempleados y que es la ocupación de esos parados la que generaría PIB. El partido que va a ganar las próximas elecciones, al igual que todos los demás, pienso que sabe que la economía española se está mexicanizando, y conoce que si la tasa de actividad española fuese la de otros países desarrollados el paro aún sería mayor, pero el partido que va a ganar esas elecciones no habla de eso, y el que las mismas encuestas de antes dicen que las va a perder, tampoco).


Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon LLull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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