La Carta de la Bolsa

Enviar por Email:
¿Por qué el mercado de acciones está disparado? ¿Estamos siendo demasiado optimistas?
De (correo electrónico): Su nombre: Para (correo elctrónico): Asunto: Mensaje:
    <strong>Artículo publicado en <a href="http://www.lacartadelbolsa.com">La Carta de la Bolsa</a> el Jueves, 26 de Noviembre en la sección: Indiscreto</strong>
    <h3 class="titulo_articulo">¿Por qué el mercado de acciones está disparado? ¿Estamos siendo demasiado optimistas?</h3>
    Carlos Montero
    <p><img alt="" class="ilustraciones" src="http://lacartadelabolsa.com/images/ilustraciones/afeee.jpg" style="border-style:solid; border-width:1px; height:190px; width:280px" />La economía mundial puede estar sufriendo la peor recesión en casi un siglo. Pero los mercados de acciones se están disparando. El indicador clave de Wall Street, el Dow Jones Industrial Average, ha superado los 30.000 puntos recientemente, un nuevo récord, mientras que el Ibex 35 está recuperándose de las grandes pérdidas provocadas por la pandemia. Esto plantea la pregunta: ¿están siendo los inversores demasiado optimistas? ¿Cómo tiene esto sentido, dada la gran cantidad de trabajos que han sido destruidos por una pandemia que continúa causando estragos en el hemisferio norte, y particularmente en los Estados Unidos?</p>
    <p><br />
<br />
A raíz de la recesión de la década de 1990, las acciones estuvieron estancadas durante años. La crisis financiera global de 2008 vio cómo los precios de las acciones caían a nuevos mínimos durante casi dos años.<br />
<br />
No esta vez. En febrero, cuando los mercados se hundieron (caídas que se aceleraron en marzo), los inversores experimentados se sorprendieron por la ferocidad y la velocidad de los descensos.<br />
<br />
Pero en lugar de rebotar durante un año o dos, o incluso un mes, el fondo duró solo un día.<br />
<br />
Desde mediados de marzo, las acciones  se han recuperado, al igual que lo han hecho en las bolsas de todo el mundo.<br />
<br />
La razón es tan simple como compleja.<br />
<br />
Legiones de traders, estrategas y asesores se involucrarán en explicaciones desconcertantes llenas de términos como rotación y diferenciales.<br />
<br />
Sin embargo, en última instancia, todo se reduce a una cosa; el puro peso del dinero.<br />
<br />
- La gran inundación<br />
<br />
Los bancos centrales más grandes del mundo han reducido las tasas de interés a cero y han estado imprimiendo dinero como nunca antes.<br />
<br />
Es un proceso llamado flexibilización cuantitativa.<br />
<br />
Esencialmente, los bancos centrales, incluido nuestro Banco Central Europeo, compran bonos del gobierno o deuda en el mercado abierto. Eso ayuda a reducir las tasas de interés del mercado e inyecta dinero en efectivo a la economía.<br />
<br />
Se incursionaron en la práctica alrededor del cambio de siglo, y luego la aceleraron durante la Gran Crisis Financiera.<br />
<br />
Para 2012, con los bancos centrales del mundo occidental con cerca de 8 billones de dólares en bonos del gobierno, deuda corporativa y valores hipotecarios, comenzaron a crecer los temores sobre cómo podría deshacerse el proceso.<br />
<br />
Nadie se ha dado cuenta nunca de eso. Y lo que ha ocurrido mientras tanto es que siempre que hay un problema, ya sea en los mercados financieros o en la economía real, se recurre a cada vez más estímulos financieros.<br />
<br />
Los bancos centrales ahora poseen 24 billones de dólares en activos financieros. Y eso no incluye al Banco Popular de China, que se ha estado volviendo loco imprimiendo dinero.<br />
<br />
Todo ese dinero extra tiene que ir a alguna parte. Parte se toma prestado para inversiones legítimas. Pero una gran parte llega a los mercados financieros y al sector inmobiliario.<br />
<br />
En esta ocasión, los gobiernos se han sumado al acto. Con las tasas de interés globales en cero, abandonaron su antiguo apego a la austeridad y decidieron gastar para salir de la recesión.<br />
<br />
¿A dónde vamos ahora?<br />
<br />
Durante el último mes, los inversores no se han interesado en lo más mínimo por las malas noticias. Un resultado mucho más ajustado de lo esperado en las elecciones estadounidenses no los desconcertó. La negativa de Donald Trump a admitir la derrota y la posible amenaza que representaba fueron ignoradas en gran medida.<br />
<br />
Incluso se toleró un gran resurgimiento de la pandemia en todo Estados Unidos. Se dejaron de lado las advertencias del Fondo Monetario Internacional de que la recuperación económica parecía estar desacelerándose.<br />
<br />
La victoria de Joe Biden, sin embargo, fue recibida con entusiasmo.<br />
<br />
La decisión de Donald Trump de permitir una transición fue un detonante para un gran avance. Y la perspectiva de tres vacunas, que pueden estar disponibles para su uso generalizado en 2021, puso a los traders en un frenesí.<br />
<br />
Este noviembre se perfila como uno de los mejores de la historia.<br />
<br />
Hace apenas unas semanas, los bancos centrales más grandes del mundo aumentaron sus programas de inyección de efectivo. ¿Coincidencia?<br />
<br />
No es que los banqueros centrales se propusieran deliberadamente llevar las acciones a la luna. Simplemente sucedió como un subproducto.<br />
<br />
Lo que querían hacer era inyectar dinero en efectivo en el sistema y reducir las tasas, para que las empresas y las personas pudieran pedir prestado e invertir. Se suponía que eso crearía puestos de trabajo y haría que las cosas avanzaran.<br />
<br />
Pero han creado un Frankenstein. Ahora no pueden darse el lujo de que las acciones caigan, incluso si los mercados están enormemente sobrevalorados.<br />
<br />
Eso se debe a algo que ellos llaman "efecto riqueza". Si nos sentimos ricos, gastamos más, lo que es bueno para la economía. Y si los mercados de valores y la vivienda están aumentando, aquellos con activos se sienten mucho más ricos.<br />
<br />
Un desplome, por otro lado, haría que todos controlaran sus gastos. Y eso puede provocar una recesión.<br />
<br />
El gran desafío para el futuro es, ¿cómo diablos podremos acabar con el estímulo y volver a las tasas de interés normales, sin causar que los mercados se estanquen, lo que luego podría conducir a una crisis?<br />
<br />
Nadie tiene la respuesta. Nadie quiere escuchar la pregunta.</p>
    https://lacartadelabolsa.com/index.php/284850
[Volver]
Otros artículos en La Carta
Lo más leído hoy en La Carta