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CITI revisa mínimamente a la baja su previsión de crecimiento

José Luis Martínez Campuzano - Sabado, 07 de Mayo

Este mes hemos revisado nuestra previsión de crecimiento mundial para este año hasta un 2.6 %, una décima menos que un mes atrás. Pero, además, también esperamos ahora que el crecimiento en 2017 no sea superior al 2.8 % (3 % antes). Y debo admitir que vemos más riesgo a la baja para el ritmo de crecimiento previsto en 2017 que para este 2016 que apenas hemos comenzado.
De hecho, la mayor tranquilidad ahora viene de la resistencia mostrada por las economías emergentes. ¿Se han solucionado todos sus problemas? Podríamos decir mejor que no han tendido a agrandarse. Por ejemplo, sin duda en China ha favorecido el escenario el aumento del crédito (anualizado del 20 % en el Q1) y en el resto de las economías en desarrollo la aparente estabilidad del precio del crudo y estabilidad financiera mundial. Los problemas de fondo se mantienen, pero, como decía antes, no se han agravado.

 



Aunque también debo admitir que ahora me inquieta más la salud de las economías desarrolladas. Comenzando por la norteamericana. Si en 2015 fue habitual que rebajásemos mes a mes las previsiones de crecimiento para las economías emergentes (exceso de capacidad, exceso de deuda y cambio de modelo productivo) ahora la revisión de la previsión del crecimiento se apoya en las desarrolladas: en apenas ocho meses hemos pasado de esperar un crecimiento del 2.5 % para el conjunto de estas economías a un dato ahora del 1.6 %. Mientras, ahora esperamos que las economías emergentes crezcan este año un 3.7 % (pero 4.9 % un año atrás). Como he dicho antes, no me siento capaz de afirmar que la desaceleración económica de las economías emergentes ha tocado fondo. Pero, temo que la desaceleración en el ritmo de crecimiento de las economías desarrolladas se retome.

Como ven, no somos muy optimistas para el escenario macro a corto plazo. Y admito que son las economías USA y la japonesa las principales culpables. De hecho, resulta ciertamente muy complicado justificar la desaceleración de la economía norteamericana en el Q1. Además, tampoco vemos que las sorpresas económicas positivas se vayan a materializar en el caso de la economía europea. Demasiada incertidumbre política, comenzando por el Referéndum británico en junio. Naturalmente, siempre tendremos a los bancos centrales propiciando con sus medidas amortiguar la incertidumbre política y económica de fondo. Pero, con medidas cada vez más agresivas, menos eficientes y con mayor riesgo potencial a futuro.



José Luis Martínez Campuzano
Estratega de Citi en España




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