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Desde Brasil – y II

Santiago Niño Becerra - Martes, 13 de Octubre

Mi respuesta a su mail:

“Es un hecho que la crisis determina la caída del consumo, el exceso de endeudamiento pesa como una losa, y los recortes de gasto público. En eso Brasil no se diferencia del resto de países. Lo que me sorprende es ese exceso de oferta tan acusado en relación a la demanda existente y el que esa gran superficie no utilice su poder de compra para ser más competitiva en precios.

En cuanto a que los comercios de calle –que ya no de barrio por lo que me dijo– fíen, eso una gran superficie tiene posibilidades de solventarlo, máxime si pertenece a una gran cadena; claro que habría que ver si la morosidad de una gran superficie es mayor o menor que la de una tienda de calle: en una tienda de calle, quien te vende es tu vecino, y si no pagas a quien te vende estás impagando a tu vecino. En cualquier caso lo que está claro es que de una forma o de otra y en una atmósfera de rentas medias estancadas o a la baja, la oferta siempre, siempre, acaba adaptándose a la demanda”.

Me dijo:

“Como le decía ayer, vivo en un pueblo en el interior de Brasil, y estoy de acuerdo en que Brasil es España 2.0. Le pondré algunos ejemplos.

Mi mujer es profesora en un instituto público. En ese instituto trabajan 35 profesores. En el año 2008 tenían coche 10 de ellos, y en el 2015 el número de profesores con coche es de 32. Casi todos los coches son nuevos. Dos de los que no lo tienen están pensando en comprar uno, y luego está mi mujer, que no tiene coche, al igual que yo. Preferimos alquilar una casa a dos minutos del instituto para poder ir andando. De todas formas, el pueblo no es tan grande. De una punta a la otra se puede atravesar caminando en 20 minutos.

Los salarios medios de los profesores, por cuarenta horas semanales, son de 407€ para contratados, 792€ para fijos, y 905€ para los coordinadores (sin contar la antigüedad, que no se paga tanto). Pero, la mayoría de los profesores suman a las cuarenta horas otra jornada extra de 20 horas, trabajando en una escuela privada o en las escuelas del ayuntamiento.

El coche tipo que suelen comprar los profesores se corresponde con un coche de gama media, como el (marca y modelo de gama media), y suelen financiarlo en 5 años. Con una calculadora de un banco de Brasil podemos conseguir el siguiente préstamo: precio inicial 9.741€, entrada 697€, 60 mensualidades de 314€, precio final 18.866€ (el doble del precio inicial). (Nota. El PIB pc de Brasil estimado por el FMI para el 2015 será de 12.340 $ internacionales, el de España de 34.899)

Un caso real. Una persona que tenía un coche viejo. Hace unos meses me dijo que no paraban de hacerle ofertas para comprar coche y darle financiación. Según decía, él no iba a caer en esa trampa, ni loco. Pero hace un mes que sí que cayó en la trampa y se compró un coche, similar al que antes describí, pero de la marca (nombre de una marca de automóvil).

El primer día de este mes, ya estaba haciendo cola a las 5 de la mañana en la puerta del banco para pagar el recibo del coche. Dice que había mucha gente a esa hora y que enseguida se llenó.  Su intención era pagar el recibo en uno de los cinco cajeros automáticos cuando abrieran a las 6 de la mañana. En las cajas no atienden hasta las 10 de la mañana, y los primeros días del mes, uno puede prepararse para comer por la tarde, si quiere ser atendido en el banco. Podía haber pagado el día antes, cuando las cajas y los cajeros están vacíos, pero no tenía suficiente dinero en la cuenta.

A esa persona tras pagar el coche, la comida, la escuela privada de su hija (la escuela pública no es buena). Le quedan 200€ al mes para agua, luz, internet, ropa, libros, seguro, gasolina (a 1€ litro).

Y definitivamente sí, con sus particularidades, creo que Brasil es España 2.0.

Le respondí con varias preguntas:

“Si, efectivamente lo es. Yo me di cuenta que estaba pasando lo mismo antes de que se publicase nada por una amiga brasileña que reside en Brasil y me contaba cosas parecidas a las que Ud. me cuenta. La deuda privada en relación a los ingresos es enorme.

Una pregunta: ¿por qué va la gente a pagar al banco o a los cajeros? ¿por qué no domicilian el pago? Tras cobrar la nómina se les cargaría el pago del mes, ¿o es que la mayoría de los deudores se hallan en la economía sumergida?.

La población, ¿es consciente de lo que puede suceder si aumenta el desempleo?”

Y su respuesta fue:

“La gente se agolpa en los bancos a primeros de mes, en lugar de domiciliar los pagos o pagar por internet, por varios motivos: porque tienen miedo a pagar por internet, ya que se dan muchos fraudes; porque el pago domiciliado y por internet es muy reciente, y siempre han pagado con boletos con códigos de barras recibos de luz, agua, teléfono, universidad, etc., (en bancos, supermercados, farmacias, loterías, pastelerías, etc.), es la costumbre, es cultural; mucha gente no llega a final de mes, y prefieren tener el dinero y pagar al principio de mes cuando cobran y cuando quieren, y retrasar el pago si hace falta; también hay muchas personas que vienen del campo y solo pisan el pueblo para sacar su dinero y hacer las compras para el mes, y en el campo, aunque pudieran, no tienen internet porque no llega; y también hay muchos prestamistas que dejan dinero a 30 días o menos, con un interés que se puede imaginar, y que reciben el préstamo cuando la gente cobra.

Las colas que se forman se ven agravadas por muchos factores, como que hay mucha gente analfabeta que necesita más tiempo y ayuda para resolver sus gestiones. También porque se hacen pagos de muchos recibos. Hay reclamaciones por cobros indebidos (muchas veces porque los hijos sacan dinero de la cuenta o de las tarjetas de sus padres jubilados, o hacen préstamos, sin su conocimiento). Y también porque se dan casos en que algún funcionario desvía dinero de los clientes en su favor (esto me resulta menos verosímil, pero me lo han contado, y sé que han despedido a algunos).

Creo que la población todavía no es consciente de lo que puede suceder si aumenta el desempleo. Los profesores de los que le hablaba hace un mes pensaban que esto no era una crisis, que era algo pasajero, que siempre habían vivido así. Y eso que a principios del año se produjo un ajuste en el estado en que vivimos y en general en todo el país y en la Unión. Se recortó el 20% en educación y sanidad, y el 25% en otras administraciones (casi nada). Esto ha afectado en la escuela, en la que han eliminado la formación continuada pagada de los profesores, falta material de todo tipo, se han suprimido algunos programas lo que ha obligado a despedir personal subcontratado, y algunos días ha faltado la merienda escolar (que aquí se sirve para todos los alumnos desde los 6 años hasta los 18 por la mañana, tarde y noche). Aunque parece que con los recortes que se han anunciado la última semana se van dando más cuenta: congelación de oposiciones públicas en todo el país, reducción de un 30% de uno de los programas estrella del gobierno (mi casa mi vida) de ayuda a la adquisición de vivienda (el gobierno ya se está quedando con algunas casas por morosidad), y la reaparición de un impuesto que grava con 0,2 % los cheques.

Mi opinión es que van tardar varios meses, y quizás más de un año (hasta después de las olimpiadas), para darse verdadera cuenta de lo que se les viene encima. Pienso así porque a finales del año pasado se hicieron unas elecciones presidenciales que ganó Dilma Roussef, del Partido de los Trabajadores, con algo más del 50% del apoyo popular. Y hoy en día solo cuenta con una popularidad del 8%. Y eso que no habían hecho todavía los recortes de la semana pasada. La población cree que el gobierno actual es el culpable de la situación de crisis que vive el país, y que cuando este gobierno salga las cosas mejorarán. Por eso, hasta que no cambie el gobierno, y vean que las cosas no cambian, incluso empeoran, no se darán cuenta de la realidad. Vamos, España 2.0”.

 

¡Vaya! Las Olimpiadas, ¿recuerdan lo que sucedió en España tras el fin de los fastos del 92: las Olimpiadas, la Expo, la Capitalidad Cultural de Madrid. La diferencia: entonces España y el planeta no se encontraban en medio de una crisis sistémica; ahora Brasil si.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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