La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Los cuatro factores emocionales claves para los inversores

Carlos Montero - Viernes, 26 de Agosto

Uno de los aspectos en los que más incido cuando hablo con inversores particulares sobre la operativa de mercado, es el trabajar personalmente para aumentar la inteligencia emocional. El control de los impulsos es muy importante en todos los órdenes de la vida, pero si cabe más en los mercados financieros pues alcanzas niveles de estrés superiores a la mayoría de los hechos del día a día.

Cuando hablo de este tema suelo tomar como referencia a una de las voces más reputadas en la materia, el especialista en psicología del trading Brett Steenbarger.

Este autor recientemente detalló en una conferencia los cuatro aspectos de la inteligencia emocional que considera centrales para la operativa en el mercado. Estos son:

1. Conocimiento de uno mismo: Hay que ser capaces de mantenerse al margen de uno mismo, y observar las fortalezas y las vulnerabilidades propias en cada momento. La autoconciencia emocional significa observar y entender sus respuestas emocionales a situaciones del mercado, y no quedarse atrapadas por ellas de forma automática. El conocimiento de uno mismo también significa estar totalmente conectado a las limitaciones de cada uno como trader, y ser siempre conscientes de ellas.

2. La autogestión: Hay que ser capaz de canalizar los pensamientos, las respuestas emocionales y los comportamientos de una manera constructiva. La autogestión de los inversores debe establecer objetivos que guíen su actividad diaria. Hay que comportarse en base a unas reglas, ya sea de criterios para la toma o salida de posiciones, o reglas de gestión del riesgo.

3. Conciencia social: Hay que ser capaz de leer a los participantes en el mercado. Hay que saber recoger señales del volumen, de la volatilidad, de los activos más contratados, de las respuestas a las noticias, para que con todo ello averiguar si los compradores o los vendedores son dominantes en cada momento. La conciencia social de un operador está muy en sintonía con los flujos del mercado, de excavar debajo de la superficie y averiguar quién está en el mercado en cada momento, lo que están haciendo, y los niveles de precios a los que están actuando.

4. Gestión de las relaciones: Hay que establecer una red con otros operadores para así conocerse mejor a uno mismo. El éxito en el trading es un deporte de equipo incluso cuando se opera en solitario. Simplemente hay demasiada información relevante en los mercados para procesar, y a la que estar al tanto todo el tiempo. El éxito de los operadores consiste en filtrar el ruido, pero también atender a las opiniones valiosas de los colegas. Muy a menudo sus aportaciones conducen a nuevas ideas de inversión. Debajo de cada gran rendimiento individual hay un equipo que funciona bien, ya sea real o virtual.

Potenciar estos cuatro factores de la inteligencia emocional nos hará mejores inversores sin lugar a duda. De hecho, bajo mi experiencia tienen más importancia que los buenos conocimientos técnicos o fundamentales. 




[Volver]