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“Planes estratégicos y proyecciones de futuro, otras víctimas de la COVID-19. Nos hemos quedado a oscuras”

Enzo Martínez - Lunes, 18 de Mayo

La COVID-19 se ha llevado por delante todo lo que ha encontrado a su paso. Se han salvado muy pocos modelos de negocio. Hablo con el CEO de un banco de inversión. Directo al grano. "Hasta el estallido de la Gran Crisis Financiera, ahora en proceso de recuperación, las empresas españolas, también las principales del mundo global, nos martilleaban cada día con planes estratégicos maravillosos de dar y tomar. Planes estratégicos y presentaciones de los mismos a los analistas y representantes del mundo financiero. Era como el viejo discurso de los vendedores de crecepelos en las plazas de los pueblos. En una furgoneta abierta por un lateral exponían la mercancía, principalmente a las amas de casa. Los vendedores de mantas, jabones y sartenes hacían lo mismo. Este espectáculo, revestido de números, estadísticas y quimeras, lo hizo suyo el mundo de la empresa que cotiza en Bolsa. Se le llamó, durante muchos años, Plan Estratégico. El plan estratégico es un programa de actuación que consiste en aclarar lo que pretendemos conseguir y cómo nos proponemos conseguirlo. Esta programación se plasma en un documento de consenso donde concretamos las grandes decisiones que van a orientar nuestra marcha hacia la gestión excelente. Pues bien, en los últimos cinco años ¿O son ya seis? apenas hemos visto u oído Planes estratégicos. Se los ha tragado la tierra..."

"O mejor dicho, se los han tragado las ingentes cantidades de deuda que acumulan las empresas cotizadas en la Bolsa. La Crisis trajo la necesaria ducha fría del desapalancamiento: hay que adelgazar, volver a los orígenes y tratar de vender activos para equilibrar los balances..."

"Hasta ahora, el objetivo secular del Plan Estratégico (trazar un mapa de la organización, que nos señale los pasos para alcanzar nuestra visión; convertir los proyectos en acciones, tendencias, metas, objetivos, reglas, verificación y resultados) era otro: reducir deuda..."

"Hasta que llegó la pandemia. Todos los Planes Estratégicos se han ido por el desagüe. Todas las empresas que proyectaron su futuro, los han anulado. Nos hemos quedado a oscuras. Habrá que esperar, por tanto, para conocer los objetivos de muchas empresas: cuál es su razón de ser? ¿Qué les da vida y sentido? ¿A dónde desean ir? ¿Qué hacen bien? ¿ Qué desean hacer? ¿Cómo llegar a ese futuro?, que, en definitiva, son los contenidos y las preguntas a los que responden los Planes Estratégicos..."

Desde que en noviembre de 2014, el BCE lanzó su programa de compras de deuda ante las dificultades para conseguir que la inflación y la actividad repuntasen, los números han cambiado de manera contundente con la pandemia. El balance dl BCE h alcanzando un nuevo récord de € 5,395,2 mil millones mientras Lagarde sigue retumbando en la imprenta. Los activos totales aumentaron la semana pasada en otros 48.100 millones de euros en QE y los bancos obtuvieron 36.800 millones de euros en nuevos préstamos TLTRO. El balance del BCE ahora equivale al 45,3% del PIB de la zona euro frente al 30,9% de la Fed y al 111,4% del Banco de Japón.




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