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¿Qué está pasando en Deutsche Bank para que se desplome un 40% en Bolsa?

Redacción - Sabado, 13 de Febrero

Deutsche Bank se ha convertido en un “elefante en la habitación” de la banca europea. Cotiza en mínimos históricos, sus acciones valen menos de 14 euros al perder un 40% desde que empezó el año, y se aleja de los casi 100 euros por título que tocó en primavera de 2007. El miedo a mayores provisiones, la exposición a China y Volkswagen, los tipos cero de los bancos centrales y su maltrecha banca de inversión se han alineado para poner en apuros al mayor banco de Alemania.

Ramón G. Cepas / http://www.invertia.com

El gigante de la banca alemana y europea, Deutsche Bank (DB), no está pasando por su mejor momento. Con 1,7 billones de euros en activos a 30 de septiembre de 2015, según datos de Reuters; algunos analistas se refieren a él como el Lehman Brothers europeo. Un miedo que se refleja en la cotización de sus acciones, que este lunes se desplomaron un 9,5% y desde que arrancó el año pierden un 38% de su valor. Un fuerte castigo en Bolsa que ha hecho que capitalice algo más de 21.000 millones de euros; BBVA, el segundo mayor banco de España, vale en Bolsa 35.500 millones.

¿Qué pasa en Deutsche Bank? La entidad está sufriendo lo que se conoce como “tormenta perfecta”, una serie de factores aislados que se están llevando por delante al otrora mayor banco de Europa. Según las cuentas que avanzó al supervisor alemán, 2015 acabó con unas pérdidas récord de 6.800 millones de euros, por encima de los 3.900 millones que perdió al comienzo de la crisis en 2008. Aunque todo apunta a que esas pérdidas podrían prolongarse en 2016, ya que su consejero delegado, el británico John Cryan, reconoció que la entidad intentaría hacer todo lo posible por evitar perder dinero en 2016 pero “no podemos asegurar que será así”.

Malas perspectivas que han llevado a las acciones de Deutsche Bank a cotizar apenas a un 30% de su valor en libros, los activos del banco atendiendo a su contabilidad. El pasado año, en 2015, tuvo que destinar 5.200 millones de euros a litigios, principalmente por la manipulación del Libor que las autoridades británicas y estadounidenses sacaron a la luz. Unos costes judiciales que no han llegado a su fin, ya que el Departamento de Justicia de EEUU y el Departamento de Servicios financieros de Nueva York están investigando la filial rusa de Deutsche Bank por haber podido cometer un delito de blanqueo de capitales.

Unos gastos a los que hay que añadir el coste de restructuración tan fuerte que está asumiendo. El pasado septiembre, Cryan se estrenaba como consejero delegado –tomó posesión del puesto el 1 de julio- anunciando 35.000 despidos y la retirada de 10 mercados, entre ellos México, Argentina o Chile. Un ajuste de plantilla que se alargará hasta 2017 y que tendrá un fuerte impacto en la cuenta de resultados del banco.

 

 

Desde que Cryan cogiera las riendas del mayor banco de Alemania no ha hecho más que anunciar a los inversores malas noticias, que se han dejado notar en la cotización del valor. Lejano se antoja el 30 de abril de 2007 –cuando nadie había oído hablar de crisis- y los títulos de DB marcaban máximo histórico en los 98,6 euros. Precisamente, una de esas malas noticias fue la supresión del dividendo, que el consejero anunció para 2015 y 2016, y que ha castigado fuertemente a las acciones de la entidad.

Atrás quedaban los opulentos bonus que cobraron los consejeros delegados que compartían puesto, Anshu Jain y Juergen Fitschen, o su antecesor, Josef Ackermann. Los artífices de la transformación del banco alemán desde un banco comercial a uno de inversión. Una decisión que ahora los analistas ven poco acertada; ya que en 2006 un 70% del beneficio venía de la unidad de banca corporativa y de inversión, pero solo en 2015 se redujo un 30%. La nueva regulación penaliza este tipo de operaciones, porque hay que cumplir con estándares de capital más exigentes. Lo que ha hecho que la entidad repliegue alas para ajustarse a unos requerimientos del supervisor que han golpeado al corazón del beneficio de Deutsche Bank, de por sí maltrecho por un nefasto 2015 para los mercados.

Pero como a perro flaco todo son pulgas, los analistas señalan que Deutsche Bank ha descuidado el resto de sus líneas de negocio frente a sus pares. Por ejemplo, apuntan a que Credit Suisse o UBS, dos entidades con fuertes divisiones de banca de inversión, mantienen sendas franquicias muy fuertes en wealth management (gestión de patrimonios). O hablan de Barclays, con una potente rama de métodos de pago y tarjetas de crédito. 

Los expertos descartan que Deutsche Bank vaya a revolucionar el mercado con una nueva línea de negocio. Afirman que el nuevo consejero delegado, John Cryan, es más un “organizador”, la persona encargada de poner en orden el banco; que un “visionario”, que vaya a suponer un revulsivo para un negocio bancario mortecino.

TIPOS DE INTERÉS EN MÍNIMOS HISTÓRICOS

Los tipos de interés en mínimos históricos, y que se prevén duren algunos años más, hacen muy difícil obtener rentabilidades aceptables en un sector acostumbrado a ganar dinero con facilidad. Este es uno de los frentes macroeconómicos más importantes a los que se enfrenta Deutsche Bank, pero no el único porque China y la inmigración de refugiados pueden suponer otra bomba de relojería

La desaceleración de China es una fuente de preocupación para la economía alemana, ya que Berlín es el tercer socio comercial por tamaño de Pekín. La crisis migratoria que está gestionando Europa, y que tiene a Alemania como uno de los países preferidos de destino, puede suponer un regalo envenenado. La mano de obra barata siempre es bienvenida, pero la opinión pública está poniendo sobre la mesa la idea de cerrar fronteras y acabar con Schengen –libertad de circulación- podría ser mortal para la exportadora Alemania y para Deutsche Bank.

La salida de Reino Unido de la Unión Europea, el conocido como Brexit, es otro de los riesgos a los que se enfrenta el banco con sede en Frankfurt en el medio plazo. Cualquier ruptura de Londres con Bruselas impactaría a la banca europea, ya que la City londinense es el mercado de capitales más importante del Viejo Continente. Pero especialmente, en el banco alemán; porque gran parte de su actividad está radicada en el corazón financiero de Londres.

La situación de Volkswagen, en el ojo del huracán en EEUU y en la UE por la manipulación de las emisiones de sus vehículos, también podría tener cierto impacto en Deutsche Bank. El gigante del automóvil, que incluye marcas como Volkswagen, Audi, Seat o Porsche, ha tenido que apartar 10.000 millones de euros para hacer frente a posibles demandas. Una cantidad nada desdeñable y que ha salido de Deutsche Bank, ya que el grupo VW trabaja con esta entidad.

SE DISPARAN LOS CDS DE DEUTSCHE BANK

Muchas dudas en torno a Deutsche Bank que no solo se dejan notar en la cotización de sus acciones, sino que ha llevado a que los seguros de impago de la entidad se disparen. Los conocidos como Credit Default Swaps (CDS) han subido 32 puntos básicos en la sesión de este lunes hasta los 222 puntos básicos. Por lo que asegurar 100.000 euros en bonos senior de DB cuesta 2.200 euros, a principios de 2015 apenas costaba 500 euros.

Eso para la deuda senior, la primera que debe ser devuelta si una empresa quiebra y que está asegurada para un colateral, porque los CDS sobre deuda junior o subordinada, está en máximos desde 2011. Asegurar un bono junior de Deutsche Bank alcanza los 441 pb tras subir 56 en un día. En euros, 4.410 euros por cada 100.000 euros.

Como señalan los analistas de CreditSights, los pagos de 2016 están seguros pero de seguir el actual ritmo de provisiones y pérdidas el pago de los cupones de 2017 sí podría estar comprometido. Un elefante en la habitación, Deutsche Bank, que podría suponer un nuevo susto para un sistema bancario europeo que todavía anda recuperándose de la anterior crisis.




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