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Sin el apoyo de su empresa, olvídese de jubilarse antes de los 65 años

Aitor Atozqui / http://www.invertia.com - Martes, 27 de Septiembre

Aunque cada vez nos preocupa más nuestro futuro, España es uno de los países desarrollados donde los trabajadores están peor preparados para la jubilación. Según un reciente estudio de la aseguradora Aegon, las perspectivas de jubilarse antes de los 65 años son irreales, pero esto podría cambiar con el apoyo de las empresas.

A los españoles nos preocupa cada vez más nuestro futuro. Especialmente, ante la baja natalidad, la precariedad laboral, el inminente retiro de la generación del baby boom y el agujero en la hucha de las pensiones, que ya ni siquiera figura entre los 100 mayores fondos públicos del mundo. Y sin embargo, aún somos con diferencia uno de los países desarrollados peor preparados para hacer frente a la jubilación.

Según el estudio anual de preparación para la jubilación, presentado hoy por la seguradora Aegon y elaborado a partir de 16.000 encuestas en 15 países, solo 3 de cada 10 españoles ahorran de forma habitual pensando en su futuro, algo que se explica en parte por la precariedad laboral, pero también por la falta de cultura financiera. Esto posiciona a España como uno de los países desarrollados menos concienciados sobre la necesidad de preparar su retiro, incluso por detrás de Brasil, la India, Turquía o Hungría.

A pesar de esto, el 67% de los trabajadores sigue creyendo que podrá jubilarse como tarde a los 65 años, unas expectativas que para Jaime Kirkpatrick, consejero delegado de la firma, “son poco realistas”. Según el experto, “muchos ciudadanos están convencidos de que podrán dejar de trabajar” a los 65 años y mantener su calidad de vida, pero ya sea por los ingresos bajos o a la falta de previsión, “es muy probable que muchos se vean obligados a trabajar más allá de los 65 años si quieren seguir disfrutando de un nivel de ingresos suficientes”.

 

En total, solo el 27% de los españoles ahorra para la jubilación, muy por debajo del 38% de la media internacional, un porcentaje que se ha mantenido sin cambios durante los últimos años. El estudio reconoce que si bien el principal problema de nuestro país es de cultura financiera, estas cifras se explican en gran parte por la precariedad laboral y, de hecho, apunta que los grupos más vulnerables a la hora de planificar su jubilación “siguen siendo las mujeres, los trabajadores a tiempo parcial y, en general, los trabajadores con un nivel de ingresos bajo”.

El economista José Carlos Díez, uno de los ponentes en la presentación del informe, apunta que si bien el sistema de pensiones no va a quebrar, necesita una reforma, ya que desde 2011 el gasto en salarios se ha reducido en 20.000 millones, lo que ha provocado que la Seguridad Social dejara de ingresar 7.000 millones. Por contraste, el gasto en pensiones tiene un crecimiento natural del 3% al año, ante el aumento del número de jubilados y de su esperanza de vida.

Para los expertos, la posible solución para solventar esta solución, al margen de las reformas estructurales y la salida de la crisis, está principalmente en manos de las empresas. Kirkpatrick defiende que “las empresas pueden y deben jugar un papel de mecenazgo fundamental a la hora de animar a sus trabajadores y planificar su jubilación”. "El acceso al mercado laboral es un momento idóneo para que los trabajadores, animados por los beneficios de su empresa o por cuenta propia, comiencen a planificar su jubilación e incorporen el ahorro como un hábito a la edad más temprana posible".

En este sentido, el informe concluye que es necesario que los futuros Gobiernos incentiven a los empresarios para crear planes de ahorro para la jubilación. Además, las compañías pueden asesorar a sus empleados y facilitar que los trabajadores sigan en la empresa después de la edad de jubilación, a través de fórmulas como el trabajo flexible, la reducción de horario o una rotación en otro puesto. De este modo, el documento apunta que los directivos “deben valorar las ventajas de conservar a sus trabajadores de más edad, por la experiencia que aportan, su lealtad y su conocimiento de la empresa”.

Por ejemplo, en Suecia es obligatorio que las compañías financien planes privados de jubilación a sus trabajadores. Este tipo de medidas explican que, mientras de media en otros países el 24% de los trabajadores confía en que el plan de jubilación de la empresa sea su principal fuente de ingresos, en España esta cifra no supera el 12%.

ESPAÑA NECESITA MÁS AMANCIOS ORTEGA

Las compañías españolas aún tienen un largo camino por recorrer. De hecho, solo el 21% de los trabajadores consultados aseguró que en su lugar de trabajo estaba recibiendo suficiente información y ayuda para planificar correctamente su jubilación, mientras que el 49% aseguró no recibir ningún tipo de apoyo. Desde Aegon señalan además que las empresas no tienden a ofrecer fórmulas flexibles para ir preparando la jubilación de sus empleados.

Pese a todo, José Carlos Díez matiza que en parte este es un problema de tejido empresarial. Y es que, mientras las compañías de más de 50 trabajadores están realizando progresos en la gestión del talento, ofreciendo asesoramiento o incluso planes privados de pensiones, las pymes aún son reacias a ayudar al trabajador, ya sea por falta de recursos, falta de incentivos fiscales o desinterés. Sin embargo, las dificultades de acceso a la financiación bancaria es una traba para el crecimiento de las pymes.

El experto también critica que la ausencia de medidas para fomentar el ahorro de los empleados es en parte un problema de cultura, ya que en ocasiones “la ambición empresarial acaba en cuanto se alcanza cierto nivel de patrimonio”. José Carlos Díez cree que es necesario contar con más grandes empresas al estilo de Inditex, que cuidan al trabajador y cuentan con directivos implicados con la buena marcha de la empresa. El economista concluye que “España necesita más Amancios Ortega”.




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