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Y ahora Francia. No hay razones para ser positivos con la economía francesa este año

Dembik Christopher / Saxo Banque France Francia - Sabado, 11 de Febrero

La campaña de Francois Fillon ha quedado completamente paralizada por el escándalo sobre el posible empleo "ficticio" de su esposa (que es, tengo que decir, una larga tradición política francesa). Parece que la información puede haber sido filtrada por alguien de su propio partido (claramente un trabajo interior). Los rumores son que Fillon podría ser reemplazado por el Presidente del Senado, Gérard Larcher. Larcher tiene cero carisma pero podría obtener suficientes votos para ganar la nominación a través del consejo nacional del partido (equivalente al parlamento del partido). Huelga decir que Larcher tiene cero posibilidades de ser el próximo presidente. Los principales ganadores son, Marine Le Pen y, en menor medida, Emmanuel Macron. Por supuesto, los inversores prefieren cada vez más la posibilidad de que Le Pen pueda ser elegida (el diferencial de bonos francés a 10 años es 0,64 puntos esta mañana, el más alto desde julio de 2013).

Un punto muy importante en relación con el programa económico de Le Pen debe ser puesto en alto y claro aquí. Ya no quiere salir del euro, pero planea introducir el franco en paralelo con el euro. Pero creemos que es poco probable que ese sistema pueda durar.

La esperada caída del dólar bajo la presidencia de Donald Trump debilitaría la banda de la divisa, como fue el caso cuando la tasa de cambio del dólar cayó desde 1972 a 1978. Además, ella espera negociar con Bruselas y si obtiene lo que quiere, propondrá un referéndum para preguntar si Francia quiere permanecer en la UE, al estilo David Cameron. 

La perspectiva macro no es buena. El crecimiento económico en 2016 alcanzó un 1,1% (el consenso esperaba un 1,2%) frente al 1,2% en 2015. Al gobierno socialista le llevó un tiempo tomar medidas, pero fue un camino demasiado largo, y en ocasiones, muy pobremente calibrado. 

Por ejemplo, el pacto de competitividad ha favorecido en su mayor parte a empresas que no se enfrentan a la competencia internacional, como la empresa de servicios postales (uno de los principales beneficiarios!), en lugar de exportar PYME.

Ha habido algunas señales positivas desde el comienzo del año, pero pueden ser misceláneas. La disminución de los inventarios de negocios debería empujar la inversión privada mucho más al alza. Sin embargo, la misma situación existió en el primer trimestre de 2016 y no tuvo el efecto económico deseado sobre el crecimiento. Además, muchos observadores señalaron que la confianza de los hogares está en su nivel más alto desde 2007.

Me encantaría ser optimista, pero de hecho, la confianza de las familias no es un indicador muy fiable sobre el estado de la economía francesa. Este indicador se basa en una serie de preguntas que no han cambiado desde 1974 y ninguna de ellas trata directamente de la confianza.

No hay razones para ser positivos con la economía francesa este año. Mi opinión es que el PIB francés será aproximadamente alrededor del 1%.

La cuestión pendiente es el alto nivel de deuda de Francia, que será sin duda uno de los primeros problemas principales para el próximo presidente. El aumento de las tasas aumentará dramáticamente la carga de la deuda. El rendimiento de bonos a 10 años de Francia es de alrededor del 1,30%, muy por encima del objetivo presupuestario (0,9%). Por lo tanto, la primera medida del próximo gobierno después de las elecciones legislativas será revisar el presupuesto para 2017 e implementar nuevos recortes de gastos.


kFrancia tiene que implementar fuertes recortes de gastos para que tengan un efecto en la economía. Foto: Shutterstock




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