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380.000 millones huyen del fisco de EEUU desde la crisis

Redacción - Viernes, 29 de Marzo

Apple y Microsoft sumaron más de 33.690 millones de euros a su colchón de beneficios en el extranjero en 2012. Suma y sigue mientras el Tío Sam se revuelve en su tumba. A la espera de que demócratas y republicanos se pongan de acuerdo para cerrar las profundas lagunas fiscales del código tributario de Estados Unidos, las multinacionales del país continúan expatriando beneficios, escribe José Luis de Haro en elEconomista

La última oleada de análisis e informes apunta que, sólo el año pasado, las principales compañías norteamericanas dejaron fuera de las fronteras de EEUU entre 166.000 y 228.910 millones de dólares, unos 127.000 y 175.200 millones de euros al cambio de ayer. Por supuesto, la cifra tiende a incrementar según los criterios utilizados y el número de empresas incluidas, pero la conclusión es clara: el corporate estadounidense continúa haciendo encaje de bolillos para evitar al fisco patrio.

De hecho, desde el comienzo de la crisis y durante aproximadamente los últimos cuatro años, un total de 48 compañías, lideradas por Apple, han acumulado la friolera de 518.000 millones de dólares (396.600 millones de euros) en beneficios en el extranjero. La de Cupertino, cuyos inversores muerden por un incremento de dividendo, se apuntó cerca de 65.000 millones de dólares (49.774 millones de euros) en esto de la expatriación de beneficios entre 2008 y 2012, según los datos de Citizens for Tax Justice, CTJ por sus siglas en inglés, un think tank con sede en Washington D.C. Al menos otras catorce empresas, como Microsoft, Pfizer o General Electric dejaron fuera de sus cuentas a este lado del Atlántico (EEUU) por lo menos 10.000 millones de dólares, es decir, uno 7.657 millones de euros al cambio de ayer.

Bajo la configuración actual del código tributario de país, las empresas patrias están obligadas a pagar impuestos en EEUU, donde la fiscalidad ronda el 35 por ciento, sobre todos sus beneficios generados en el extranjero. Pero, sin embargo, existen diversas escapatorias, ya que las empresas pueden retrasar el pago de dichos impuestos hasta que repatríen a suelo estadounidense dicho efectivo, de ahí que decidan contener grandes sumas fuera de las fronteras de país. Para colmo no hay que pasar por alto que buena parte de ellas reciben créditos fiscales y otros incentivos por los impuestos pagados a gobiernos extranjeros.

El republicano Dave Camp, presidente del Comité Medios y Arbitrios del Congreso, junto a otros altos funcionarios de su partido apuestan en estos momentos por implantar un sistema fiscal territorial, que blindaría a las empresas de pagar impuestos en EEUU sobre sus beneficios en el extranjero. Los partidarios de esta iniciativa justifican que ofrecería a las empresas estadounidenses una mejor oportunidad de competir a nivel internacional y alentaría la inversión interna.
Vacaciones fiscales

Por su parte, Apple y otras firmas como Microsoft llevan tiempo intentando que EEUU imponga una "exención vacacional" sobre el impuesto de Sociedades, que incluya una tasa temporal de apenas el 5 por ciento sobre los beneficios que sean repatriados a suelo americano. Al mismo tiempo, desde la Casa Blanca apuestan por aplicar un impuesto mínimo sobre los beneficios generados en el extranjero. Según las palabras de Jack Lew, nuevo secretario del Tesoro, el país "debería aprobar un impuesto mínimo" sobre los beneficios en el extranjero para equilibrar la situación.

Cierto es que según el análisis de CTJ, la expatriación de beneficios del sector empresarial americano podría costarle al gobierno federal, y por lo tanto al contribuyente, alrededor de 600.000 millones de dólares (459.000 millones de euros) durante la próxima década. Al fin y al cabo, el informe del think tank, pone de manifiesto que diez de las principales multinacionales del país dejaron fuera de sus cuentas fiscales en EEUU un total de 106.000 millones de dólares (81.100 millones de euros). Una vez más, Apple y Microsoft, con 28.300 millones de dólares (21.660 millones de euros) y 16.000 millones de dólares (12.200 millones de euros) respectivamente lideraron el ranking.

Durante el pasado fin de semana, el diario norteamericano Wall Street Journal también realizó sus cálculos y la conclusión es similar. Mientras EEUU recorta cerca de 85.000 millones de dólares (65.000 millones de euros) del presupuesto y los ciudadanos de a pie ven cómo el impuesto sobre la nómina crece desde el pasado enero, las multinacionales acumulan beneficios en el extranjero para evitar al fisco patrio por una cantidad que supera con creces el impacto del temido secuestro.

El rotativo analizó un total de 60 empresas de gran capitalización y concluyó que estas dejaron fuera del tintero un total de 166.000 millones de dólares (127.000 millones de euros) en beneficios el año pasado fuera de sus cuentas en EEUU. Es decir, el 40 por ciento de sus beneficios anuales quedaron blindados a ojos del Servicio de Ingresos Internos, el equivalente al Ministerio de Hacienda en el país.

El Wall Street Journal puso de manifiesto que todas las empresas puestas bajo el microscopio eran reincidentes, en esto de expatriar beneficios, ya que todas y cada una de ellas había mantenido al menos 5.000 millones de dólares (3.800 millones de euros) en cuentas en el extranjero en 2011.

Para la agencia Bloomberg las cifras son aún más altas. Según sus datos, las mayores empresas estadounidenses ampliaron sus reservas de beneficios fuera de las costas de EEUU en un 14,4 por ciento el año pasado hasta los 183.000 millones (140 millones de euros). Microsoft, Apple y Google incrementaron sus beneficios extranjeros en más de un 34 por ciento, para aparcar dicho dinero en países con una fiscalidad mínima. En conjunto, estas tres empresas mantuvieron un total de 134.500 millones (103.000 millones de euros) fuera del alcance del Gobierno de EEUU, más del doble de los 59.300 millones (45.400 millones de euros) de hace dos años.

Con los datos sobre la mesa, el profesor de derecho fiscal de la Universidad de Michigan, Reuven Avi-Yonah, estima que "es necesario algún tipo de reforma más amplia del sistema fiscal que al mismo tiempo permita reducir la tasa del impuesto de sociedades". Para Avi-Yonah, quien mantiene contacto directo con diversos legisladores del Capitolio sobre este asunto, "la adopción de una regla que no permita que las multinacionales localizar sus beneficios en lugares donde no tienen ninguna actividad real sería una solución más que efectiva".




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