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Ayudas

Santiago Niño Becerra - Lunes, 26 de Febrero

Algunas/os de Uds. se van a escandalizar con lo que sigue, pero, bueno.

En todos los países europeos existen ayudas a la familia, y, en concreto, a los hijos que esas familias tienen; pueden ser directas -pago en metálico al nacimiento de la hija o del hijo-, o indirectas -deducciones fiscales por hijos hasta una determinada edad-; a eso, debe añadirse los permisos remunerados que, tras el parto, la madre, y crecientemente el padre, pueden tomarse a fin de atender a la/al recién nacida/o.  Antes de eso, muchos son los países cuyas asistencias sanitarias públicas financian, o conceden ayudas, a los métodos asistidos de fertilidad. Bien. Intentaré escoger cuidadosamente mis palabras. ¿Cuál es la razón de ser de tales ayudas?.

Hace cincuenta años, cuando en pleno Modelo de Demanda una población creciente era absolutamente necesaria para que la rueda económica continuase girando -más producción / más empleo / más consumo / más inversión / más producción-, en una atmósfera de crecimiento expansivo, podía (subrayo, podía) tener un cierto sentido dar ayudas directas e indirectas al crecimiento demográfico; insisto, po-di-a.

Hoy, con un modelo económico cuyos parámetros de comportamiento en nada se asemejan a los de aquel modelo, unos parámetros que toman la productividad como columna vertebral y el ahorro de factor trabajo como objetivo, con una tecnología crecientemente eficiente, barata y fácil de utilizar, y que puede recurrir a todo el factor trabajo exterior que necesita, ¿sigue teniendo sentido mantener caras ayudas al crecimiento demográfico y que, a la vez se estén practicando recortes en los aumentos en otros apartados que afectan a los ya nacidos?.

Entiendo que no por innumerables razones puramente económicas, pero, sobre todo, porque tener hijos es una decisión personal cuyo beneficio social es, hoy, completamente discutible. Podría pensarse que el Reino de España es un caso especial por el pasado que arrastra, pero no es el caso: ¿pueden encontrar algún país europeo cuyo Estado no conceda algunas ayudas como las que nos ocupa?, más aún, ¿saben de alguno que no haya incrementado este tipo de ayudas y/o no esté considerando incrementarlas?. Y cuando pienso en Estados estoy pensando, también, en Gobiernos regionales. Las razones políticas son obvias, pero, ¿las económicas?.

Los Gobiernos, entiendo, deberían ser muy cautos con los destinos de los dineros públicos que se gastan; dar a alguien pasta que no es tuya, pasta que has recaudado, que la ciudadanía te ha confiado, debería implicar un acto sumo de responsabilidad. Dirán que eso es la democracia, y sí, pero, ¿hay algún partido político que, aquí o allá, cuando presenta su programa y realiza sus mítines diga: "¡Atención!, si, tras las próximas elecciones, formo Gobierno, espero recaudar X, y esa pasta me la voy a gastar así".

¿No creen que sería de desear?. (Por cierto, ya se lo había dicho, pero lo recuerdo: yo tengo un hijo).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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