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¿Un QE en enero? Es más que probable, una vez que se conozca la cifra de TLTRO de este mes

José Luis Martínez Campuzano - Sabado, 06 de Diciembre

Admito que muchos nos hemos quedado con un mal sabor de boca tras escuchar al Presidente del ECB el jueves. Y con esto no quiero decir que esperaba novedades. Pero,  una cosa es aplazar decisiones y otra dejar la sensación de pesimismo sobre su efectividad ¿Un QE en enero? Es más que probable, una vez que se conozca la cifra de TLTRO de este mes (la semana próxima) y se vaya evaluando la compra de papel con las medidas ya aprobadas.  Además, la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento e inflación a medio plazo deja mucho margen para avanzar medidas a futuro. Y, por último, la incertidumbre sobre el impacto de la caída de los precios externos (crudo especialmente) también es un elemento fundamental para que se adopten. Y por fuerza deben ser extraordinarias ante lo limitado d de la política monetaria tradicional. Por cierto, algunos se habrán sorprendido del énfasis puesto por el ECB en el impacto a la baja en los precios de la caída del precio del crudo y el escaso impacto positivo que espera para el crecimiento.

 

 ¿No perciben una diferencia con el mensaje escuchado desde la Fed? Allí por el contrario, se advierte sobre el impacto positivo en la economía al mismo tiempo que se matiza el impacto en la inflación considerándolo temporal. Cuestión de expectativas a futuro y cuestión de confianza. Y el propio Draghi reconoce que la debilidad económica puede deteriorar la confianza de inversión y consumidores. Si hace dos años hablaba del contagio positivo en los mercados ahora podríamos entender su mensaje como que la desconfianza económica se retroalimenta. Naturalmente, hablamos de economía y mercados como algo diferente. Es un símbolo de los tiempos complicados actuales.

El Presidente Draghi considera que se ha avanzado desde una perspectiva técnica para potenciales futuras medidas. Bien. Y también confiesa que se ha hablado de forma profunda ("rica") sobre el tema. Mejor. Pero, no hay un plazo para implementarlas. Ya no se habla de un "esperado" tamaño de balance hacia los niveles de 2012 si no, mejor, hacia intentar alcanzarlos. Sí, mucho más claro. Pero, de nuevo, también se advierte que la evaluación de todo esto a principios de 2015 no tiene por qué ser precisamente en enero.

Draghi rechaza cuestiones sobre la ilegalidad de aplicar un QE o la posibilidad de aplicarlo sin contar con unanimidad. Pero, admite de forma indirecta las dudas que genera en el Consejo sobre su efectividad para relanzar la economía. De hecho, reitera que hay otras políticas (fiscales y estructurales) mucho más eficientes. Es cuestión de ponerlas en práctica. Pero, como dice un compañero estratega mío, cuando un banco central habla de la necesidad de otras medidas diferentes a las monetarias quizás es que reconoce los límites de estas últimas. Y Draghi también de forma indirecta desglosaba ayer las diferencias entre los casos japonés y norteamericano. Sobre la efectividad de las medidas monetarias no tradicionales en uno y otro caso. Por cierto, dio ayer pruebas de que los conoce muy bien.

¿Y entonces? Los mercados se vieron algo decepcionados. Quizás no tanto por no tomar decisiones como por el mensaje ambiguo que he descrito antes. Bolsas a la baja y deuda, en precio, también. Pero mucho menos: como dije al principio es más que probable que haya un QE, beneficiando a las primas de riesgo europeas; es más incierto su impacto económico, generando dudas en bolsa. Pero, ¿cómo entender la subida del EUR? La moneda europea recuperó niveles de 1.24 USD, tras intentar romper a la baja el nivel de 1.23 USD antes del Comunicado del ECB. Al final, recorrió el rango técnico que existe en estos momentos quizás reflejando la toma de beneficios tras la caída de los últimos días.

Pero, pensando ahora detenidamente en el mensaje incierto en términos económicos que nos dejó Draghi.....¿no tendríamos que pensar en un EUR a la baja para que realmente la economía europea se beneficie de un QE?. Al final, si la recuperación de la demanda interna sigue siendo incierta y si el riesgo de desinflación sigue muy vivo el EUR debería reflejarlo en el primer caso y combatirlo en el segundo. Obviamente, no hay objetivos de tipo de cambio en Europa como tampoco en ningún otro país desarrollado. Los tipos de cambio de las monedas son fijados por los mercados, en función del escenario. El que nos dejó ayer el Presidente Draghi es un escenario poco propicio para que el EUR se recupere. Y si no sube, acabará bajando. Niveles de 1.1/1.15 USD parecen más que probables en los próximos meses. Pero, tengo la sensación de que el debate sobre el precio (que no el valor) de la moneda europea la puede llevar por debajo de los niveles anteriores a medio plazo.


Por último, como ya viene siendo habitual, durante la tarde tuvimos rumores y otras informaciones de difícil valoración. Por un lado, una fuente no oficial del ECB (Bloomberg)  consideró que se está preparando ya un paquete importante de medidas para enero. Otra, recogida por el periódico alemán (Die Welt) especificó los consejeros en contra de adoptarlas. En definitiva, en terreno muerto en estos momentos.
Veremos.

José Luis Martínez Campuzano
Estratega de Citi en España




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