La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

“Actualmente, el mercado es ilíquido; incluso los activos más líquidos son ilíquidos”

Mar Revuelta - Martes, 19 de Mayo

"Cambian los tiempos, las modas, los hábitos y las costumbres. También, y más rápido que lo anterior, los instrumentos e ingeniería financiera. Hasta hace poco tiempo ¿o mucho? la comunidad inversora española estaba pendiente de la amenaza de un corralito a la argentina, que se evaporó el mismo día que surgió el miedo, la amenaza a este fenómeno. Ello, sin embargo, no significa que el corralito no se haya instalado en España, que no exista, como en otras parte del mundo ¿Qué podemos decirles a nuestros clientes cuando nos piden explicaciones teóricas, unas veces, tangibles, las más, acerca de sus preferentes, bonos patrióticos, cédulas territoriales, pagarés de empresas, bonos, convertibles y otros instrumentos que han emitido los bancos y cajas de ahorro en los últimos tiempos para tapar agujeros y poder sostener unos insostenibles recursos propios? El corralito que afecta a miles de ahorradores españoles no es otro que la pérdida de valor de los instrumentos elegidos para colocar su dinero, porque la demanda en los mercados secundarios, si es que este ahorrador necesita su dinero antes del vencimiento, es raquítica y, además, mucho peor que la manifestada por los fondos buitre: los descuentos sobre precios teóricos son atroces, similares, incluso superiores, a los que ofrecen las preferentes. Y esto es así, porque en los últimos cinco años, a golpe de apertura y cierre de los mercados de financiación a bancos y empresas españolas, se ha creado la mayor Bolsa ilíquida de instrumentos financieros.."

"Incluso los inversores que yo consideraba que tenían los nervios de acero han caído en la Gran Trampa, en la que yo denomino Bolsa de iliquidez. A la sombra de tipos cero, que se han mantenido durante meses y meses, unos y otros han emitido títulos de renta fija hasta la saciedad aprovechando, precisamente, la desazón de muchos ahorradores, que han visto cómo las letras del Estado apenas rendían algo, que la Bolsa es una ratonera, mucho humo, y que el tiempo pasa sin que su ahorro merezca mejor trato. Hay que tener, digo, nervios de acero y esperar con el dinero en la cuenta corriente sin recibir remuneración alguna. Es más, el dinero en el banco cuesta dinero. Pero es lo que hay. Ya vendrán otros tiempos, que vendrán. La avalancha de emisiones de bancos, cajas de ahorro y empresa con bonos convertibles, preferentes, cédulas hipotecarias...no tienen precedentes. Han dejado el mercado exangüe ¿Qué pasará a continuación? La experiencia demuestra que muchas de estas emisiones registrarán caídas de precios en picado, porque no habrá demandantes en los mercados secundarios, pero sí muchos oferentes. Se ha creado la Madre de Todas las Bolsas líquidas. Compras hoy un pagaré al 100% y mañana, si necesitas el dinero, te lo recomprarán al 70% o menos..."

“...Algunos me dicen que esperan al vencimiento. Llegado el vencimiento, les digo yo, muchas empresas te van a dar un abrazo. ¡Y date por satisfecho! Otras te darán papel por papel, es decir, te renovarán el que tienes. Y algunas ni siquiera llegarán al vencimiento. A la gente le cuesta mucho enfrentarse a la realidad y reconocer que no hay dinero para todos. Les cuesta reconocer, además, que hay empresas cotizadas en Bolsa que llevan mucho tiempo con la cotización suspendida, lo que confirma que el tejido empresarial español no es tan sano como se pregona. Por eso, el aluvión de emisiones reciente va a dejar muchos cacareando y sin pluma. Nadie hay seguro y la renta fija, como todo el mundo debería saber, ni es renta ni es fija…”, me dice un importante gestor de patrimonios.

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Las estrategias de Real Return de Newton acaban de cumplir 10 años. A través de un marco definido de temas de inversión globales, los gestores de la filial de BNY Mellon IM buscan construir una cartera formada por un núcleo generador de rentabilidad, compuesto de activos tradicionales, rodeado de una gama de posiciones que les permiten diversificar y compensar el riesgo. El objetivo es cubrir un abanico de escenarios, reducir la volatilidad y proteger la cartera frente a lo que consideran el principal riesgo que corren los inversores: el de disminución permanente del valor. “La estrategia pasa para tratar de generar retorno (Euribor a un mes + 4%) y preservar capital. Ahora mismo, la preservación del capital es lo más importante”, asegura Suzanne Hutchins, gestora del BNY Mellon Global Real Return Fund.

En una entrevista concedida a Funds People, la experta explica que la racha de baja volatilidad en todos los mercados les ha permitido proteger su valor a un coste relativamente bajo mediante opciones y futuros sobre renta variable. Mientras esperan a que vuelva el valor ‘verdadero’ al mercado, esta combinación de protección barata y buenas ideas de inversión en valores específicos ha sido el principal motor del fondo. Actualmente, Hutchins señala que en el equipo se concentran en empresas susceptibles de actuar como refugio y contrarrestar la volatilidad que anticipan llegará a los mercados. “El objetivo es generar rentabilidad y preservar el capital. Actualmente, estamos enfocados a esto último. Si compramos un bono, lo más importante es evitar el default y asegurarnos de que el emisor tiene la capacidad de devolver el dinero”.

En el escenario actual, en el que –según la experta- la mayoría de las clases de activos están caras y existe una gran incertidumbre económica, la clave está en construir una cartera capaz de comportarse bien independientemente de cuál sea el entorno de mercado. “No ponemos todos los huevos en la misma cesta. En este sentido, en la cartera incluimos activos que se beneficiarían de diferentes entornos. Por ejemplo, tenemos activos como deuda pública australiana, bonos del Tesoro de EE.UU y acciones de compañías que pagan una elevada rentabilidad por dividendo, activos todos ellos que saldrían reforzados en un entorno de deflación. Asimismo, también mantenemos en cartera activos que se verían beneficiados en un entorno de inflación, como es el caso de utilities, compañías vinculadas al sector aurífero o bonos ligados a la inflación, entre otros”.

Un claro ejemplo de la importancia de este concepto es lo sucedido semanas atrás en Suiza, después de que la autoridad monetaria helvética retirara el suelo que había impuesto en su cambio frente al euro. En este caso, en el cómputo global, la estrategia que mantenían en la cartera hizo que se vieran beneficiados. “El castigo que sufrieron algunas compañías suizas que manteníamos en cartera se vieron más que compensadas por la exposición que teníamos en bonos flotantes suizos”. Lo sucedido en Suiza pone de relieve otro de los grandes riesgo que, según Hutchins, existe actualmente en el mercado: el de liquidez. “Existe un gap muy importante entre los precios que aparecen en las pantallas y a los que en realidad puedes operar. El mercado es ilíquido. Incluso los activos líquidos son ilíquidos. Cuando el franco suizo se dispara un 30%, no puedes operar sobre él”.

El hecho de que existan en el mercado actores que ejercen de acumuladores de activos (como aseguradoras o fondos de pensiones) contribuye a reducir la liquidez del mercado. “En 2008 eran los bancos los que tenían la deuda. Hoy son los inversores, los fondos de inversión, de pensiones, los que la atesoran”. El crecimiento de los ETF también está teniendo un importante efecto sobre el mercado. “Muchos inversores de ETF piensan que pueden reembolsar su dinero en un día si así lo quisiesen, pero en momentos de pánico esto no es posible”. Es por ese motivo por lo que Hutchins considera que “la volatilidad no es una buena medida del riesgo”. Históricamente, los gestores del fondo han conseguido buenas rentabilidades con niveles bajos de volatilidad. “El posicionamiento defensivo y los niveles anormalmente bajos de volatilidad que ha habido en el mercado también son factores que nos ha ayudado en la estrategia”.


 




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