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Chipre un error que nos puede costar muy caro

Carlos Montero - Martes, 19 de Marzo

La decisión de gravar todos los depósitos bancarios chipriota ha atraído la atención de todo el mundo, y con razón. Y podría ser un gran error. En el caso improbable de que todo vaya bien, el Gobierno recibirá algo de dinero en efectivo (pero no lo suficiente como para cubrir el préstamo ofrecido generosamente por sus socios europeos) y el sistema bancario chipriota será historia. La alternativa es una crisis bancaria masiva en muchos países de la eurozona, un duro golpe para el euro, incluso fatal, dice el economista francés Charles Wyplosz, una de las voces más escuchadas en Europa y director del Centro Internacional de Estudios Monetarios y Bancarios.

No es una medida de emergencia

"Los funcionarios han estado debatiendo sobre el plan de rescate a Chipre durante casi un año, lo que no se puede clasificar como una "medida de emergencia". Ellos participaron en un animado debate sobre si Chipre es "sistémico" o no, y la respuesta es: "depende". No depende del tamaño de los bancos chipriotas, sino de la manera de actuar de la zona euro. También se ha debatido sobre los depósitos rusos que al parecer representan una proporción considerable de los pasivos bancarios. El debate giró en torno a los temas de lo "sucio" que es ese dinero. También discutieron sobre el tamaño de un posible préstamo al gobierno chipriota. El propio gobierno pidió en torno al 100% de su PIB.
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Lo que se conoce:

- Chipre recibirá un préstamo de aproximadamente la mitad del tamaño solicitado en las condiciones habituales de austeridad.

- La deuda pública bruta de Chipre aumentará desde su nivel actual de alrededor del 90% del PIB a alrededor del 140%, un nivel que no es sostenible y eventualmente requerirá una reestructuración profunda.

Esta trayectoria de deuda es un pronóstico, por supuesto, pero se defiende por las experiencias anteriores.

Los efectos de este programa de austeridad son ahora bien conocidos. Chipre se une a una distinguida lista de países que se benefician de la sofocante solidaridad de la zona euro

- El programa va a imponer austeridad;

- Su deuda pública respecto al PIB crecerá porque los déficit no van a desaparecer y porque el PIB disminuirá.

- Habrá una necesidad de más préstamos, ya que no se conseguirán alcanzar las predicciones económicas.

- El desempleo se disparará, esparciendo un intenso sufrimiento económico y social.

Y quién sabe, los partidos populistas ganarán espacio político, añadiendo drama político al dolor económico. Esto ya lo hemos visto antes.


"Decomiso" al depósito bancario

Lo que es nuevo es que se gravarán los depósitos bancarios. El término correcto es "confiscado". Como en todas partes de la Unión Europea, los depósitos bancarios en Chipre están garantizados hasta en 100.000 euros. Los depositantes han gestionado su riqueza en consecuencia, sólo para que luego se cambien las reglas.

Gravar las acciones es inconsistente en el tiempo. Es una gran manera de recaudar dinero, pero tiene profundos efectos sobre los incentivos, ya que destruye los derechos de propiedad. Lo que está en juego es la credibilidad del la garantía de depósitos bancarios en toda Europa.

El sistema se convulsionó en 2008, pero en la dirección opuesta. Irlanda ofreció garantía total sobre los depósitos para detener una inminente corrida bancaria. El costo para el gobierno fue tal que provocó una corrida contra la deuda pública que llevó al segundo rescate después del "único y excepcional" griego.

Esa medida fue un error reconocido, algo que puede explicar cómo se está tratando ahora a Chipre.


El "corralito" de la eurozona

La decisión de gravar los depósitos ha sido precedida por una congelación de los depósitos bancarios. Esto nos recuerda al corralito argentino de 2001, que dio lugar a una dislocación económica, un inmenso sufrimiento y tal ira que dos gobiernos cayeron. Con suerte, el corralito chipriota no va a durar mucho tiempo.

La pregunta es: ¿cómo van a reaccionar los depositantes bancarios en Chipre y en otros lugares? La respuesta corta es que no lo sabemos, pero podemos construir escenarios:

- El escenario benigno es que los depositantes en los bancos chipriotas aceptarán el impuesto y mantendrán el dinero que les queda dónde está. Los depositantes en otros países en problemas aceptarán que Chipre es especial y se mantendrán impasibles.

- Un escenario menos benigno es que los depositantes en los bancos chipriotas temerán una nueva ronda de impuestos. Esto es lo que la teoría predice. Después de todo, si las autoridades lo encontraron óptimo una vez, ¿por qué no dos veces, o más?

Bajo el escenario menos benigno:

a) Tendremos una salida de depositantes total tan pronto como el corralito se levante. Dado que los activos de los bancos son un 900% del PIB, no hay esperanza de un rescate por parte del gobierno chipriota.

b) Cualquier nuevo préstamo europeo se traduciría inmediatamente en una huida de los inversores de la deuda pública.


El BCE puede intervenir para solucionar el problema

En este punto del guión, el Banco Central Europeo (BCE) entraría en el juego. Siendo el único prestamista de última instancia, el BCE tendría que decidir qué hacer.

- En principio, podría estabilizar la situación con pequeño coste, ya que el total de activos de los bancos chipriotas representan menos del 0,2% del PIB de la Eurozona o el 0,5% del propio balance del banco central.

- Pero esto implicaría el riesgo de que pueda sufrir pérdidas - especialmente si los problemas de los bancos se resuelven pobremente, es decir, se manejen mal las quiebras.

Esto no es poco probable ya que el BCE no controla la resolución bancaria chipriota.

Recuerde que la versión actual de la unión bancaria deja explícitamente la autoridad de resolución en manos nacionales. En Chipre, como en casi todo lo demás, las autoridades nacionales están profundamente en conflicto cuando se trata de sus sistemas bancarios. Poderosos lobbies se involucran cuando los bancos quiebran y los gobiernos deciden quién paga el precio. Por lo tanto, es una buena apuesta pensar que la resolución en Chipre será profundamente defectuosa. El riesgo para el BCE es real.

Una resolución adecuada bajo el control europeo podría haber sido parte de las condiciones para el acordar el préstamo. Pero este no parece ser el caso. Lo más probable es que la omisión refleje una creencia por los políticos de que la crisis en Chipre se ha resuelto con éxito. El problema es que esta creencia es falsa: los problemas en Chipre se mantienen incluso en el escenario benigno.


Todas las condiciones para un desastre total están sobre la mesa

El escenario realmente preocupante es que el rescate chipriota se convierta en euro-sistémico - en cuyo caso el colapso de la economía chipriota será una atracción secundaria. Esto sucederá siempre y cuando los depositantes en los países con problemas, por ejemplo Italia o España, tomen nota sobre cómo se han tratado a los depositantes chipriotas.

Ahora tenemos sobre la mesa todos los ingredientes de una crisis autocumplida:

- Será individualmente racional retirar los depósitos de los bancos locales para evitar la probabilidad remota de un impuesto confiscatorio.

- Si la retirada de fondos entra en espiral se produciría una corrida bancaria.

- El sistema bancario se derrumbaría, provocando que se imponga un impuesto al estilo de Chipre, lo que justificaría la retirada de fondos.

Esto probablemente sería el fin del euro.


Conclusiones

Las probabilidades de estos tres escenarios - benigno, menos benigno, y desastre total - son difíciles de evaluar.

- Lo que está claro es que el rescate de Chipre ha creado una situación nueva y más peligrosa que nunca.

- Una vez, se decidió una acción política muy peligrosa sin ninguna conciencia de sus consecuencias no deseadas."


Fuentes: Charles Wyplosz




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