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El Euro del Sur, hacia un Sistema Bimonetario. Punto de partida: Crisis de Deuda

Enric Solà Munarriz - Viernes, 26 de Abril

euroAnte la gigantesca crisis de la deuda pública (y la corporativa y privada), los Estados se han visto en la necesidad de reequilibrar sus cuentas, de tal forma que se logre un volumen de ingresos superior al de los gastos, y así ir disminuyendo progresivamente la deuda generada. A nivel estatal, el principal motor que se ha tratado de impulsar para este fin es el de la exportación: exportar más de lo que se importa, con el objetivo de ir rebajando así la deuda externa.Ello supone actualmente un callejón sin salida desde el mismo momento en que la mayoría de países se han visto igualmente en una situación tan extremadamente delicada que les ha llevado a la misma solución. Todos quieren exportar más que importar, y ya no parece vislumbrarse ninguna economía que sea capaz de generar un volumen internacional suficiente de importaciones para tirar del carro de las economías con necesidad de equilibrar sus déficits externos. La necesidad de posicionarse en una situación ventajosa frente a los países que compiten en su anhelo exportador puede hacer caer en la tentación a los diferentes Gobiernos de llevar a cabo devaluaciones monetarias competitivas; si bien esto choca con el hecho de que, ante la devaluación del vecino, también se suele responder con una contradevaluación defensiva, de modo que todo ello puede producir finalmente la temida “guerra mundial de devaluaciones o guerra mundial de divisas”.


En este punto, los países SurEuropeos se encuentran con la imperiosa necesidad de dar impulso a sus exportaciones, y sólo parece abrirse paso como solución el fácil camino de la devaluación. Sin embargo, el problema añadido de la Eurozona radica en que con la creación del Euro y la instauración de la moneda única para economías tan dispares, se ha hecho imposible proceder a una devaluación tradicional de la propia moneda (devaluación “externa”). Esta imposibilidad se pretende sortear mediante la devaluación no ya de la propia moneda, sino del propio mercado de trabajo, es decir, mediante la rebaja salarial masiva (devaluación “interna”) que permita a las empresas reducir los costes de producción de los productos que posteriormente tratarán de colocar en el exterior. Obviando el hecho de que la devaluación “interna” plantea el mismo callejón sin salida que la devaluación “externa” (puesto que a la rebaja salarial masiva de un país se puede contestar con una rebaja salarial masiva de otro país y dar lugar a una “guerra mundial de salarios”, como ya es perfectamente visible; y teniendo en cuenta que determinados estándares salariales de países empobrecidos difícilmente pueden ser asumidos por las sociedades occidentales; o sí?), planteamos la posibilidad de llevar a cabo una devaluación “mixta” (interna/externa). Esta devaluación “mixta” se basaría en la introducción para SurEuropa de una moneda de Euro nacional regulada.

VÍA DE SALIDA: SISTEMA BIMONETARIO.
La troika impondría a los países que sometieran sus economías a un rescate externo, un sistema bimonetario en el que coexistirían con valor de curso legal:
-una moneda nacional externa: el Euro, fundamentalmente para transacciones exteriores.
-una moneda nacional interna: el Euro español/italiano/griego/portugués/chipriota/irlandés, que sería una moneda con tipo de cambio regulado, fundamentalmente para su uso y circulación nacional.
Ambas monedas seguirían denominándose y teniendo el formato de Euros, lo que permitiría salvar los obstáculos que pudieran resultar de la legislación de los diferentes países (en cuanto a que la moneda nacional seguiría siendo el Euro), si bien en la práctica se habrían creado dos (o tres/cuatro/cinco…) monedas diferentes: el Euro  libre/fuerte y el Euro regulado (Euro español/portugués/griego…). Ello es así porque en el ámbito económico los Euros nacionales serían considerados con su verdadero valor resultante del tipo de cambio establecido, y difícilmente podrían realizarse pagos con Euros nacionales fuera del país de circulación, pues los destinatarios exigirían siempre la entrega de Euros libres. El Euro nacional quedaría circunscrito de un modo natural al territorio del Estado de circulación (en principio, no haría falta circunscribir por ley la circulación de la moneda interna al territorio nacional, pues de ello ya se encargarían por la vía de los hechos los operadores económicos).
Todo el sistema monetario estaría monitorizado por la troika, de modo que la emisión de las diferentes monedas de Euro regulado se mantendría bajo el control de Bruselas, impidiendo que los Estados pudieran elevar la masa monetaria sin la decisión de las economías rescatadoras.
Esta introducción de un Euro nacional español/portugués… se realizaría en 2 fases sucesivas:
-en un primer momento: mediante el estampado/marcado de los Euros existentes en circulación en los países del Sur de Europa (ejemplo, estampado de una “E” para los Euros de España, de una “I” para los Euros de Italia…).
-en un segundo momento: mediante la creación de Euros diferenciados con su distintivo para los diferentes países sometidos a rescate, que se iría enviando a los mismos.
Cada país rescatado tendría su propio tipo de cambio frente al Euro libre, ya fuera impuesto directamente por la troika o “negociado o acordado” entre la troika y los distintos gobiernos sureuropeos. Este tipo de cambio dependería del estado de las diferentes economías rescatadas y podría ir revisándose al alza o a la baja periódicamente (por ejemplo, semestralmente), teniendo en cuenta la evolución de los diferentes datos socio-económicos de cada Estado: se podría partir por ejemplo de la equivalencia entre 1 Euro libre y:
-Euro chipriota: 0’3 euros libres
-Euro griego: 0’45 euros libres
-Euro portugués: 0’55 euros libres
-Euro español: 0’70 euros libres
-Euro italiano: 0’75 euros libres
-Euro irlandés: 0’80 euros libres

EFECTOS.


Realizada la devaluación monetaria o externa, se produciría automáticamente una devaluación interna que conllevaría:
-alivio para el Estado: los pagos de cada Estado surEuropeo se realizarían en su propia moneda de Euro regulado, de modo que el Estado español lograría un ahorro en gastos automático del 30%, pues recibiría como rescate Euros libres, pero pagaría con Euros españoles:
*pensiones
*salarios de empleados públicos
*pagos a empresas/proveedores
*también pagaría con Euros regulados los vencimientos de deuda pública (dando lugar así a una quita automática de los tenedores de deuda para el caso de que éstos, no fiándose de la futura evolución y tipo de cambio del Euro español, solicitasen el pago en Euros libres, pues sólo recibirían la cantidad de Euros libres resultante del tipo de cambio en vigor)
-devaluación para el ciudadano: puesto que recibirían en Euros españoles:
*pensiones y salarios (tanto los abonados por el Estado como por las empresas privadas)
*depósitos y fondos: pues serían redenominados a Euro nacional, y esta sería la moneda que se recibiría en caso de retirada de los mismos.
-empresas:
*aumentarían su competitividad exterior al tener que realizar el pago de los salarios de los trabajadores en Euros regulados
*podría determinarse que las líneas de crédito o cuentas de las empresas o de sectores sensibles de la economía se mantuvieran en Euros libres. Podría también establecerse que el Estado ofreciera Euros libres en cantidad suficiente y a un tipo de cambio ventajoso (o incluso en paridad) a aquellas empresas estrátegicas o a todas las empresas de sectores estratégicos que tuvieran la necesidad de realizar frecuentemente importaciones de productos o materias primas del exterior.
Por tanto, la devaluación podría realizarse de manera más o menos “sectorial” y más o menos “reversible o evolutiva” según determinase la troika. Sería en cada Memorando de Entendimiento o en cada revisión semestral donde se estableciesen de manera particularizada (aunque dentro de un esquema unitario predeterminado) los tipos de cambio de cada moneda, los sectores excluidos de la redenominación, los pagos que el Estado rescatado puede hacer en Euros nacionales y los que debe soportar en Euros libres…


CONCLUSIÓN


Se habría introducido en las economías rescatadas la versión €uropea del palo y la zanahoria, porque según la evolución o los “avances” de las economías rescatadas, la introducción del Euro nacional regulado podría llegar a conducir:
-si hay mejoría/progreso de las economías rescatadas: revisión al alza de la moneda interna hasta incluso llegar al restablecimiento de la paridad con el euro, lo que llevaría a la eliminación del marcado monetario mediante la retirada de los billetes nacionales para su eliminación y la reintroducción de Euros libres. Los ciudadanos verían recuperado la totalidad de sus ahorros e inversiones (si bien, la Troika podría decidir previamente a la recuperación de la paridad, la minoración de los depósitos y fondos en un porcentaje determinado, teniendo además la precaución de no crear dinero ficticio mediante el mecanismo de la conversión)
-si hay un empeoramiento de las economías rescatadas: revisión a la baja de la moneda interna hasta incluso la definitiva expulsión de la moneda interna del sistema del Euro, lo que daría lugar a la libre fluctuación del euro nacional hasta su sustitución por una moneda nacional ya impresa por el país expulsado (en cualquier caso el marcado monetario y la decisión de Bruselas de expulsar al país del sistema monetario de la Eurozona, sería suficiente en caso de resistencia, para que los Euros marcados fueran considerados internacionalmente como una moneda verdaderamente diferente y de valor muy inferior al Euro libre).
Este sistema del palo y la zanahoria sería todavía más efectivo en su objetivo de sometimiento económico de los gobiernos nacionales mediante una doble acción ejemplificadora que marcara el camino a seguir:
-reingreso al sistema monetario libre de algún país rescatado (ejemplo: Irlanda): lo que conllevaría en el resto de países y gobiernos surEuropeos un anhelo de imitación de sus políticas
-expulsión del sistema monetario europeo de algún país rescatado (ejemplo: Chipre): lo que supondría un intenso temor a que la amenaza de expulsión acabara cristalizando en el propio país, impulsando asimismo la implementación por los gobiernos y la aceptación por los ciudadanos sureuropeos de las políticas “convenidas” con la troika.
Se habría creado así un sistema bi/multi-monetario europeo de vocación temporal o transitoria, pero a la vez de carácter indefinido, que serviría como marco regulador para los países rescatados y que permitiría tanto la posterior expulsión del Euro, como la reintegración en la moneda única. Y todo ello manteniendo este esquema transitorio durante el lapso temporal necesario.

Enric S. Munarriz, wikipedia e internet.

Nota del autor: al tiempo de confeccionar este artículo se presenta en Alemania el nuevo partido anti-euro “Alternative für Deutschland” que propugna la reintroducción de las monedas nacionales no como un sistema transitorio, sino como un primer paso para la posterior disolución del Euro.




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