La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Elecciones

Santiago Niño Becerra - Jueves, 11 de Junio

Los resultados de las recientes elecciones británicas invitan a la reflexión.

De entrada uno se plantea cuántas personas leen el programa de los partidos a quienes votan. Por ejemplo, ¿sabían los votantes del Partido Conservador británico que en el programa de este partido figura el compromiso de gastar 46.000 M de libras en remodelar la flota de submarinos nucleares Trident? ¿Conocían que el partido al que votaron tiene in mente realizar progresivos recortes de gasto público hasta regresar a tasas de los años treinta y que eso les va a afectar directamente?.

Lo mejor del caso es que la filosofía que subyace en el actual Partido Conservador británico se halla en la línea de la filosofía del modelo hacia el que nos dirigimos. Por un lado es absurdo pensar que quienes votaron al Conservative Party fueron ‘los ricos’; les votaron, los ricos, si, pero también todos aquellos que se sienten bien en la actual situación y piensan que van a seguir estándolo en un próximo futuro; un grupo que, más o menos, en escaños equivalentes, representa a la mitad de la población; por lo que se sienten cómodos con la dureza del programa económico del partido al que votaron porque creen que tal dureza no va con ellos.

Pero por otro, el espíritu que subyace en el programa del Partido Conservador muestra una situación escindida, una sociedad fraccionada, sesgada: menores tipos impositivos y mayor recaudación, en todo caso, derivada de un mayor crecimiento; menor gasto público a fin de reducir el enorme déficit británico; amortización de una deuda pública elevada; y que cada cual se apañe con sus película personal, en la que la deuda privada juega un papel destacado. (Lo de la redefinir en encaje de la emigración en el país no dejaría de ser una variante de lo anterior).

Ya, queda el tema del referéndum sobre la permanencia en la UE. Pienso que el tema del referéndum se está utilizando como ejercicio de distracción. Ninguna fuerza económica británica, ninguna, desea que The UK abandone la UE, y todos los británicos con quienes yo he hablado desean permanecer en la Unión (recuerden que el SNP siempre ha defendido la permanencia); entonces, ¿quiénes realmente desean la salida?, ¿Los desempleados estructurales, la población marginal  quien se utiliza como espantajo para … conseguir más en la negociación de UK con la UE?.

En la campaña de las recientes elecciones británicas se han hablado de muchas cosas, pero no de dos: no se ha hablado de la política exterior británica ni de las expectativas de la economía británica, y esas expectativas no son buenas desde la perspectiva del conjunto de el país, aunque sí de ciertas zonas … como en todas partes.

En mi opinión estas elecciones han sido una encuesta del sobre el futuro del The UK: un país que en conjunto tiende al empobrecimiento pero con zonas muy potentes, es decir a profundizar en su ya enorme desigualdad; una población sesgada de momento en dos clases; un país que va a intentar sacar lo máximo que pueda de la UE, una UE a la que The UK necesita más de lo que la UE necesita a The UK.

Y no, el UKIP no era un ave de otro género, el votante del UKIP es un votante conservador que quería un endurecimiento del tema migratorio y la celebración del referéndum; ambas cosas se le dieron, luego votó … lo que en el fondo es. Y tampoco no: España es The UK, ni el votante medio británico es el español, ni los problemas de la economía británica son los de la española, así que pienso que es mejor no empezar a hacer reglas de tres extrañas.

Y menos aún, pienso: la Tercera Vía no es aplicable a la actualidad porque el 2015 no es 1997, porque las expectativas económicas hoy no son ni remotamente las de entonces y porque una crisis sistémica en nada se parece a un hecho puntual, por muy crucial que sea, como es el fin del sistema de economía planificada. Hoy hay una única vía: la marcada por la eficiencia y la escasez, y lo demás … es secundario. Tampoco se hagan aquí extrañas reglas de tres.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




[Volver]