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Élites

Santiago Niño Becerra - Martes, 28 de Marzo

Recibo un mail de un lector :

“He leido sus artículos sobre el futuro de gente superespecializada pero lo que me hace pensar que, si aunque haya una élite super preparada, y demas empleo basura, siempre quedara el salto generacional de busco enchufar a mi hijo de esa élite que ha salido tonto, pero le queremos igual.

Por tanto, aunque haya un futuro con gente muy preparada y gente que no, lo que buscan los padres es que para prosperar, los hijos sean gente muy preparada.

De hecho el problema es que actualmente hay mucha mas gente sobrecualificada, pero claro puede ser que los que tengan trabajo sean los "supersobrecualificados", pero en el caso de la vida me hace pensar por ejemplo:

¿Patricia Botín era la más cualificada para suceder a Emilio Botín?

Cuando ves en partidos políticos, que hay gente con son hijos de antiguos políticos, ¿son los más preparados? O gente que ha tenido poder que han colocado a sus hijos y amigos. ¿Sería posible que Blesa hubiera sido presidente de Caja Madrid si hubiera sido amigo de Aznar?.... si analizamos las presidencias de las grandes compañias, muchos altos directivos son gente que pasa de una compañia a otra como alto directivo, ¿pero como se hizo alto directivo?

Cierto es que los hijos de... han mamado en casa y deberían tener más idea que alguien normal, pero no significa que sean el mejor en su tema, por ejemplo los hijos de grandes deportistas no suelen ser tan buenos como los padres, y en teoria han tenido un acceso a un entrenamiento muy cualificado. Da que pensar que esa cultura de alta cualificación después de todo no sea una especie de feudalismo, cambiando el título de conde por el de abogado especialista con masters en ....”

Mi respuesta fue

“Veamos. Pienso que está mezclando varias cosas diferentes. Por un lado pienso que vamos hacia un escenario en el que ‘el hijo tonto de un rico’ puede que sea muy rico pero va a tener poco que hacer a nivel profesional (a no ser que se profundice en ingeniería genética y no nazca tonto). Ser extraordinariamente bueno en algo será imprescindible para destacar a nivel profesional, aunque sea pintar paredes, pero esa persona superbuena tendrá que ser conocida, por ello el networking es tan importante y por eso las grandes corporaciones tienen programas para descubrir esas personas superbuenas.

Ignoro si la Sra. Ana Patricia Botín y el Sr. Miguel Blesa eran los más preparados para presidir las entidades que preside la primera y presidió el segundo, pero, aunque no les conozco, estoy convencido de que son personas supercapaces para desarrollar las tareas que están asociadas a sus cargos. ¡Y claro que han influido e influyeron sus contactos!.

Los deportistas pienso que no es un buen ejemplo porque al margen de disponer de los mejores programas de entrenamiento se han de tener unas dotes personales, tanto físicas como emocionales, para destacar en el deporte, y a veces sí se cumple lo que Ud. apunta: dicen que el hijo de Michael Schumacher, Mick, puede muy bien llegar a emular a su padre o, al menos, a ser muy, muy bueno en automovilismo.

Los descendientes de, o personas con acceso a, personas ‘introducidas en la sociedad’, digámoslo así, lo tienen muchísimo más fácil, pero le aseguro que aquella época en que al hijo bobo del presidente de un banco se le enchufaba de por vida de vicepresidente en una filial con un superdespacho, tres secretarias, un sueldazo y un cochazo con chófer simplemente para que no moleste se ha ido y no va a volver porque ya ni siquiera aporta agenda: es más sencillo acceder al padre.

Evidentemente, es mi opinión”

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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