La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

España crece

Santiago Niño Becerra - Jueves, 18 de Junio

Si, crece: en el 2015, con respecto al 2014 va a aumentar el número de millones que integra su PIB, pero lo va a hacer desequilibrada y sesgadamente: mayoritariamente en unos subsectores de bajo valor, y en unas zonas determinadas.

Crece, pero la ocupación aún crece más, por lo que la productividad cae.

Crece, pero el empleo cada vez es menos indefinido y a tiempo completo: cada vez es más precario: temporal, a tiempo parcial.

Crece, pero la tasa de actividad es de las más bajas de Europa y la población activa sigue cayendo, por lo que parte de la disminución del paro se debe a la reducción de dicha población activa.

Crece, pero las rentas no aumentan, al revés: los salarios se reducen a cambio de más horas; y aún se piden recortes que aún las reducirán más.

Crece, pero la pobreza no disminuye, al contrario, aumenta, tanto la general como la infantil; y sube la población en riesgo de exclusión. Y la desigualdad.

Crece, pero tiene que dedicar casi todo lo que crece a pagar los intereses de lo que el reino debe.

Crece, pero en factores que influyen en ese crecimiento –tipos de interés deprimidos, bajo precio del petróleo, un euro depreciado respecto al dólar–, España nada puede influir porque no pinta nada en el contexto económico internacional ya que depende totalmente de él.

España crece, y los políticos están contentos: los que gobiernan porque ‘los buenos datos’ deparan paz; los que permanecen en la oposición porque suponen tranquilidad.

No nos hemos dado cuenta y ya casi hemos completado el viaje de ida hacia la devaluación interna: para quedarnos: todo-por-menos: trabajo más barato, condiciones laborales menos completas, servicios públicos más reducidos, pensiones y sus accesos sin expectativas, educación con menos recursos, cobertura por desempleo para menos personas, … Es la economía low cost, y así, se dice, es como España gana y puede seguir ganando competitividad.

España crece y crea empleo creciendo menos; lo que no se cuenta es que antes, cuando España precisaba crecer al 2,5% para crearlo, se creaba empleo indefinido a tiempo completo mientras que el empleo que se crea creciendo al 1% es de una precariedad que ayer era impensable.

Cuando la crisis pase y llegue la estabilidad quedará un decorado terroso y enclenque. Cuatro puntos verdes aunque de vegetación parca siendo el resto un páramo de actividades baratas, realizadas por personas baratas en instalaciones baratas, y disfrutando de expectativas baratas. Un decorado en el que conservar ya será mucho y en el que la alternativa será tener menos.

Pensarán que esa España se parece bastante a la de los años 50, y sí: desgraciadamente así es.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




[Volver]