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¿Ha finalizado el desplome del precio del petróleo?

Carlos Montero - Miercoles, 18 de Febrero

Los precios del petróleo se han recuperado 16 dólares por barril desde que alcanzó el punto más bajo en 45 dólares hace un mes, y los inversores ya se están preguntando si ya ha pasado lo peor para el sector energético. El mercado bajista de las materias primas que comenzó en 2011 ha registrado un descenso desde el máximo al mínimo de un 46 por ciento, que es casi exactamente el mismo descenso experimentado en los seis mercados bajistas anteriores, aunque ésta ha durado 3,7 años, en comparación con un promedio de 2,3 años. Según esto, la historia nos dice que la corrección ya se ha completado.

Será, por supuesto, imposible de pronosticar el punto mínimo con total precisión, dice Gavyn Davies en el Financial Times. "El colapso del año pasado en los precios del petróleo no se construyó en los mercados a futuro. Tampoco fue predicho, incluso como una posibilidad remota, por los economistas y analistas del petróleo. Pocos inversores ganaron dinero con la caída, incluso los fondos de seguimiento de tendencias no entraron con posiciones cortas significativas hasta finales de 2014.

La incapacidad de los economistas para predecir un evento tan importante, no sólo para los mercados de materias primas, sino para los bonos y las acciones, es ciertamente preocupante. Pero ahora nos enfrentamos con otra pregunta urgente e inevitable: ¿anuncia el rebote en los precios del petróleo del último mes el final de la caída?

Después de muchos debates, surge ahora el consenso cual ha sido la causa principal de la caída del petróleo de 2014. Como Jeremy Grantham de GMO señala con ironía en el último de sus excelentes informes, a veces la explicación más obvia es la correcta. El primer factor fue el rápido e inesperado crecimiento de la producción fracking en los EE.UU.. Esto sumó unos 4 millones de barriles por día (4,5 por ciento) a la producción mundial de petróleo, en un momento en el que la demanda mundial de petróleo estaba creciendo más lentamente de lo habitual.

En retrospectiva, la principal sorpresa fue que el precio tardara tanto tiempo en caer. Cuando lo hizo, la segunda sorpresa fue que la OPEP se negara a recortar la producción. Los saudíes parecen haber decidido que un precio bajo del petróleo sacaría del mercado a los productores de esquisto de los EE.UU., protegiendo así su cuota de mercado en la producción mundial en el mediano plazo.

La negociación especulativa y de corto plazo exacerbó el colapso. Con el aumento del dólar, los precios del petróleo se enfrentaron a una tormenta perfecta.

Aunque la tormenta puede haber disminuido temporalmente, no hay evidencias reales que señalen que se ha desvanecido completamente. El rebote en el precio del petróleo parece que se debe principalmente a un cierre de posiciones cortas en el mercado de futuros, y un aumento en el almacenamiento especulativo del petróleo. Los fundamentales todavía no han mejorado. No nos sorprendería si los precios del petróleo tocan nuevos mínimos en primavera.

Después de eso, la perspectiva a medio plazo, una vez más, dependerá principalmente de la oferta de petróleo. La demanda está creciendo en alrededor de 800.000 barriles/día cada año, así que si la oferta sigue siendo la misma, se tardarán dos años en eliminar el exceso de oferta que parece haber actualmente en el mercado. Por supuesto, Arabia Saudita podría eliminar ese exceso de oferta muy rápidamente si se optara por hacerlo, pero hay pocas señales de que eso ocurra. Mientras tanto, otros productores de la OPEP están maximizando la producción para compensar las pérdidas de ingresos. La producción de la OPEP cayó unos insignificantes 200.000 barriles/día en enero, y se mantiene sin cambios desde los niveles pre-crash del verano pasado.

Respecto a la producción de esquisto, hay indicios claros de que la actividad de perforación en los EE.UU. va a disminuir fuertemente en el corto plazo. El número de equipos de perforación ya ha caído en un 10-20 por ciento desde fines del año pasado, y los permisos otorgados para nuevas perforaciones en Texas y Dakota del Norte se han reducido a la mitad. Debido a que los pozos de esquisto alcanzan el máximo de la producción muy temprano, y luego cae bruscamente, el mercado ha empezado a anticipar una disminución de la producción petrolera de Estados Unidos muy pronto.

Si eso va a suceder tan pronto como el mercado espera es incierto. Aunque el número de equipos de perforación se ha reducido más de lo esperado, la productividad de cada plataforma está aumentando notablemente a medida que las nuevas técnicas de perforación "horizontal" sustituyen a los viejos métodos "verticales".

Por otra parte, los costos marginales están cayendo. Muchos analistas creen que el costo marginal de largo plazo de la producción de esquisto se ha reducido a 70 dólares por barril, en comparación con los más de 100 dólares de hace un par de años. La Agencia Internacional de la Energía estima que el suministro de petróleo fuera de la OPEP aumentará en alrededor de 800.000 barriles/día en 2015, a pesar de los recortes de inversión que se están anunciando casi todos los días.

Además, el excedente de inventarios parece bastante alarmante en la actualidad.

Entonces, la combinación de un exceso de inventarios, una producción en Estados Unidos aún elevada, la negativa de la OPEP a recortar la producción y el crecimiento débil de la demanda pueden mantener bajos los precios del petróleo durante bastante tiempo antes de que se restablezca un equilibrio sostenible en el mercado, probablemente en 2016. Los precios pueden seguir siendo muy volátiles antes de estabilizarse en un rango de quizás 60-70 dólares el próximo año. Este es un rango cerca de la previsión del consenso para el próximo año. Parece que los riesgos a la baja para ese pronóstico superan a los riesgos al alza, a menos que los saudíes cambien de opinión.

¿Qué pasará en el largo plazo? El artículo de Jeremy Grantham sugiere un escenario alcista para los precios del petróleo a cinco y ocho años. Puede que tenga razón, pero mucho ha cambiado desde los días gloriosos de 140 dólares el barril en 2008. La teoría del "peak oil" parece cada vez más dudosa, el crecimiento del PIB en las principales economías emergentes se ha ralentizado, los coches eléctricos están ganando más terreno, los saudíes ya no actúan como el "regulador" del mercado y las energías alternativas tienen cada vez más presencia.

El punto más bajo de este ciclo puede estar cerca, pero la era dorada para los productores de petróleo no es más que un recuerdo muy lejano.


Fuentes: Financial Times




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