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IMF

Santiago Niño Becerra - Lunes, 17 de Agosto

Sobre todo miren los números del final: http://www.imf.org/external/np/sec/pr/2015/pr15378.htm  

Partiendo de la base de que a) el IMF nunca va a fastidiar a Gobiernos miembros y b) menos en año electoral, y teniendo en cuenta que hoy cualquier estimación más allá de un año es estadística elemental, lo que hay que considerar es la tendencia en este tipo de informes es la tendencia.

Lo que nos dicen esos números es: 1) que España no va a cumplir con el compromiso adquirido en y con la UE de llegar a un déficit del 0% en el 2020, y 2) que para que esos números -los que dice el IMF- se cumplan, o vayan por la senda del cumplimiento, España va a tener que subir impuestos, recortar gastos y ganar competitividad por la vía de los despidos y de las rebajas salariales porque no puede/sabe hacerlo de otra manera, ya que la vía que estaba siguiendo: las famosas y salvadoras medidas del Gobierno, se ha agotado: miren la tendencia del crecimiento. (La del empleo hay que entenderla como 'personas trabajando', sin preguntar en qué, cómo, o con qué remuneración).

Entrando en el ajuste fino hay otras cosas que el IMF no dice porque nunca le han interesado: imaginen como van a ir cosas como la tasa de pobreza general e infantil (hoy ya en el 30%), el subempleo forzado, la desigualdad con las rentas más reducidas, etc.

Por lo que hemos ido diciendo nada de esto es de extrañar: se dice que España vuelve a ir bien, pero miren a su alrededor; y para desmentir esa 'solidez de la recuperación' ahora vine el IMF y dice lo que dice. El escenario en el que España estaba actuando, en el que sigue actuando, era y es un escenario limitado con un horizonte finito. Su 'recuperación' se basaba en el subempleo, en el abaratamiento del despido, en las congelaciones de pensiones, en la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, en las inauguraciones de obra, como el AVE, cuya inversión jamás se recuperará, en unas exportaciones sustentadas en los costes bajos, en un turismo con una capacidad de gasto reducida y estancada, en una productividad a la baja. Y beneficiándose de cosas sobre las que nada influye: precio del petróleo bajo, tipos de interés en el sótano, ... Todo esto les sonará.

De hecho esto no tiene que extrañar. España nunca se movió de donde estaba, por lo que la luz al final del túnel nunca se ha acercado. A ver ahora qué nos cuentan y como.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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