La Nueva Normalidad, más
Santiago Niño Becerra - Martes, 24 de NoviembreHace unos días recibí un mail muy breve de un lector: contenía una sola pregunta: “¿Qué le parece más difícil: la situación económica que hemos vivido de 2012 a 2015, o la de ahora desde 2015 hasta 2019?”
Mi respuesta también fue breve:
“En España, y en general, la de 2016 a 2020 porque además que tener que sacar 50 mM de donde sea, la población deberá desmontar abandonar el sueño que ha construido”.
Cuando me respondió se explayó más:
“Pues mire, yo llevo trabajando desde Febrero en una empresa en (nombre de una localidad española) que se llama (nombre de una empresa). Tiene mucho negocio, de echo tenemos demasiado trabajo. Trabajamos para (nombre de una multinacional). La empresa tiene la patente de diferentes productos, es decir, fabricamos solo nosotros para todo el mundo. Yo particularmente tengo un contrato de formación de un año y luego a esperar que me renueven. Pero ya que dice lo de los sueños, mi único objetivo es ahorrar lo que gano en la medida que pueda. Tengo (una edad comprendida entre 25 y 30 años) y vivo con mi madre (pensionista) y mi hermano de (una edad de entre 15 y 20 años). Tengo capacidad de endeudamiento y capacidad de gasto pero ni me quiero endeudar ni quiero gastar si no es necesario. Es divertido ver y relaja mucho como la cuenta corriente va subiendo cada mes. Mejor eso que lo contrario. Por lo tanto, mientras siga trabajando ese es mi sueño. Lo de independizarme y tener familia, soy soltero, habrá que estudiar el cuándo y el cómo pero duermo tranquilo. Para más información, mi sueldo es de más de más o menos 800 por primas que quitan y/o ponen y trabajo de lunes a viernes 6 horas. En la empresa se trabaja de lunes a viernes 24 horas seguidas”.
Mi respuesta fue:
“Seguro, pero eso solo confirma la Sociedad 1/3: Ud. es parte del segundo 1/3 que-de-momento-si; e igual ese 'de momento' es, para Ud. eterno, pero no tiene nada garantizado porque si esa compañía llega a la conclusión de que debe reorientar su actividad y/o moverse hacia otras latitudes, o le ofrecerán un traslado si es Ud. muy necesario o prescindirán de Ud. Es decir, en ese segundo 1/3 la inseguridad es muy elevada, o total, y muchísimo más elevada que en el primer 1/3 (aunque tampoco ahí nadie está exento de inseguridad).
Lo mejor del caso es que es Ud. afortunado, aunque averigüe cual era el salario de un empleo equivalente y en dinero constante en el 2004 o en 1991, siendo entonces la seguridad mucho mayor.
La ciudadanía se está acostumbrando a una Nueva Normalidad basada en la incertidumbre en la que sólo existe el presente y en la que el pasado ha dejado de ser referencia; de hecho es la manifestación del fin de esta Historia que anunció Fukuyama en el 89. Un presente limitado, insuficiente, desigual y para muchos pobre y excluyente”.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
[Volver]
- La presión de los rendimientos de los bonos de EE. UU. sigue siendo palpable
- Warren Buffett sobre las valoraciones actuales: hoy las cosas no son atractivas. Recorta su participación en Apple en un 13%
- La tasa de desempleo en EE. UU. subió al 3,9% en abril y la economía añadió 175.000 puestos de trabajo el mes pasado
- “Por cada dólar invertido en combustibles fósiles, se están invirtiendo actualmente $1,7 en energías limpias”
- El crecimiento de América Latina registrará un promedio anual en torno a 2% en los próximos cinco años, inferior a un promedio histórico de por sí bajo
- Las recompras por sí solas han representado hasta el 40% del repunte del mercado alcista desde 2012
- El cobre, en el punto de mira
- Warren Buffett sobre las valoraciones actuales: hoy las cosas no son atractivas. Recorta su participación en Apple en un 13%
- Las recompras por sí solas han representado hasta el 40% del repunte del mercado alcista desde 2012
- En contraste con el consenso, Goldman Sachs tiene una visión más positiva sobre el crecimiento del PIB estadounidense en 2024 y 2025
- El crecimiento de América Latina registrará un promedio anual en torno a 2% en los próximos cinco años, inferior a un promedio histórico de por sí bajo