La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Lo que no se quiere decir

Santiago Niño Becerra - Jueves, 27 de Abril

Se hicieron cosas feas, cosas indebidas, cosas punibles, de ahí las multas. 

Pero nadie quiere decir, admitir, que porque se hicieron todas esas cosas se creció lo que se creció; que aquel maravilloso crecimiento fue posible porque se hizo todo aquello que ahora se castiga; que sin todas aquellas cosas feas no sólo no hubiese habido crecimiento sino que el PIB hubiese retrocedido porque el modelo ya estaba agotado en el 2000, en 1991, hilando fino.

Desde 1991 todo fue una creciente orgía de crédito, de especulación, de apalancamiento y de deuda. Se empezó con el plástico, se siguió con las puntcom, se continuó con las subprime y se acabó con Lehman Brothers. Pero el PIB aumentó como nunca y todo eran sonrisas y para bienes; CEOs y empresarios satisfechos, banqueros horondos, ciudadanías pletóricas; Estados y entes locales eufóricos por las crecientes recaudaciones impositivas. En todas partes, y en España, y en USA.

Ahora se castiga a quienes hicieron aquellas cosas feas; pero nadie reniega de aquel crecimiento diciendo que nunca debía haberse producido porque era insano. No sé, lo encuentro un poquito hipócrita.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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