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Los inversores no deberían temer la caída del precio del petróleo

Carlos Montero - Viernes, 09 de Enero

Uno de los factores actuales de incertidumbre en las bolsas a nivel global es la fuerte caída del precio del petróleo, una de las mayores de su historia. La precipitación de esta materia prima ha provocado un incremento de la aversión al riesgo de los inversores, penalizando así las bolsas. ¿Pero está este miedo justificado?

Si nos basamos en diferentes estudios históricos, de los que destacamos el del estratega jefe de Convergex, Nicholas Colas, no está justificado. Colas realiza un análisis de correlación de largo plazo entre el precio de las acciones y los precios del petróleo desde 1973, y como vemos en el gráfico adjunto, esta correlación es cero o negativa. Es decir, los movimientos del petróleo históricamente no han afectado al movimiento de las acciones, y si lo han hecho, ha sido de una manera mínimamente inversa.

En estos 40 años los precios del petróleo y de la renta variable se han movido de manera independiente en promedio, aunque ha habido excepciones. El mayor nivel de correlación se alcanzó en agosto de 2012, con un 49%. Desde entonces esta correlación ha ido descendiendo paulatinamente.

Colas señala que la influencia actual de los movimientos de la materia prima sobre la renta variable viene por el papel que el petróleo tiene en el crecimiento económico mundial. Los inversores no se inquietan por la caída del precio del crudo, sino porque esta caída podría ser reflejo de una menor demanda debida a un deterioro de la economía mundial, y esto sí que afecta directamente al precio de las acciones.

Aunque los descensos de los precios energéticos tienen un efecto positivo sobre el crecimiento de la actividad por liberar capacidad de consumo, se necesita un tiempo para que se trasladen a la economía. En el corto plazo, son un síntoma de una ralentización generalizada, y eso es lo que temen los mercados.

Con una perspectiva de más largo plazo, y como vemos en el gráfico publicado, la correlación actual va a tender a disminuir hasta situarse a niveles promedio de 0% (ahora sobre el 22%). Es decir, el previsible movimiento alcista del petróleo puede ir acompañado de una caída en los índices de valores.




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