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Malos tiempos para las emisiones de deuda privada. Lo ocurrido con Pescanova es sólo un indicador

José Luis del Campo Villares, experto del portal iAhorro - Miercoles, 17 de Abril

paraguasSi ya las emisiones de deuda país peligran y están en continuos vaivenes por efecto de la volatilidad de las primas de riesgo, no digamos las perspectivas que pintan en la actualidad las emisiones de duda privada, siendo entendida esta, las emisiones en diferentes formatos o productos que realizan las empresas privadas. Cuesta fiarse de las emisiones de deuda de los países, en especial de los periféricos. No digamos ya de las emisiones de deuda propia emitida por las entidades financieras, pero ya ni que decir tiene lo que cuesta el colocar emisión de deuda privada de empresas, con independencia de la firma que sea. Y es que lo ocurrido con Pescanova es solo un indicador de lo que puede estar sucediendo en muchas de las grandes empresas cotizadas que comercializan deuda propia y que puede estar fundada en balances más manipulados de lo que se debería. Lo que sujeta a estas emisiones son los datos que arrojan los balances que presentan las empresas y que, de una forma distraída o descuidada, parece que pueden alejarse bastante de lo que es la realidad. Además poco ayudan las declaraciones de los políticos diciendo que las empresas españolas están teniendo más caro el conseguir financiación en los mercados financieros por ser españolas.

 

Pero veamos realmente como las emisiones de deuda privada de empresas han funcionado a lo largo del año para analizar la conveniencia o no de los pequeños ahorradores para entrar en ellas. En lo que va de 2013 muchas empresas de las grandes han recurrido ya a este tipo de deuda como medio de obtener financiación, Telefónica, Gas Natural han colocado deuda a 10 años pagando un cupón cercano al 4% y más recientemente, Ferrovial o Prosegur han colocado bonos a 5 años al 3,375% y 2,75%, respectivamente, más barato por las bajadas en la prima de riesgo país que tenemos.

Viendo la tendencia a la baja de la rentabilidad de esta emisiones y viendo al alza los problemas en los balances de las empresas (Pescanova) o las refinanciaciones de deuda de otras (Mango, Planeta, Prisa,…), ¿alguien se cree que un pequeño ahorrador prefiere asumir riesgos en estas emisiones para conseguir menos de un 3% a dejar el dinero en un depósito bancario de toda la vida sin riesgo aunque den un 1,75% TAE?

O sea, pongamos un ejemplo: 50.000 euros garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos en una entidad financiera sin riesgo de ningún tipo en un plazo fijo a cambio de un 1,75% TAE, ya que si quiebra la entidad responderá el Estado, o invertirlos en ‘papelitos’ emitidos por Pescanova a un 3% TAE (tirando por lo alto) que si quiebra, como ha sido el caso, recuperamos el dinero en calamares y baritas de merluza. Está claro que la asunción de riesgo debe de ser compensada con una mejora sustancial en la rentabilidad, cosa que no está ocurriendo en estos momentos, lo cual me conduce a deducir que se avecinan malos tiempos para las emisiones de deuda privada de determinadas empresas que, curiosamente, siempre tienen éxito porque aparecen ‘inversores institucionales’ dispuestos a adquirir esa deuda. Malo es por ejemplo el caso de que una CCAA la adquiriese porque en caso de quiebra lo acabarán pagando los ciudadanos (como está ocurriendo ahora mismo).

Las emisiones de deuda privada deben de ir respaldadas por informes de auditorías de las cuentas anuales presentadas por las empresas que realizan las emisiones, y tras los fiascos de las auditorías de las cajas de ahorros y de otras empresas, entre las que incluimos a Pescanova como ejemplo actual y presente, uno se pregunta si se puede fiar ya o no de las firmas auditoras hasta el punto de meter sus ahorros en emisiones de deuda de determinadas empresas que muy bien podían haber pagado por tener una auditoría ‘ad hoc’.

Las sospechas de ‘engaño al inversor’ en este tipo de operaciones están a la orden del día y claro está, si por un lado ofreciesen rentabilidades del 8% TAE, la cosa resultaría sospechosa pero atractiva, pero si por otro ofrecen menos de un 3% TAE, la cosa ya es para ni prestarle atención, ya que el riesgo a asumir para esta rentabilidad no vale la pena ni perder el tiempo en pensárselo.

José Luis del Campo Villares, experto del portal iAhorro




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