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Más China, más

Santiago Niño Becerra - Lunes, 04 de Mayo China es un tema que no sólo no se acaba: queda muchísimo. Hace tres años, cuando Uds. comenzaron a leer sobre lo que estaba sucediendo en ¿el país? Y a lo que podía apuntar, he de reconocer que sonaba raro: ¡problemas en la economía china!, casi increíble; pero el tiempo ha ido pasando y nos ha traído lo que ahora ya sabemos: según algunas estimaciones, en el 2009, China puede crecer poco más del 5,0%; y a partir de ahí para abajo.

A lo largo de pasados meses he ido contándoles cosas de China, algunas han sido reproducciones de mails remitidos por amables lectoras/es. Hace algunos días un lector me remitió un texto verdaderamente significativo, este: 

“Era el mes de Noviembre, si no recuerdo mal fue a casi a finales, y me dirigía a mi oficina por la mañana, justo cuando la mayoria de los trabajadores se encuentran también de camino al suyo. El caso es que desde la ventanilla del coche vi por el rabillo del ojo algo que al principio no le hice mucho caso -ya sabe que por el rabillo del ojo es por la única parte del ojo por donde se ven las verdades de este mundo sin falsear y que es por eso por lo que muchas veces preferimos no hacerle caso y seguir mirando de frente- pero que pasados unos segundos no pude seguir evitando. Justo a mi par había parado un Opel Astra GTC, el modelo mas novedoso.

Llegados a este punto le hago un inciso para que se haga cargo de lo que esto significa. El gobierno Chino tiene una política proteccionista en lo referente a la importación de vehículos del exterior. Existe una cuota anual de vehículos a importar por las empresas automovilísticas. Esa cuota puede variar en función de si dichas empresas poseen o no una fabricación en el país, en cuyo caso esa cuota varía en función de las unidades producidas localmente.

Todas las casas internaciones -GM, Ford, Toyota, BMW, Mercedes, etc.- se han asentado en China usando dos vías, una es la producción de modelos desfasados de occidente bajo la misma marca y la otra es la creación de una “Segunda Marca” la cual también fabrica coches ya desfasados de dichas empresas. Bien, añadir además que aquí hay modelos que NO se ven, no se comercializan y tampoco se fabrican (al menos por el momento). Todos los vehículos fabricados aquí y que no pertenecen a una de esas “Segundas Marcas” llevan siempre el nombre de la provincia donde se fabrica de forma que se descubre a simple vista que, por ejemplo, un Volkswagen Passat está fabricado en Shanghai porque en la parte trasera tiene el nombre de la ciudad donde se fabrica, mientras que si el coche es de importación no hay ningún indicador.

Bien, pues volviendo al tema del Opel Astra, el caso es que no le di mucha importancia pues solo era uno y siempre podría ser un coche importado por algún ricachón caprichoso -los hay a patadas- para su mujer o su querida (el coche iba conducido por una bella y joven chica), así que eso, no le di mas importancia. Pero la cosa no quedo ahí, una semana mas tarde volví a ver otro modelo igual, diferente color, diferente conductor. Sospechoso. A principio de Diciembre la cosa empeoro pues aparcado en la puerta de un banco había un flamante y último modelo de A-8. Audi solo comercializaba en China el A-4 y el A-6 y todos de una temporada anterior a la actual en Europa. Ahora también están vendiendo A-3 y A-5 y además haciendo MUCHA publicidad sobre ellos.

En fin, esto me hizo pensar en un post de Vd. en el que comentaba que no se podía esperar que China reemplazara la falta de demanda de vehículos que se estaba produciendo en occidente. Y la pregunta supongo que ya la sabe: ¿Seguro que alguien no está intentando que si sea así?. ¿No habrá nadie pensando que China es el ultimo cartucho para dar un poco mas de tiempo a las maltrechas situaciones de los fabricantes?. Yo, visto lo visto, no lo descartaría, mas aún teniendo en cuenta que el precio de esos vehículos NO es el mismo que el que se encuentra en el Reino o en cualquier otro país (Tengo que sacar tiempo para ir a un concesionario e informarme de los precios, tengo mucha curiosidad y así que pueda me informo y de paso se los hago saber a Vd.)”.

La idea no es mala: por pura ley de probabilidad, entre más de 1.300 millones de habitantes, las posibilidades de que algunos puedan adquirir los modelos citados son elevadas, máxime porque en China, como en todas partes, la mayoría de los nuevos ricos quieren demostrar que lo son. Insisto: la idea no es mala, sobre todo si los precios son convenientemente ajustados para la ocasión.

El problema es que la estrategia sea sostenible en el tiempo. Pienso que la economía china va a ser una de las que más van a padecer la próxima crisis sistémica, por su dependencia, sí, pero, también por su particular sistemática.

(Aquí, en el reino, el 81% de la población piensa que la situación económica es mala o muy mala, el 53% cree que empeorará, y si se celebrasen elecciones genéreles ahora mismo, el principal partido de la oposición las ganaría (El País 03.05.2009, Págs. 12 y 13). A destacar: 1) aún no ha sucedido nada en comparación con lo que va a suceder y ya ven los porcentajes: en Septiembre serán mucho peores, ya verán, y 2) es tal el deseo de la gente de que “las cosas se solucionen” que una mayoría de quienes, de esa gente, pueden votar, creen que otro partido político las arreglará. En fin).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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