La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Porque no se deben comprar las criptomonedas por mucho que bajen

Carlos Montero - Jueves, 18 de Enero

El bitcoin lleva días cayendo a plomo, realizando un mínimo por debajo de los 10.000 dólares después de un máximo hace unas jornadas en las cercanías de los 18.000 dólares. Ante estas caídas muchos lectores e inversores particulares me preguntan si sería buena idea aprovechar estos descensos para tomar posiciones en la criptomoneda. Mi respuesta es no.

Son varios los argumentos que desaconsejan esta inversión: La enorme volatilidad, la ausencia de referencias fundamentales válidas, la oposición de los principales bancos centrales…

El especialista Octavio Blanco da cuatro razones para disuadir a los inversores de invertir en criptomonedas:

1. Fraude y cuestiones de seguridad

La forma más popular de comprar y vender criptomonedas es a través de un intercambio, donde compradores y vendedores se unen en línea para comerciar.

Pero los reguladores, incluida la Oficina de Protección de las Finanzas del Consumidor y la Comisión de Bolsa y Valores, que desde julio se han vuelto mucho más activos en la supervisión de las criptomonedas, han estado advirtiendo que algunos intercambios son falsos. Los inversores desprevenidos pueden abrir fácilmente una cuenta en un intermediario fraudulento y enviar dinero para comprar, digamos, bitcoin. Pero los delincuentes robarán el dinero y el inversor nunca recibirá el bitcoin.

Incluso los intercambios legítimos pueden no tener una seguridad adecuada. El mes pasado, un destacado intermediario surcoreano se vio obligado a cerrar después de ser atacado por piratas informáticos que robaron las criptomonedas. En tales casos, las autoridades pueden hacer muy poco para recuperar los fondos.

2. Las ofertas iniciales brindan poca protección

Para algunos inversores, lo interesante de las criptomonedas es la posibilidad de participar en una oferta inicial de monedas (ICO). Los inversores acuden con la esperanza de obtener la moneda digital a un precio bajo y luego obtener ganancias a medida que aumenta.

Pero estas operaciones son mucho más arriesgadas que en el mercado de renta variable, con diferencias claves. Por un lado, en la oferta inicial de criptomonedas el inversor promedio no puede acudir con facilidad. En las OPV de bolsa las empresas otorgan sus acciones a los inversores institucionales, que luego pueden ponerlas a disposición de sus clientes simpre que sus ingresos alcancen ciertos umbrales. De esta forma, los inversores promedio no pueden asumir riesgos indebidos que podrían aniquilarlos.

Esto no pasa así en las ofertas de criptomonedas. Cualquier puede participar. El resultado es que algunos inversores demasiado entusiastas pueden asumir demasiado riesgo financiero.

Otra diferencia es que las ICO no tienen que cumplir con los mismos altos estándares de las OPVs. Antes de que una empresa pueda presentar su doferta pública, debe mostrar un nivel mínimo de ganancias, someterse a auditorías, emitir un prospecto que explique los datos financieros de la empresa, etc. En otras palabras, cuando las acciones se ofrecen al público ha habido la diligencia debida, las acciones se consideran viables y los inversores tienen acceso a la información.

No existen tales garantías para las ICO. Los emisores de criptomonedas tal vez ni siquiera tengan una trayectoria que los inversores puedan examinar para ver si la compañía es financieramente sólida. Si bien muchos publican un libro blanco que explica por qué recaudan fondos, no existe un requisito legal para hacerlo

3. Habrá honorarios

Es cierto que cuando se creó el Bitcoin, la idea era en parte crear una alternativa bancaria como forma de evitar las altas tarifas. Pero comerciar con las criptomonedas tendrá un coste, generalmente una fracción de un porcentaje del monto total de la transacción.

Hace un año, antes de que la mayoría de personas pensara en comerciar con bitcoin, la tarifa promedio para comerciar con bitcoin era de 6 centavos. Esta tarifa aumentó a finales de diciembre hasta los 55 dólares por transacción.

4. Las criptomonedas son fáciles de perder

Cuando compra una criptomoneda y la coloca en la billetera de criptomonedas de su teléfono inteligente, puede ser más seguro que tomar la opción alternativa, que es almacenarla en una billetera ubicada en su intermediario. Esto es porque los intermediarios tienen mayor probabilidad de ser pirateados que su teléfono inteligente. Hasta la fecha miles de millones de dólares en bitcoins y otras criptomonedas se han perdido en activos de piratería a intermediarios.

Pero incluso usando la billetera de tu teléfono inteligente podrías perder tus bitcoin. Si no haces una copia de seguridad de la aplicación, y pierdes tu teléfono, no tendrás suerte. Si se extravía o elimina accidentalmente su clave, o la larga contraseña de su billetera, ya que no hay la opción de “olvidé mi contraseña”.

Otro peligro es que los sistemas operativos de los teléfonos inteligentes podrían corromperse, por lo que perdería lo almacenado en su billetera.

En resumen, muchos factores que desaconsejan fervientemente invertir en criptomonedas por mucho que caigan.




[Volver]