La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

“Quise llevarme 30.000 euros a otro banco y me encerraron con el director general de inversiones…”

Mar Revuelta - Lunes, 10 de Junio

bancos"El patio está que arde. Los bancos ven cómo los clientes buscan dinero debajo de las piedras, la máxima rentabilidad para sus ahorros en tiempos de tipos cero y de gran cruzada de unos y otros intermediarios por buscar clientes. Sí, buscan clientes las compañías de seguros; las eléctricas; las operadores de teléfonos; los restaurantes; los bares; las casas de putas; los vendedores de perfumes...Buscan clientes, se roban clientes los bancos y las cajas de ahorro, como hace treinta o cuarenta años. Bancos y cajas de ahorro se han percatado de que los clientes han perdido el miedo a una posible intervención masiva de bancos españoles. La creencia generalizada es que ningún bancos o caja de ahorros cerrará, porque si alguno hubiera con problemas, rápidamente el Banco de España lo intervendría", cuenta el representante de una de las grandes fortunas de nuestro país.

“Estamos descontentos, en concreto, con la gestión que le hemos encomendando a un banco, que dice ser especializado en patrimonios, y hemos decidido cerrar algunas cuentas, las más bajas, porque el grueso de nuestro dinero depositado en ese banco, en concreto, lo administramos nosotros de manera directa”, continúa.

“La semana pasada fui a retirar 30.000 euros de una cuenta, que ya había liquidado previamente, una cuenta de fondos de riesgo de emergentes, que me ha dado buenos rendimientos, hasta ahora. Llegué al banco a las 9 de la mañana y salí a las 13 horas, a la 1 del mediodía ¿Qué qué pasó? Que me secuestraron, así como suena”, añade.

“Primero fue la amabilidad cómplice de la cajera. “Es una cantidad muy alta ¿no?. Espere que hable con el director”. Llega el director. “Hola Fulano ¿no te importa pasar a mi despacho?” Accedo cordialmente, porque lo conozco desde hace mucho. El director comienza a divagar de lo humano y de lo divino, de lo mal que están las cosas por todas partes, de las exigencias del Banco de España, de cómo las aprietan las tuercas los de arriba…Un valle de lágrimas”, dice nuestro interlocutor.

“Dos horas después, tras tomarme un café un vaso de agua, el director me plantea “¿Quieres conocer al capo, al jefazo, al director de inversiones?” Me encojo de hombros. Suficiente para que el director levante el teléfono y haga la llamada pertinente. a los 10 minutos para un taxi a la puerta del banco. Bajan un señor vestido de negro y una elegante ejecutiva. Saludos de rigor “Hola, hola, encantado/a ...”, prosigue.

“Pasamos a una sala privada y empieza el bla, bla, bla…cédulas hipotecarias, warrants, oro, estructurados, maíz, petróleo…"

"Y si esto es por 30.000 euros ¿qué me hubieran ofrecido por los 2 millones de euros restantes que aún tiene mi administrado depositados en ese banco?”, finaliza nuestro interlocutor.




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