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Refugiados

Santiago Niño Becerra - Miercoles, 09 de Septiembre

Nuevamente a Europa se le ha venido encima un problema que no ha buscado, el de los miles de refugiados que ya han llegado y el de los millones que, previsiblemente, van a llegar. Pienso que este problema debe ser tratado a dos niveles, en dos planos.

Por un lado el plano humanitario, de solidaridad, de justicia; a ese nivel, ya saben, aquí no hablamos y así vamos a seguir. Por otro el plano económico; vamos por aquí.

En la última década han aumentado las publicaciones y los comunicados que insisten en que Europa necesita aumentar su población debido al envejecimiento de la misma. El razonamiento es de manual: más trabajadores son necesarios para que el crecimiento se mantenga vía consumo, para que la recaudación fiscal crezca vía impuestos, y para que los ingresos de la Seguridad Social sean capaces de pagar las pensiones de los jubilados del baby boom. Y ahora los refugiados van a venir a cumplir tales necesidades.

Pero este razonamiento choca frontalmente con la realidad que desde los años 80, pero sobre todo en los últimos quince años se ha ido poniendo de manifiesto: cada vez se precisan menos horas de trabajo y de menor cualificación media para generar una unidad de PIB. El porqué ya lo hemos comentado: la tecnología cada vez es más sofisticada, más barata y más fácil de manejar, luego aumentar la productividad por unidad de input es más barato y sencillo, lo que permite reducir costes al ahorrar factores productivos y mejorar la competitividad así como adecuar la producción a las expectativas de consumo.

En esta línea, ¿qué falta hace, para qué se necesita que aumente la población si el desempleo estructural y el subempleo están creciendo y así van a continuar?. Trabajadores subempleados con salarios bajos cotizarán por muy reducidos importes a todas luces insuficientes para garantizar un modelo de pensiones que fue construido con las premisas de pleno empleo y salarios permanentemente crecientes.

Por el lado de los gastos no existe justificación a la llegada de refugiados. De entrada, y hasta que estas personas se hallen en disposición de generar PIB van a ser detractores netos de recursos: Alemania calcula que el año en curso los refugiados establecidos en su territorio van a absorber 10 mM€ de recursos públicos. Cierto: el Gobierno de un Estado puede gastarse los fondos que recauda como estime oportuno, pero 1) si se los gasta en unas cosas no podrá gastárselas en otras, y 2) para seguir con Alemania, en el país ya existen carencias sociales clamorosas: el 50% de la población de Berlín no sabía, cuando se ha despertado esta mañana, si hoy podría realizar dos comidas.

En Alemania en particular desde la Agenta 2010 y en toda Europa en general los recortes de gasto público han disparado las carencias sociales y la desigualdad, a lo que se suman las rebajas de impuestos que han ahondado en las diferencias sociales: en Alemania el 10% de la población controla el 67% de la riqueza mientras el 50% controla el 1,4%. Y esto sin los refugiados que están llegando, añadan los que van a llegar. E insisto: un Gobierno puede gastarse lo que recauda como estime oportuno, pero lo que se gasta en una cosa por fuerza debe dejarse de gastar en otra so pena de que se recurra al endeudamiento pervirtiendo el concepto de lo que debe ser la deuda.

Claro. La pregunta: entonces, ¿cuál es la razón de que se justifique como económicamente positiva la llegada de estos refugiados?. Pienso que sólo una: aumentar la oferta de trabajo para forzar los salarios a la baja y aumentar la población activa en la que escoger a los mejores elementos comprando su trabajo más barato. Máxime teniendo en cuenta que muchos de los que están llegando son personas cualificadas.

Estará bien seguir la evolución del impacto económico de estos refugiados y de los que van a llegar en el tejido económico-social de Europa. Estará bien y será muy interesante.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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