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“Si yo fuera un ahorrador español o italiano, no dormiría tranquilo”

Carlos Montero - Martes, 19 de Marzo

"Esto es absolutamente sorprendente. La naturaleza misma de la banca ha sido sacudida hasta sus raíces con esta decisión. La banca depende de la confianza. La confianza de que cuando se haga un depósito será devuelto al menos en su totalidad", así se pronunciaba ayer el famoso analista estadounidense Dennis Gartman, tras la propuesta del Eurogrupo de una quita en los depósitos bancarios de Chipre.

El sábado de madrugada se estableció un rescate financiero para Chipre de l10.000 millones de euros. De ellos, unos 6.000 millones serán financiados por un impuesto único del 9% sobre los depósitos bancarios superiores a los 100.000 euros, y del 6,75% para los ahorros menores de esa cantidad. Eso fue lo inicialmente establecido, porque en el día de ayer, y ante la negativa reacción de ciudadanos y mercados, las autoridades chipriotas cancelaron la votación donde se aprobaría este plan, y se comprometieron a estudiar otra propuesta menos lesiva para los pequeños ahorradores.

Desde mi punto de vista esta medida es un claro error por varios motivos. Es un error porque, como vimos ayer, se incrementaron de nuevo los riesgos de contagio a otras partes de la zona euro. Como señalaban ayer reputados gestores financieros, “si yo fuera un ahorrador español o italiano, no dormiría tranquilo”. Aunque las autoridades europeas no se han cansado de repetir que no se trasladará esta medida a otras naciones dada la peculiaridad del sistema bancario chipriota (fuertemente sobredimensionado), los mercados desconfían de las promesas políticas, y sin lugar a dudas, con razón. Podemos ver una huida de capitales de la periferia europea en los próximos datos del Banco Central Europeo.

Es un error porque se ha cruzado una peligrosa línea. Hasta ahora eran los inversores profesionales –accionistas y tenedores de bonos- los que cargaban en las crisis con el peso de las reestructuraciones. El que se haya traspasado esas pérdidas a los ahorradores bancarios, socava por un lado la naturaleza misma de la banca, como decía Gartman, y por otro un principio de justicia financiera y social.

Es un error porque el objetivo principal de este rescate europeo era estabilizar el sistema bancario chipriota. Ayer los bancos del país cerraron por la posible avalancha de retiradas de efectivo. Hoy y mañana lo harán también. Se han cancelado las órdenes por internet. Los cajeros han agotado su disposición de efectivo. Los grandes inversores están a la espera de poder retirar sus ahorros en el país. Lo último que necesitaba el país era una corrida bancaria, y eso precisamente es lo que se va a producir. Por otras experiencias pasadas, los efectos de una quita en los depósitos eran más perjudiciales, que quitas en los bonos soberanos.

En este momento, no hay ninguna razón para tener tus ahorros en Chipre. Y lo que es peor, tampoco la hay para tener los ahorros en países como España, Portugal, Italia o Grecia. Lo que este acuerdo refleja es que el ser un depositante en los bancos de la zona euro no garantiza o asegura tus ahorros. Estamos en un nuevo mundo.

Por otro lado, el resto de bancos de la zonaeuro se vieron ayer gravemente afectados. Sus acciones cayeron fuertemente, y es posible que a partir de ahora se les exija una prima más alta para comprar sus activos.

Como decíamos anteriormente, las autoridades europeas dicen que Chipre es un caso especial, y que nada hay que temer. ¿Por qué? Los bancos de Chipre tenían activos por valor de ocho veces el PIB del país, y mantenían depósitos por cuatro veces el PIB. Esto empequeñece el caso de Irlanda, que hasta este momento era el claro ejemplo de un sistema bancario sobredimensionado -en Irlanda en ningún momento se planteó un impuesto especial a los ahorradores.

¿Había otras opciones? Gabriele Steinhauser contesta que no en el WSJ:

La zona euro podría haber ofrecido un rescate más grande, pero fue rechazado por Alemania, Finlandia y otros (Alemania siempre ha considerado a Chipre como un paraíso fiscal encubierto). El FMI propuso una reestructuración ordenada de los dos mayores bancos del país. Eso habría salvado a los depositantes con menos de 100.000 euros en estos dos bancos y depositantes con cuentas en otros bancos chipriotas. Pero ese plan fue considerado como demasiado arriesgado. Los ministros de la zonaeuro también discutieron el uso de fondos de pensiones chipriotas para recapitalizar los bancos, pero habría tenido un impacto aún más fuerte en los ciudadanos comunes. Cuando el presidente chipriota Nicos Anastasiades bloqueó un acuerdo preliminar sobre un impuesto a los depósitos, las negociaciones amenazaron con derrumbarse. Eso habría dado lugar a una suspensión de pagos desordenada, y la salida de Chipre de la zona euro.

La pregunta que habría que hacer es ¿por qué Alemania se negó a incrementar el rescate financiero? Recordamos que con este impuesto se recaudará escasamente 6.000 millones de euros. ¿Está Alemania endureciendo sus condiciones para alcanzar la ayuda europea? ¿Es esto fruto de que se acercan las elecciones presidenciales en el país? Si la respuesta a estas dos preguntas es sí, el escenario se complica para otros países, incluido España.




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