Suelo
Santiago Niño Becerra - Martes, 22 de Mayo Ya tenemos new Ley del Suelo; bueno, a partir del 1 de Julio.Las razones argíт¼idas para esta nueva ley son de peso: acabar con los chanchullos urbanisticoinmobiliarios, abaratar el precio del metro cuadrado, aumentar el número de viviendas sociales. ¡Genial!, ¡Verdadera y absolutamente genial!. Pero, ¿por qué ahora?.
El precio de la vivienda está, en el reino, desde 1997, desconectado de la realidad. En el año 2003, en colaboración con una de las mejores alumnas que en la Facultad he tenido, realicé un estudio sobre el mercado de la vivienda en España; fue uno de los primeros que abordaban en profundidad el impacto que sobre las rentas de la población estaba teniendo la escalada de precios en el mundo inmobiliario. Un extracto del mismo fue publicado en Dossier Económic de Catalunya en el ejemplar del 10 al 16 de Enero del 2004.
Ha llovido mucho desde entonces y la especulación continuó navegando a toda máquina tres años más, pero las conclusiones a las que entonces llegábamos eran desalentadoras. Asignando el íÑ‚Ândice 100 al precio real medio del metro cuadrado en España y al salario real medio nacional, mientras el valor del primero habíÑ‚Âa ascendido hasta 174 en el 2002, el del segundo habíÑ‚Âa descendido hasta 90 en el mismo año. Más aún , mientras que con un salario medio anual podíÑ‚Âan adquirirse 26,46 m2 en 1987, en términos reales, con un salario medio tan sólo podíÑ‚Âan adquirirse 13,61 m2 en el año 2002. Llegamos a más conclusiones, pero ahora nos extenderíÑ‚Âamos demasiado.
Los problemas de la vivienda en el reino llevan años arrastrándose por cualquier lugar en el que se pose la vista, sin embargo, ha sido ahora, precisamente ahora, cuando se han abordado y, no nos engañemos, se han abordado tan sólo una míÑ‚Ânima parte de los mismos. Insisto en la pregunta, ¿por qué ahora?. Yo tengo una teoríÑ‚Âa. Se la cuento.
Con las cosas de la vivienda como estaban, un colectivo importante de personas ha ganado mucha, pero que mucha pasta; a la vez, un porrón de gente ha estado ocupada, gente que, de otra manera, muy posiblemente no lo hubiera estado (y/o no hubiese emigrado al reino); como consecuencia de todo ello, el PIB ha crecido. Pero todo eso se está acabando y, además, dentro de cuatro díÑ‚Âas se celebrarán elecciones. Si juntamos todo esto, ¿qué sale?. Lo han adivinado: la nueva Ley del Suelo.
Además, esa nueva ley va a posibilitar una cosa crucial teniendo en cuenta lo que se nos viene encima. La nueva ley va a poner en marcha -al menos, eso es lo que se espera- la construcción de un montonazo de vivienda social, es decir, va a movilizar un gasto público que va a ocupar a una parte del tremendo desempleo que se va a generar; como decíÑ‚Âa hace unos díÑ‚Âas, Keynes returns.
Pues nada. Demos la bienvenida a la nueva neonata; pero que nadie quiera vendernos duros a cuatro pesetas. El gran Santiago Rusiñol lo intentó ! y le salió rana.
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de EconomíÑ‚Âa IQS. Universidad Ramon Llull.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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