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Vamos ! -  y 3

Santiago Niño Becerra - Viernes, 11 de Julio He dejado para hoy otros dos mail. El que viene ahora es de una ex alumna; también se halla desempeñando sus tareas profesionales en el subsector financiero; también es muy perspicaz; y también salió el tema de Eurocopa, de hecho, su respuesta estuvo motivada por un comentario que yo le formulé. Me decíт­a:

“Uno de los promotores (inmobiliarios con los que trabajamos) nos comentaba que los propios bancos, cuando se les pide una hipoteca para comprar un piso, insisten al cliente que, dada la situación actual de la economíт­a, es muy probable que los precios de los pisos bajen, por lo que les recomiendan esperar. ¡Les convencen de que no saquen el dinero del banco!.

Este promotor ya se ha encontrado varios casos en los que aún teniendo la paga y señal de los clientes, como el banco les ha recomendado que no comprasen en estos momentos, han preferido perder la reserva del piso y dejar el dinero en el banco….es muy fuerte!”

Las entidades financieras ! Este mail, decíт­a, fue la respuesta de mi ex alumna cuando le comenté que, en una emisora de radio, habíт­a oíт­do a un aficionado decir que habíт­a tenido que pedir un crédito para acudir a la Batalla de Viena, y que habíт­a “engañado al banco para que se lo dieran porque no se lo queríт­an dar”. (Al respecto de las reacciones generadas por la victoria, el mismo mail que acabo de reproducir decíт­a: “Una compañera del trabajo contaba que su niña pequeña le preguntó: “Máma, ¿qué le pasa a la gente que se está volviendo loca?””). Mi ex alumna, en relación a mi comentario sobre el aficionado, acabó su respuesta con un: “Por eso no me extraña que haya tenido que engañar al banco para que le dieran el dinero”.

Mientras estaba escribiendo esto que ahora leen, me ha entrado un mail de un lector que, como Uds., me lee; un mail demoledor, acongojante, absolutamente testicular; nacido de la mente de alguien preocupado, nacido en el cerebro de alguien que ha dado y está dando muchas vueltas a la situación actual; lo reproduzco tal cual; léanlo con detenimiento: vale la pena.

“Soy un trabajador de 31 años que, cuando tuvo oportunidad de comprar vivienda se informó y comprobó que existíт­a una colosal burbuja crediticia e inmobiliaria que hacíт­a desaconsejable comprometer el trabajo de mis próximos cuarenta años en la compra de un activo de precio tres veces superior a su valor real. Estos años he ido aprovechando la renta variable para tratar de no perder poder adquisitivo, pero desde hace un año abandoné la renta variable, con lo que coloqué mi ahorro en depósitos de no más de 20.000 у¢Ѣ€šт¬ por entidad. Por no tener vivienda en propiedad es este ahorro todo lo que tengo, fruto de mi esfuerzo y ahorro durante estos años, y no me gustaríт­a perderlo.

Mi temor es que se produzca una quiebra sistémica bancaria global, empezando por EEUU (Lehman y Merryll ya empiezan a pintar mal también, tras la caíт­da de Bear Stearns) y terminando en nuestra banca, tan necesitada de financiación externa; y que el exceso crediticio y la insensatez del crédito concedido acabe en una colosal factura que al final acabemos pagando las hormiguitas del cuento, después de muchos años de excesos de las cigarras. Las dos condiciones principales de crisis bancaria las tenemos: activos garantíт­a sobrevalorados y exceso de crédito concedido, y además coincide con un cambio de ciclo global con entrada en recesión de muchas economíт­as. La perturbación ya se ha producido y están afectadas la mayor parte de entidades bancarias del planeta. El panorama no es halagíт¼eño.

El FGD cubre esos 20.000 у¢Ѣ€šт¬ por titular, pero su capitalización sólo puede ser suficiente para cubrir quiebras aisladas de pequeñas entidades, no una quiebra en cadena de entidades.
. ¿Es razonable pensar que si la crisis bancaria se extiende se van a perder los depósitos de los ahorradores?.

¿Qué hacer para después de haber sido prudente no pagar la factura de tanta fiesta crediticia?, ¿invertir en oro, a un precio también de burbuja?, ¿comprar una casa a sabiendas de que dentro de 4 años valdrá la mitad?, ¿huir de bancos españoles sabiendo que los extranjeros tampoco están a salvo?, ¿guardarlo debajo del colchón?”.

Reparen en que esa persona lo que en el fondo se está planteando no es la posibilidad de que quiebre la Entidad Financiera X, ¡que va!, lo que plantea en su escrito es que pueda producirse un colapso del sistema financiero global. Hace tiempo que se demostró que podíт­a quebrar un banco, pero hoy un banco es lo que es el sistema en el que se halla: eso, entre otras cosas, es la globalización.

Y los miedos de mi lector (y los de tantas personas) son las consecuencias de las mieles de ayer: hemos llegado a donde hemos llegado porque hemos hecho las cosas que hemos hecho como las hemos hecho. Ahora podemos tener miedo a que el sistema financiero se colapse, pero si el sistema financiero no hubiese hecho lo que ha hecho y como lo ha hecho, el PIB no hubiera aumentado como ha aumentado, y eso a todos nos ha gustado mucho, ¿verdad?.

Una de las cosas que aprenderemos de la crisis en la que estamos entrando es que los actos tienen consecuencias; tal vez sea lo único que aprendamos, y no, creo que no peco de optimista: lo aprenderemos; lo que pasa es que aprender eso también tendrá consecuencias, y, en esta ocasión, tal vez no nos gusten tanto.

(Que quieren que les diga, me ha impresionado: Siemens: 17.000 trabajadoras/es a la puta calle; me impresionó eso, claro, pero más lo que dijo su CEO Peter Líт¶scher: lo hacen porque están cayendo los precios de venta y, a la vez, los costes de producción europeos son altos; interpreto: la oferta es muy superior a una demanda a la baja, y mejorar la productividad no compensa para el valor añadido que se genera, luego, puerta. El gran problema es que si eso hubiese sucedido en 1967 (impensable entonces, ya sé, ya sé) al díт­a siguiente esas/os 17.000 hubieran estado trabajando con un salario, puede, incluso, que superior: eran necesarias/os; ahora, ¿encontrarán un empleo?, ¿a qué salario?: han dejado de ser necesarias/os).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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