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"Los inversores de los mercados emergentes deben diferenciar cuidadosamente en 2017, ya que que observamos que se avecinan tanto aspectos negativos como positivos. El crecimiento global estable, respaldado por indicios de mejora en los Estados Unidos, sería bueno para los mercados emergentes en general. Sin embargo, los mayores rendimientos de los títulos del Tesoro de los EE. UU. y un dólar estadounidense más fuerte como resultado de cambios en la política fiscal de los EE. UU., podrían crear un clima negativo para los mercados emergentes. Seguiremos buscando rentabilidad en asuntos relacionados con las materias primas, no solo en cobre, aluminio y petróleo convencional, sino también en zinc y estaño. En cada país también examinaremos de cerca la reforma política, el riesgo geopolítico, los flujos comerciales mundiales y, por supuesto, el valor relativo. India, Indonesia, Brasil y Sudáfrica pueden resultar de particular interés en 2017".
— Elisabeth Colleran, Gestora de fondos, equipo de mercados emergentes
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"Si bien la elección de Donald Trump ha dado lugar a reformulaciones de los precios salvajes en todos los mercados, seguimos mostrándonos favorables a los bonos corporativos por tres razones:
1. La mayor parte del alza de los tipos de interés a corto plazo parece haberse completado, mientras que el impulso esperado al crecimiento y a la inflación de los planes impositivos y de infraestructura de Trump probablemente no surtirán efecto hasta 2018
2. El plan de Trump de permitir que las compañías repatrien fondos extraterritoriales a tipos impositivos reducidos, así como la probabilidad de que las empresas operen con cautela en este entorno incierto, puede resultar en una menor oferta de bonos corporativos
3. Los tipos más altos seguirán fomentando la inversión de los inversores globales que buscan mayores rendimientos"
— Scott Service, Gestor de fondos, equipo global de renta fija
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