La Carta de la Bolsa

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COMPRE Y CONSUMA
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    <strong>Artículo publicado en <a href="http://www.lacartadelbolsa.com">La Carta de la Bolsa</a> el Miercoles, 02 de Febrero en la sección: Opinion</strong>
    <h3 class="titulo_articulo">COMPRE Y CONSUMA</h3>
    Santiago Niño Becerra
    <p align="justify">Pocos días antes de la pasada festividad de Reyes
entré en una tienda de bolsos y maletas a comprar un monedero dado que el exceso de monedas de que ahora disfrutamos había
acabado rompiendo el que usaba desde hacía más de cinco años. </p>
    <p align="justify">Ningún
posible comprador se encontraba en la tienda por lo que me atendieron
de inmediato. En cinco minutos me decidí y, tras haber pagado, le
formulé una pregunta a la persona que me atendió, una señora de unos
cincuenta años. Mi pregunta fue muy simple: "¿Ha percibido Ud. que en
estas fiestas esté vendiendo menos que el año pasado?".</p><p align="justify"><strong>Oír
mi pregunta tuvo para la señora el mismo efecto que para un fajador
profesional recibir un crochet de derecha en su mandíbula ya que su
cabeza se echó ligeramente para atrás</strong>. Empezó su exposición
diciéndome que llevaba veinte años dedicada a ese negocio y que nunca
jamás había visto un fin de año como el actual. Me dijo que ella y
otros colegas suyos estaban impresionados por lo que estaba sucediendo;
que ?las noticias' de la tele y de la prensa decían que los comercios
estaban vendiendo mucho, pero que eso era absolutamente falso, que
?mirando' si había muchos, pero que comprar .... También me dijo que el
problema se trasladaba a los fabricantes; como cada año, me dijo, en
Septiembre y en Octubre viajaba a Francia y a Italia para comprar lo
que luego iba a vender y, lo que vio y lo que le dijeron esos
mayoristas los pasados Septiembre y Octubre, fue demoledor: fábricas
vacías de detallistas y mayoristas quejosos y cariacontecidos. Pero esa
señora no se quedó ahí, fue más allá y me hizo un dictamen de la
situación.</p><p align="justify"><strong>Dijo que había demasiados puntos de venta</strong>;
que el dinero del que puede disponer la gente es limitado y que ?las
tarjetas' tienen un límite; que los hábitos de esa gente estaban
cambiando ya que se prefería gastar en ?salir y en restaurantes' que
gastar en cosas, por lo que, si se gastaba en objetos, eran artículos
muy sencillos y con una utilidad muy limitada, es decir, muy baratos.</p><p align="justify"><strong>Salí de la tienda y, mientras caminaba por la calle</strong>,
pensé en las palabras que acababa de oír. Aquella propietaria de aquel
pequeño negocio estaba viviendo una situación incierta, pero, además,
percibí temor en sus palabras. Mal asunto, la suma de incertidumbre y
miedo genera cosas raras, y las cosas raras tienen un impacto negativo
en múltiples elementos; por ejemplo, en el PIB.</p><p align="justify"><strong>Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.</strong></p>
    https://lacartadelabolsa.com/index.php/378
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