La Carta de la Bolsa

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AULNAY-SOUS-BOIS (2)
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    <strong>Artículo publicado en <a href="http://www.lacartadelbolsa.com">La Carta de la Bolsa</a> el Miercoles, 08 de Febrero en la sección: Opinion</strong>
    <h3 class="titulo_articulo">AULNAY-SOUS-BOIS (2)</h3>
    Santiago Niño Becerra
    <p align="justify">Siempre que se ha producido una transición sistémica
se han producido conflictos sociales profundos. Se dieron en el siglo
III, cuando comenzaba el desmoronamiento del Imperio Romano; también en
el siglo XIV, cuando el sistema medieval agonizaba; y a finales del
XVIII cuando la figura de la monarquíÑ‚Âa absoluta ya habíÑ‚Âa dado de síÑ‚Â
todo lo que podíÑ‚Âa dar. Las consecuencias de estos últimos conflictos se
prolongaron durante el siglo XIX protagonizados por el movimiento
obrero y finalizaron cuando el sistema compró la paz social con el
Welfare State y con el pleno empleo. </p><p align="justify">Hoy este
sistema ha caducado: la realidad postglobal está imponiendo otros
planteamientos porque las necesidades son otras, lo que supone que al
igual que cuando en el pasado los nuevos planteamientos propiciaron la
aparición de nuevos sistemas, los viejos esquemas debíÑ‚Âan ser
sustituidos; el problema surge cuando esa sustitución afecta a las
personas y a su modo de vida, a las promesas que alguien en el pasado
les hizo, a sus expectativas, a su entorno, a su propia identidad.</p><p align="justify">Los
hijos de los emigrados a la República Francesa y residentes en
Aulnay-sous-Bois o a cualquier otra localidad de semejantes
caracteríÑ‚Âsticas, y que en los 60 y 70 eran unos jóvenes de entre 16 y
20 años, conocíÑ‚Âan sus posibilidades porque su existencia se enmarcaba
con las expectativas que el sistema habíÑ‚Âa diseñado para ellos; hoy, sin
embargo, ¿con qué expectativas reales, no teóricas, cuentan los hijos
de aquellos jóvenes, es decir, los chavales que noche tras noche
han causado destrozos y ansiedad a los ciudadanos <em>normales</em> y a las autoridades del Estado francés?.</p><p align="justify">La auténtica verdad es que el nuevo sistema cuyas primeras manifestaciones
ya se encuentran entre nosotros, a cada díÑ‚Âa que pasa necesita a menos
personas, occidentales y orientales, cristianas y musulmanas, blancas y
negras, francesas de pura cepa y descendientes de emigrantes. Se nos
dice que la tasa de natalidad europea está descendiendo y se nos repite
que eso es una tragedia; ¡pero si hoy ya tan sólo se precisa el 20% de
la población actual del planeta para generar el 80% del PIB del mundo!;
¡hoy!.</p><p align="justify">Se nos bombardea con el mensaje de que lo
que falla es el modelo europeo y con la idea de que en USA todo es
genial, ¡pero si el 10% de las familias de USA sufren hambre fíÑ‚Âsica!. Se
nos dice que en Asia se está creando empleo, ¿querríÑ‚Âamos para nuestros
hijos un futuro como el que le espera a un ciudadano medio chino?. La
postglobalización está trayendo cambios que generan dolor, y contra ese
dolor surge la rebeldíÑ‚Âa, del mismo modo que en el pasado, cuando lo
acarrearon los cambios que ocasionaron las transiciones sistémicas; la
novedad reside en que, nunca hasta ahora, se ha dado la combinación de
?necesidades decrecientes de población productiva' y de ?desmontaje de
los sistemas de protección existentes'. </p><p align="justify">Además, hoy, otro factor entra en juego, un factor muy poco abordado.</p><p align="justify"><strong>Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de EconomíÑ‚Âa IQS. Universidad Ramon Llull.</strong></p>
    
    https://lacartadelabolsa.com/index.php/5857
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