La Carta de la Bolsa

Enviar por Email:
THE DAY AFTER TOMORROW - II
De (correo electrónico): Su nombre: Para (correo elctrónico): Asunto: Mensaje:
    <strong>Artículo publicado en <a href="http://www.lacartadelbolsa.com">La Carta de la Bolsa</a> el Jueves, 23 de Marzo en la sección: Opinion</strong>
    <h3 class="titulo_articulo">THE DAY AFTER TOMORROW - II</h3>
    Santiago Niño Becerra
    <p align="justify">Las pensiones de jubilación, las ?de verdad', se
instauraron en Europa tras la II Guerra Mundial por tres motivos: a)
para comprar la paz social de una clase obrera empobrecida tras la
depresión de los años 30 y tras la contienda mundial, y dotada de una
conciencia de clase que le hacíÑ‚Âa derivar, en lo políÑ‚Âtico, hacia la
izquierda; b) para ?meter' en el consumo a una parte creciente de la
población -debido al progresivo aumento de la esperanza de vida- que
tradicionalmente habíÑ‚Âa quedado al margen del mismo (lo que hasta el
momento habíÑ‚Âa importado muy poco debido a que la gente habíÑ‚Âa
sobrevivido muy poco tiempo al momento en que dejaba de trabajar, y a
que la cantidad y la variedad de los bienes y de los servicios a
consumir era muy reducida) y; c) para dar una salida a los trabajadores
que, por algún motivo, ya no fuesen útiles y/o necesarios en un modelo
productivo que cada vez profundizaba más en la eficiencia.</p><p align="justify">El
montaje, estructurado en torno a los Estados, fue funcionando (las
pensiones de jubilación en unión a otros dos elementos: una cobertura
sanitaria creciente y una serie de gastos, también crecientes,
dedicados, entre otros fines, a educación, servicios asistenciales,
subvenciones en transporte, etc.) debido a que los ingresos que debíÑ‚Âan
financiarlo eran, asíÑ‚Â mismo crecientes en base a que la presión fiscal
también lo era. El montaje, asíÑ‚Â debíÑ‚Âa de ser, se vistió con un manto de
respetabilidad: la redistribución de la renta: los que más teníÑ‚Âan
-porque generaban más PIB- pagaban más para que los que menos teníÑ‚Âan
-porque no sabíÑ‚Âan/no podíÑ‚Âan generar tanto PIB- tuviesen una vida digna
y se posibilitase que pudieran ir generando más PIB.</p><p align="justify">Para
el modelo de protección social, las cosas empezaron a torcerse cuando
el precio del petróleo empezó a subir, en 1973, ya que los costes de
producción, de todo, aumentaron. Se torcieron más cuando, desde los 70,
las compañíÑ‚Âas europeas comenzaron a invertir en paíÑ‚Âses subdesarrollados
y a desmantelar en sus paíÑ‚Âses de origen el equivalente a lo que
invertíÑ‚Âan fuera. Continuaron torciéndose cuando, a lo largo de los 80,
se puso de manifiesto que crecimiento del PIB y creación de empleo
habíÑ‚Âan dejado de estar relacionados, de tal forma que podíÑ‚Âan darse
aumentos en el PIB y caíÑ‚Âdas en la tasa de ocupación. </p><p align="justify">Los
problemas para el modelo de protección social aumentaron cuando, en la
década de los 80 y bajo la etiqueta del "capitalismo popular", la
búsqueda de la eficiencia y el aumento del margen se convirtieron en
los dos objetivos prioritarios de toda compañíÑ‚Âa. Se complicaron más aún
cuando, en 1991, el sistema de economíÑ‚Âa planificada y los peligros que
para la seguridad de Occidente se dijo representaba, se desintegró. Y
mucho más crecieron cuando, a partir de 1995, se puso de manifiesto,
sin ningún lugar a dudas, que la productividad podíÑ‚Âa crecer,
y crecer y crecer; y crecer. </p><p align="justify">Todos estos
problemas y todas estas complicaciones del modelo de protección social
han ido yendo parejas a una constante reducción de los ingresos
públicos motivada por el estancamiento o por la progresiva reducción de
la presión fiscal demandada por unas compañíÑ‚Âas que luchaban para ganar
o, por lo menos para no perder, competitividad.</p><a name="OLE_LINK1"><strong>Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de EconomíÑ‚Âa IQS. Universidad Ramon Llull.</strong></a><a name="OLE_LINK1"><strong> </strong></a><a name="OLE_LINK1" /><p><a name="OLE_LINK1"> </a></p>
    
    https://lacartadelabolsa.com/index.php/6665
[Volver]
Otros artículos en La Carta
Lo más leído hoy en La Carta