La Carta de la Bolsa

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EN LA BOLSA DE AHORA, LAS MATEMÁTICAS NO SABEN DE GEOGRAFÍA NI DE EMPRESAS
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    <strong>Artículo publicado en <a href="http://www.lacartadelbolsa.com">La Carta de la Bolsa</a> el Lunes, 18 de Septiembre en la sección: La Carta</strong>
    <h3 class="titulo_articulo">EN LA BOLSA DE AHORA, LAS MATEMÁTICAS NO SABEN DE GEOGRAFÍA NI DE EMPRESAS</h3>
    Moisés Romero
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<img src="images/stories/septiembre06/sietecabezas.gif" border="0" alt="sietecabezas" title="sietecabezas" hspace="5" vspace="5" width="89" height="112" align="left" />
La gestión alternativa a la tradicional se impone manu militari
entre los principales estrategas del mundo. Fórmulas matemáticas que
combinan la volatilidad de los índices con el desarrollo de tendencias
lo impregnan todo. Como si se tratara de una gran noria que nunca se
detiene, los potentes ordenadores de las princiaples gestoras rastrean día y
noche, sin descanso todos los mercados del mundo. Los ordenadores no
saben de áreas geográficas. Es más, desconocen la actividad de las
empresas, incluso sus nombres y apellidos, en las que fundamentan sus
posiciones (subyacente). Sólo atienden las tendencias, aunque la
pregunta es quién diseña y desarrolla las tendencias ¿acaso no son
ellos mismos, estos monstruos de siete cabezas? Por eso, los
fundamentos económicos, con frecuencia, van por un lado y los mercados
por otro. <strong>Por eso, el viernes pasado, día de la triple hora embrujada, las máquinas diabólicas dispararon contra todo lo que se movía.</strong> 
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<strong>Uno de los principales gestores de fondos de la Bolsa española nos
cuenta, de manera escueta, que su gestora sólo invierte en índices, sin
distingos de valores, sectores o áreas.</strong> "Atendemos a las tendencias
del momento y buscamos siempre el lugar más idóneo para arbitrar en
poco tiempo, sea en Wall Styreet, en Singapur o en Tokio. En mercados
estrechos y poco dinámicos como la Bolsa española ésta es una misión
casi imposible. Por eso apenas faneamos en estas aguas".
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Esta perorata es frecuente entre los principales gestores del mundo, porque <strong>la tendencia secular en este negocio, como en otros, es copiar a los demás, subirse al mismo carro</strong>.
De este fenómeno se extraen conclusiones importantes. Por ejemplo, el
divorcio que se da frecuentemente entre los fundamentos económicos y la
evolución de las Bolsas o, también, el desapego de los índices
bursátiles a las noticias empresariales. Se trata de una ceremonia
matemática que no tiene sentimientos, porque sólo atiende volatilidad
de tal modo que a mayor volatilidad mayores ganancias, o pérdidas, que
también las hay y muy sonadas (LTD y la crisis rusa, por ejemplo).
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La volatilidad del mercado, medida a través de índices como el <strong>Vix
del S&P 500, el Vdax de Fráncfort o el Vstoxx,</strong>
que refleja la
evolución de la volatilidad en el Euro Stoxx 50, despertó hace tiempo,
concretamente el 9 de mayo, después de más de dos años en el limbo. La
Bolsa europea convive, desde entonces, con la prima de riesgo más
elevada desde octubre de 2004. En Wall Street la volatilidad está en el
nivel más alto desde octubre de 2005.
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Conforme pasa el tiempo, <strong>aumenta el número y volumen de carteras
gestionadas que se fijan un objetivo de rentabilidad con un nivel máximo de pérdida o
lo que es lo mismo, con una volatilidad máxim</strong>a. Dicen los teóricos que cuando aumenta la volatilidad es
aconsejable tomar una posición más defensiva, huir de los sectores más
cíclicos y ser más selectivo, pero lo normal es que los gestores hagan, confundidos por el propio mercado, lo contrario.
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<strong>Además, está demostrado que cuando
los mercados tradicionales van bien, la gestión tradicional pierde todo  su atractivo,</strong>
pero lo gana cuando aquéllos van peor. Por eso, los gestores de fondos
apalancados, de hedge funds, se animan, se frotan las manos, cuando el
escenario
en que desarrollan su actividad las Bolsas es de mayor incertidumbre.
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Gracias a este incremento en los niveles de volatilidad, <strong>el índice CSFB Tremont, que mide
la rentabilidad media de los hedge funds, acumula una rentabilidad del
6,29% en los siete primeros meses del año frente al 1,5% que gana el Euro Stoxx 50
</strong>en el mismo periodo. Todas las estrategias que utilizan los gestores de
estos fondos están en ganancias este año. Algunas como el arbitraje con
convertibles, que el año pasado lo hicieron muy mal, ganan por encima
del 7%.
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<strong>El viernes pasado asistimos a una lección magistral de este fenómeno. Vendrán más. </strong>
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    https://lacartadelabolsa.com/index.php/9141
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