La Carta de la Bolsa

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“El ciclo actual de la Bolsa, similar al del 82, en pleno desembarco socialista. Luego llegó el boom
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    <strong>Artículo publicado en <a href="http://www.lacartadelbolsa.com">La Carta de la Bolsa</a> el Jueves, 03 de Octubre en la sección: La Carta</strong>
    <h3 class="titulo_articulo">“El ciclo actual de la Bolsa, similar al del 82, en pleno desembarco socialista. Luego llegó el boom</h3>
    Moisés Romero
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	<img alt="aceras" class="ilustraciones" src="http://lacartadelabolsa.com/images/ilustraciones/temp_file_a15.jpg" style="width: 200px; height: 104px; border-width: 1px; border-style: solid;" />"Acostumbrados como estamos a comparar ciclos actuales con los del pasado, salvo los que siguen empeñados en pronosticar el futuro y siempre se equivocan, hemos discutido en nuestra gestora de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde podríamos ir. Siempre, con el único guión de la Bolsa. Ayer tomó la palabra uno de nuestros consejeros más antiguos ¿viejos?. Un hombre, como la mayor parte de los de entonces, hecho a sí mismo y con múltiples heridas en el rostro, manos, cuello y otras partes del cuerpo, también en el bolsillo, claro, por las diferentes batallas libradas en el frente de la Bolsa. Antonio, hombre hermético, con vestimenta a la inglesa y maneras de los duques (no lo es) de los de verdad, de los de antes, tomó la palabra. Nos lanzó un discurso de más de una hora de duración, apenas interrumpido para posar sus labios en el vaso de agua. No voy a detallar el discurso, amplio, muy extenso en detalles, fechas, situaciones, personajes, empresas y referencias. Sólo cuento la conclusión. Para Antonio, con más de 50 años de experiencia en el mundo de la inversión y de la bolsa, la situación actual es similar a la vivida en 1982..."</p>

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	"Eran años de miseria acumulada por la Crisis del Petróleo iniciada en 1974. Casi 10 años de miseria. Baches en las carreteras (no había autovías y apenas alguna autopista incipiente). Baches en las calles. Serenos en los barrios. Luces vacilantes, muchas muertas, en las ciudades y oscuridad en los pueblos..."</p>
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	"No había móviles, ni coches de lujo por doquier. Tampoco ordenadores. Las distancias, hoy muy cortas, eran entonces extremadamente largas por el tiempo que había que invertir en el recorrido. Tampoco había llegado el agua corriente a los pueblos, porque comenzaba a llegar a los barrios, no a los grandes núcleos, sí a los barrios y ciudades dormitorio de la periferia, que ahora ya ha sido engullida por las grandes ciudades..."</p>
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	"La sociedad estaba presa de la desesperación, pero acostumbrada a la penuria, que es lo que ahora ha llegado 30 años después. No había <em>ninis</em>: o trabajabas o estudiabas. Los sueldos, como era, eran bajos y así siguieron. Años, también, con el factor político en plena efervescencia, porque amanecía la Democracia. Años trémulos, con miedo en el cuerpo, miedo a golpes de Estado, como el que se produjo, por fortuna, gran fortuna, fallido. Años de cambio en las vías de la política que culminó con el desembarco de los socialistas..."</p>
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	"La Economía y las Finanzas, entonces, como hoy, en manos de unos pocos temblaban, porque socialismo era sinónimo de nacionalización. Pero no lo fue, sino todo lo contrario. Años de una Bolsa en parihuelas, casi muerta, con menos de 100 (cien) millones de pesetas de contratación diaria en la Bolsa. Contratación a mano y a viva voz y mercados abiertos media día..."</p>
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	"Años, y esto es lo importante, de abatimiento, fuerte desempleo, crisis económica contumaz e inflación galopante. Años de desesperanza, de incredulidad hacia un futuro mejor. Es decir, como ahora salvo en lo referente a la inflación..."</p>
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	"Años en los que la inversión extranjera se asomó a una España en venta, desvencijada. Como ahora..."</p>
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	"Los inversores extranjeros, primero los alemanes y luego los ingleses, comenzaron a tomar posiciones (como ahora están haciendo los ingleses o los americanos, que abarcan hasta el inmobiliario con sus fondos buitre) ante la incredulidad de los paisanos. Algunos les hacían pedorretas, aventurando una gran hostia de la Bolsa. Pero la hostia no llegó. Llegó más tarde, en el crash de octubre de 1987 propiciado por el desplome de una Wall Street que nadie conocía ni sabía entonces que existía..."</p>
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	"Años, en fin, preludio del Boom de la Bolsa, primero,  y del resurgir económico, después..."</p>
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	"Dice Antonio que en esas estamos..."</p>
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	<strong>(De la conversación mantenida con el CEO de una de las grandes gestoras de fondos nacionales)</strong></p>

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