La Carta de la Bolsa

Enviar por Email:
Estándar de vida

De (correo electrónico): Su nombre: Para (correo elctrónico): Asunto: Mensaje:

    <strong>Artículo publicado en <a href="http://www.lacartadelbolsa.com">La Carta de la Bolsa</a> el Miercoles, 25 de Marzo en la sección: Opinion</strong>
    <h3 class="titulo_articulo">Estándar de vida</h3>
    Santiago Niño Becerra
    <p>¿Y si existe un límite al estándar de vida al que un ciudadano medio puede aspirar?. Gran parte de la deuda pública y de la deuda privada que está circulando por los mercados se emitió en su momento, se adquirió, para mejorar unas condiciones de vida: inversiones, adquisiciones, obras; realizaciones que incidiesen positivamente en ese estándar de vida que, por definición, siempre debe ir en aumento. Unas deudas que se contrajeron porque no había dinero en el bolsillo para pagar al contado tales mejoras … en un entorno en el que existía un enorme exceso de liquidez, es decir, de bits de ordenador que era admitido para pagar cosas</p>
    <p>Las inversiones se hicieron, las obras se ejecutaron; y dejando ahora al margen su conveniencia, o no, sus servidumbres y clientelismos políticos, y personales, al final se llegó al agotamiento de la capacidad de endeudamiento y al momento en que las deudas debían ser satisfechas. Y en un montón de casos las deudas no pueden ser pagadas y para una mayoría de actores no cabe ya más deuda en sus sacos.</p>

<p>Desandemos el camino. Si aquellas emisiones monstruosas de deuda no se hubiesen realizado, si aquellos créditos gigantescos no se hubieran contraído, el mundo no hubiese ido lo bien que fue, pero hoy el mundo no tendría ni la décima parte de problemas que tiene; el mundo sería más pobre, pero también infinitamente menos dependiente, el mundo y sus habitantes.</p>

<p>No, no voy por el lado de ‘¿Valió la pena?’, siempre he pensado que el pasado, pasado; pero mirando hacia atrás y visto lo sucedido la pregunta es automática: el estándar de vida al que el mundo y sus moradores pueden aspirar, ¿es ilimitado?. Es decir y caricaturizando, ¿todos tenemos que dar por descontado que tenemos que tener un Ferrari?.</p>

<p>La cosa tiene miga porque si se llega a la conclusión de que sí existe un límite al estándar de vida al que se puede llegar, eso supone un cambio radical en el modo de funcionamiento del sistema, es decir, del modelo vigente. Entonces, ¿sería ese reconocimiento un elemento del nuevo modelo que ya se está diseñando en los laboratorios de los diseñadores de modelos?.</p>

<p>Claro, se estarán preguntando que, si existe ese límite, ¿por qué la creciente concentración de producción, patrimonio, riqueza que se está produciendo de forma hiperacelerada en el planeta?. Su reflexión tiene mucha lógica, pero eso lo dejaremos para otra ocasión. De momento pueden ir pensando en lo del límite del estándar de vida.</p>
    https://lacartadelabolsa.com/index.php/235222

Enviar por Email:
Estándar de vida

De (correo electrónico): Su nombre: Para (correo elctrónico): Asunto: Mensaje:

    <strong>Artículo publicado en <a href="http://www.lacartadelbolsa.com">La Carta de la Bolsa</a> el Martes, 24 de Febrero en la sección: Santiago</strong>
    <h3 class="titulo_articulo">Estándar de vida</h3>
    Santiago Niño Becerra
    <p>
	¿Y si existe un límite al estándar de vida al que un ciudadano medio puede aspirar?. Gran parte de la deuda pública y de la deuda privada que está circulando por los mercados se emitió en su momento, se adquirió, para mejorar unas condiciones de vida: inversiones, adquisiciones, obras; realizaciones que incidiesen positivamente en ese estándar de vida que, por definición, siempre debe ir en aumento. Unas deudas que se contrajeron porque no había dinero en el bolsillo para pagar al contado tales mejoras … en un entorno en el que existía un enorme exceso de liquidez, es decir, de bits de ordenador que era admitido para pagar cosas</p>
<p>
	Las inversiones se hicieron, las obras se ejecutaron; y dejando ahora al margen su conveniencia, o no, sus servidumbres y clientelismos políticos, y personales, al final se llegó al agotamiento de la capacidad de endeudamiento y al momento en que las deudas debían ser satisfechas. Y en un montón de casos las deudas no pueden ser pagadas y para una mayoría de actores no cabe ya más deuda en sus sacos.</p>
<p>
	Desandemos el camino. Si aquellas emisiones monstruosas de deuda no se hubiesen realizado, si aquellos créditos gigantescos no se hubieran contraído, el mundo no hubiese ido lo bien que fue, pero hoy el mundo no tendría ni la décima parte de problemas que tiene; el mundo sería más pobre, pero también infinitamente menos dependiente, el mundo y sus habitantes.</p>
<p>
	No, no voy por el lado de ‘¿Valió la pena?’, siempre he pensado que el pasado, pasado; pero mirando hacia atrás y visto lo sucedido la pregunta es automática: el estándar de vida al que el mundo y sus moradores pueden aspirar, ¿es ilimitado?. Es decir y caricaturizando, ¿todos tenemos que dar por descontado que tenemos que tener un Ferrari?.</p>
<p>
	La cosa tiene miga porque si se llega a la conclusión de que sí existe un límite al estándar de vida al que se puede llegar, eso supone un cambio radical en el modo de funcionamiento del sistema, es decir, del modelo vigente. Entonces, ¿sería ese reconocimiento un elemento del nuevo modelo que ya se está diseñando en los laboratorios de los diseñadores de modelos?.</p>
<p>
	Claro, se estarán preguntando que, si existe ese límite, ¿por qué la creciente concentración de producción, patrimonio, riqueza que se está produciendo de forma hiperacelerada en el planeta?. Su reflexión tiene mucha lógica, pero eso lo dejaremos para otra ocasión. De momento pueden ir pensando en lo del límite del estándar de vida.</p>

    
    https://lacartadelabolsa.com/index.php/233782

[Volver]

Otros artículos en La Carta

Lo más leído hoy en La Carta