El sector financiero americano es uno de los sectores de bolsa con peor comportamiento relativo desde hace 8 meses y especialmente el subsector de banca mediana, que acumula una caída cercana al 5% en el año. Esta semana presentan resultados las grandes instituciones financieras, City el lunes, ayer JP Morgan y hoy Bank of America y el conglomerado financiero BlackRock. Wells Fargo, institución considerada por los expertos “joya de la corona”, cuya cotización ha caído en bolsa las seis sesiones pasadas consecutivamente, presentó resultados el pasado viernes por debajo de las estimaciones de analistas, ante la débil evolución económica, ausencia de volatilidad en los mercados y fuerte reducción de márgenes. De hecho, JP Morgan rebajó las expectativas y precio objetivo de Wells Fargo en vista del fuerte aumento de gastos y reducción del margen neto de intereses, que esperan continúe impactando negativamente en los resultados. Su pauta técnica no ha sufrido deterioro significativo con las caídas de las sesiones pasadas pero el aspecto es delicado y la directriz de tendencia se encuentra muy cercana a los precios de cierre del lunes. City compareció ante el mercado con noticias renovadas y expectativas al alza, batiendo al consenso que esperaba un BPA -Beneficio por Acción- de $1.05 y consiguió $1.24.
Sin embargo, City es un banco sobre el que planea la incertidumbre de los expertos, de peor comportamiento bursátil entre los grandes y una capacidad incierta para generar mejoras sustanciales de beneficios, especialmente cuando las autoridades acaban de imponer una multa de $7.000 millones por (costes de actividad) ilegalidades cometidas en su rama de hipotecas.
La cotización del banco lleva cerca de 16 meses atascada dentro de un estrecho rango que permanece intacto, después de haber perforado ligeramente la directriz de tendencia alcista co origen en verano de 2012.
Citigroup pierde alrededor del 10% en 2014, JP Morgan un 3%, Goldman Sachs (vampire squid) un 5%, Bank of America el 1%… frente a una subida del 6.5% del índice SP500.
El post del 21 de mayo apuntaba:
“Las perspectivas de la banca son inciertas, directamente vinculadas a la actuación de las autoridades, a su vez data-dependientes. No es cuestión de habilidades de gestión, prudencia, visión de futuro, posicionamiento, etc…
La confianza sobre su futuro depende del tiempo que permanezca la política monetaria actual basada en dinero gratuito y a chorros, depende de la permanencia de las prebendas y facilidades otorgadas por las autoridades al sector, del tiempo que reste hasta su recapitalización y saneamiento real y completo…
La reestructuración y recapitalización definitiva se está prolongando en el tiempo, el agujero cavado a conciencia por la avaricia de los banqueros fue épico.
Pero además, la situación económica actual no favorece el desarrollo de su negocio tradicional, los beneficios por trading están cayendo en picado, las comisiones de intermediación a la baja, la morosidad elevada, la demanda de crédito de baja calidad, etc…”
Las autoridades monetarias están en proceso de retirada, lenta y sigilosa, también amenazando con volver a actuar tan pronto como sea data-necesario. Probablemente en octubre la FED retire definitivamente el programa de compras de activos y se activará el controvertido debate sobre un inminente proceso de subida de tipos.
El sector bancario debe comenzar a acusarlo en sus cotizaciones con anterioridad, descontando acontecimientos, o sencillamente reflejando la retirada de los flujos de compras de activos de la FED, que tanto han impulsado a los índices de renta variable y renta fija.
PROYECCIÓN ACTIVOS FED, cortesía Gavekal
RELACION FED – TREASURIES 10 AÑOS
FED- R.VARIABLE GLOBAL
El índice sectorial presenta un aspecto de agotaminento técnico y pesadez acumulada durante meses, característico de techos de mercado.
ETF FINANCIALS USA, semana