La Carta de la Bolsa

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“Los que han pedido la Intervención de España no saben que no podrán tomar el sol…”
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    <strong>Artículo publicado en <a href="http://www.lacartadelbolsa.com">La Carta de la Bolsa</a> el Miercoles, 11 de Julio en la sección: La Carta</strong>
    <h3 class="titulo_articulo">“Los que han pedido la Intervención de España no saben que no podrán tomar el sol…”</h3>
    Moisés Romero
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	<img alt="zanahoria" class="ilustraciones" src="http://lacartadelabolsa.com/images/ilustraciones/7397160-fresco-zanahoria-roja-colgando-sobre-fondo-blanco.jpg" style="width: 200px; height: 133px;" />"Los Hombres de Negro se instalaron en España hace un año, antes del cambio electoral. Eran los últimos días de mandato de Zapatero y su séquito. Este, como otros asuntos, se han negado más de tres veces, como en el futuro se negarán otras grandes cuestiones. Ya ha transcurrido un año de Intervención de la Economía del Reino de España, que se ha acelerado en las últimas horas, con una primera limosna de 30.000 millones de euros. Hablan de una Intervención blanda del Reino de España, pero si esto y lo que viene es blando, que venga dios y lo vea. Los que han pedido a voces la Intervención, como si en ello les fuera la vida, como si con ello no desapareciera el Estado de Bienestar, no saben lo que han pedido. La mayor parte de la gente desconoce que con la Intervención, blanda o dura, semiblanda o muy dura, muchos españoles no podrán/podremos tomar el sol, porque no nos dejarán los Hombres de Negro salir al parque ni sábados ni domingos. Se acabó la fiesta y la siesta. No nos han quitado la vista de encima ni nos la quitarán. Vuelve el palo y la zanahoria..."</p>

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	"Lo de los gestores alemanes, con Merkel al frente de la manifestación, a los que se han unido los gestores de las principales Agencias de Calificación de Riesgos, holandeses, finlandeses y demás, me recuerda mucho mis años de párvulo, cuando un maestro de pueblo, regla de madera en mano, se colocaba a mi espalda para ver mi caligrafía corta, como corta era mi edad entonces. Sentía el aliento en la nuca, un halo frío, que me congelaba la espalda. Más de un tirón de orejas soporté sin justificación alguna. También, varios golpes de regla en los dedos de una mano endeble. Los golpes eran más dolorosos en las mañanas de invierno..."</p>
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	“En el Invierno de la zona euro, los maestros alemanes, el Fondo Monetario Internacional y las Agencias de Calificación de Riesgos, han vuelto a sacar las reglas a los alumnos menos aventajados. Llevamos meses, muchos meses, con el aliento en la nuca. Nos miran y escudriñan con lupa, nos han dictado los deberes ¿los hemos hecho bien? ¿Hay contabilidad creativa? ¿Déficits ocultos? Lo iremos conociendo conforme pase el tiempo…”</p>
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	“Ahora que estamos en verano, hay sospechas de que es así, que hay mucha mierda debajo de las alfombras públicas y privadas. Las consecuencias, la derivada, ya la estamos conociendo. Europa está patas arriba. Los del Norte recelan de los del Sur y los del Sur levantan barricadas, fuera de cualquier conducta democrática, porque ninguna Autoridad quiere que en las televisiones aparezcan manifestantes con la frente sangrando por el porrazo de un/a policía. Lo que sucede, el incremento de la tensión social, es la primera parte, sólo el inicio, de lo que vendrá. El Estado de Bienestar, más en el Sur que en el Norte, ha muerto, pero resulta muy difícil reconocerlo y, aún más, asumirlo, después de décadas de vino y de rosas, de barra libre para todos…”</p>
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	“Sí, con el aliento en la nunca ¿Intervenidos blanda o duramente? Que cada uno lo interprete como quiera. Es un término, el estar intervenido, que encrespa los ánimos de unos y de otros, porque en este verano de sacrificio a nadie nos gusta que nos impongan deberes, que nos digan lo que tenemos que hacer. Pero es lo que hay, es lo que sucede desde hace tiempo…”</p>
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	“Y lo que es peor: una tachadura en el folio, que lleva al examen final; un borrón o cualquier otra cosa, que afee la presentación al Jurado supondrá el SUSPENSO automático. O sea, una Intervención más radicial. Pero mucha gente sigue sin creérselo. Mucha gente sigue creyendo que unos y otros volverán a sacar conejos de la chistera. Los milagros no existen: hay que hacer los deberes. Ya lo hemos visto en la Madre de Todas las Cumbres…”</p>
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	“Lo que nos preguntamos en nuestro banco es si España tiene capacidad de respuesta, capacidad de reacción. Es decir, si es capaz de adelgazar lo que nos pide Alemania y otros gran ricos del mundo sin poner en dificultades la salud real del Gran Cuerpo Social, Político y Económico. Ya estamos viendo lo que sucede en Grecia y en Portugal, asomadas al abismo y con expectativas de claro deterioro del músculo económico para los próximos años…”</p>
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	“Tarea muy compleja: devolver lo que España debe sin cifras de crecimiento sostenibles, que es lo que sucede y sucederá en los próximos años, conduce de manera inevitable a recortes drásticos en la Sanidad, en la Enseñanza, en los Servicios, en el Estado de Bienestar, en definitiva. Y ello, además con una subida clara y concisa de los Impuestos…”</p>
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	“¿La Bolsa? Es un clon de Wall Street, pero sólo en los valores de máxima capitalización, en apenas media docena de compañías. El resto, no existe, que es lo mismo que decir, que la Bolsa seguirá pasando la travesía del desierto mucho tiempo más…”</p>
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	“Pero en nuestro banco no nos inquieta el devenir de una Bolsa que está rota, es decir, no hay Bolsa. Nos preocupa si los médicos alemanes, y otros médicos, dejarán que los enfermos tomemos el sol los sábados por la mañana ¿Es pedir mucho?...”</p>
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	<strong>(De la conversación mantenida con el CEO de un gran banco)</strong></p>

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