La Carta de la Bolsa

Enviar por Email:
Salarios y productividad

De (correo electrónico): Su nombre: Para (correo elctrónico): Asunto: Mensaje:

    <strong>Artículo publicado en <a href="http://www.lacartadelbolsa.com">La Carta de la Bolsa</a> el Jueves, 16 de Febrero en la sección: Opinion</strong>
    <h3 class="titulo_articulo">Salarios y productividad</h3>
    Santiago Niño Becerra
    <p>En gran medida como continuación de ayer.</p>
    <p><a href="http://www.catalunyapress.es/texto-diario/mostrar/586371/empresarios-empecinados-vincular-salarios-productividad?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=Newsletter%20www.catalunyapress.es">http://www.catalunyapress.es/texto-diario/mostrar/586371/empresarios-empecinados-vincular-salarios-productividad?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=Newsletter%20www.catalunyapress.es</a></p>

<p>Decir esto, así sin más, a lo único que equivale es a bajar salarios, es decir, si los empresarios españoles dicen esto lo que están diciendo es que quieren rebajas salariales, lo que se complementa con otra cosa que dicen: rebajar cotizaciones a la Seguridad Social; en otras palabras, el empresariado español continúa abonado a la ganancia de competitividad por la vía de la rebaja de costes laborales.</p>

<p>Si un empresario, y más español, dice que hay que vincular los salarios a la productividad lo que está diciendo es que quiere que los salarios bajen, porque … la productividad aumenta con inversión y con mejoras organizativas. Es decir, los trabajadores no pueden hacer nada por mejorar su productividad porque no pueden exigir al empresario que invierta o que modifique su organización, por lo que la productividad siempre estará estancada o irá a menos si los salarios son tan bajos que en una producción de bajo valor añadido al empresario le sale más a cuenta utilizar factor trabajo que tecnología.</p>

<p>La inmensa mayoría de las compañías españolas mejoran su productividad cuando despiden trabajadores y reducen su plantilla, es decir, en España productividad y desempleo o subempleo están vinculadas: mejora aquella cuando empeoran estos desde que hay datos desde finales del franquismo (y antes también, lo que pasa es que antes no se despedía a nadie porque el nivel de paro encubierto era monstruoso).</p>

<p>La pregunta, entonces, es obvia: ¿por qué la mayoría del empresariado español dice y hace eso? Pues porque en base al valor de los bienes y servicios que elabora no le compensa invertir, le compensa que los salarios en España sean bajos y que ello le de una competitividad que le permita vender en el exterior porque ha aprendido que da igual vender dentro que fuera y que si con los salarios españoles vende menos dentro, que esos salarios y los costes laborales se mantengan bajos o bajen y ya venderá fuera.</p>

<p>Lo que es absurdo y continúa en la línea española de ‘Pan para hoy y hambre para mañana’. Porque al margen de lo perverso que el esquema es, el método será rentable mientras la tecnología no abarate el coste laboral por debajo de cualquier salario y de cualquier cotización social por bajos que estos sean de tal modo que un proceso automático ocasiones unos costes menores que cualquier persona por bajos que sean los costes que esa persona ocasione; llegados aquí la teoría de esos empresarios … adiós.</p>

<p>España ya tiene problemas: una de cada ocho personas que trabaja es pobre y tiene un exceso de capacidad productiva al que sólo puede dar salida exportando, por lo que precisa que esos costes laborales sigan deprimidos. Pero eso va a más, por lo que lo problemas de España van a más porque la tecnología cada vez hace más cosas, es más barata y su utilización es más sencilla.</p>
    https://lacartadelabolsa.com/index.php/266709

Enviar por Email:
Salarios y productividad

De (correo electrónico): Su nombre: Para (correo elctrónico): Asunto: Mensaje:

    <strong>Artículo publicado en <a href="http://www.lacartadelbolsa.com">La Carta de la Bolsa</a> el Sabado, 06 de Septiembre en la sección: Santiago</strong>
    <h3 class="titulo_articulo">Salarios y productividad</h3>
    Santiago Niño Becerra
    <p>
	En relación al reciente informe de la OCDE en el que se analizan una serie de parámetros relacionados con el empleo y que ya comentamos aquí (<a href="http://www.oecd.org/newsroom/jobs-recovery-to-remain-weak-in-2015.htm">http://www.oecd.org/newsroom/jobs-recovery-to-remain-weak-in-2015.htm</a>), uno de los aspectos que más en España se ha destacado ha sido el deterioro salarial que el país ha experimentado en los últimos siete años: recuerden: el 2% en términos medios pero que en algunos casos, como en el de los empleados públicos, puede alcanzar el 32% si se añaden los recortes de días de fiesta que han experimentado.</p>
<p>
	A raíz del recorte salarial se han oído diversas voces que vinculaban tales recortes salariales con una ganancia de productividad experimentada por la economía española lo que ha ayudado a mejorar la competitividad de España y, por tanto, sus exportaciones. Y en realidad las cosas no han sido así porque la productividad no tiene nada que ver con los salarios, ni estos con aquella. Veamos.</p>
<p>
	La medida exacta de la productividad es la de unidades de producto elaboradas en una hora de trabajo efectiva, pudiendo ser expresado ese número en valor. Imaginemos ahora una situación en la que una empresa elabore 1.000 unidades en una hora y que para ello necesite 100 trabajadores; esta claro que la productividad de esa empresa será de 10.</p>
<p>
	Cuando se dice ‘aumentos de productividad’ automáticamente se piensa en algo: producir más en la misma cantidad de tiempo; si se fuerza el pensamiento se puede decir: producir más unidades en menos tiempo; pero prácticamente nunca nadie piensa en producir menos en muchísimo menos tiempo. Ese seria el caso de nuestro ejemplo: que la empresa decidiese fabricar 500 unidades a la hora con 10 trabajadores.</p>
<p>
	Reparen en que en ningún momento henos hablado de salarios, es posible que el coste laboral de la hora en el primer caso fuese de 20 euros y en segundo siguiese siendo el mismo, con el consiguiente ahorro en factor trabajo que la empresa obtendría. Esa mayor productividad la empresa podría utilizarla en reducir su precio de venta, repartirla en beneficios, aumentar salarios o las tres cosas a la vez.</p>
<p>
	Claro, la única forma de pasar de una productividad de 10 con 100 trabajadores a una de 50 con 10 es invirtiendo en tecnología productiva y en organización para mejorar el proceso productivo, lo que redunda en un menor consumo de factores productivos.</p>
<p>
	Bien. Y en España, ¿qué ha pasado?. En España, básicamente han sucedido dos cosas: han cerrado bastantes empresas y las que no han cerrado han prescindido de muchísimos trabajadores, empezando por los temporales. Muchas de las que no han cerrado han reducido su capacidad productiva, y como han despedido mucho han mejorado su masa salarial. Paralelamente, la última reforma laboral ha reducido costes laborales al abaratar los despidos y junto a eso ha facilitado tales despidos. Y a la vez, el exceso de oferta de trabajo en relación a la demanda de trabajo existente ha forzado los salarios a la baja.</p>
<p>
	Las empresas se han beneficiado de las tres vías apuntadas porque han reducido sus costes de producción, pero la productividad por ocupado en España en la inmensa mayoría de los casos no ha mejorado porque no se ha invertido para reducir el consumo de factores productivos y porque el número de horas de trabajo ha caído mientras que el número de personas empleadas ha aumentado.</p>
<p>
	España ha ganado competitividad de la llamada ‘forma sucia’: ha reducido producción, ha reducido empleo, ha ocupado a más personas más precariamente en sectores de bajo valor añadido, ha reducido salarios y ha facilitado y abaratado los despidos. Y encima, de cara a las exportaciones, la vía de reducir salarios ya está agotada: es una de las conclusiones del informe de la OCDE.</p>
<p>
	La verdad, no se quien puede sentirse orgulloso de algo así.</p>

    
    https://lacartadelabolsa.com/index.php/222151

[Volver]

Otros artículos en La Carta

Lo más leído hoy en La Carta