La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Antes / Después: Después

Santiago Niño Becerra - Martes, 26 de Julio (Esto ya está escrito después de la cumbre). ¡El Euro vive!. Vamos a ver, ¿alguien pensaba que el euro se iba a morir?, ¿alguien pensaba que no se llegaría a algún tipo de acuerdo para evitar que, forzado por la evidencia, alguien dijese que no puede pagar?. A nadie le conviene que desaparezca el euro, a la primera a Alemania: es quien más se ha beneficiado con él, por ello llegar a un acuerdo a fin de ganar unas semanas era esencial; ganar unas semanas, ¿para qué?. La cumbre no ha resuelto absolutamente nada. Quienes no podían pagar siguen sin poder pagar (USA tampoco, pero parece que ahora no está de moda hablar de USA), ¿o es que alguien cree que aumentarle a Grecia unos años el plazo, bajarle cuadro duros los intereses y darle unos euros que ni va a oler va a resolver algo?.

(Y esto). La cumbre no ha resuelto nada porque EL OTRO problema sigue exactamente como estaba con tendencia a empeorar: no se crece, el crecimiento medio que hay es anémico, quien crece es a base de que le compren fuera; el exceso de capacidad productiva sigue ahí; la porquería que tienen las entidades financieras en sus balances, también; el desempleo del factor trabajo no desciende porque no se necesita gente para que fabrique algo que pocos van a consumir; la capacidad de endeudamiento está agotada; y se arrastra una deuda impagable que en intereses está absorbiendo cada vez más cacho de una recaudación fiscal menguante. Nada de eso ha resuelto la cumbre, no por nada, es que no puede: en la cumbre se siguió usando un manual obsoleto: no tenían otro, ya, pero, ¿por qué no lo dicen?: “˜No tenemos manual”™. Claro: para eso hace falta asumir el cáncer: en Otoño, cuando “˜el efecto cumbre”™ se haya diluido y quienes tienen que hacerlo ya hayan digerido la información que a Tm va llegando.

(Y esto también). Y se celebra que la cumbre ha sido un éxito. ¡Pero como ni iba a serlo si ha dicho lo que se necesitaba que dijese!. ¿Eso de que “˜el aplazamiento voluntario”™ podía ser considerado un impago?, ¿pero a quién le interesa que los papeles que tiene en el cajón no valgan nada?. Por favor, retrocedan a los años 80: a Latinoamérica sus acreedores le refinanciaron hasta lo irrefinanciable, a un coste monstruoso, eso sí, pero lo hicieron, aun sabiendo que aquella deuda era papel mojado. Recuerden lo que le pasó al primer Alan García cuando dijo que Perú no iba a pagar porque no podía pagar; claro, ni Grecia es Perú ni el 2011 es 1990, pero el fondo es el mismo: quien rompe la baraja no sigue jugando y quien se mueve no sale en la foto.

(Y, evidentemente, esto). ¿Cuándo se dejará de decir: “˜Se ha rescatado a XXX”™, y se dirá: “˜Se ha impedido que se vayan a la porra las entidades financieras que tienen deuda de XXX”™?.Y “˜los inversores privados”™ de nuevo han salido por la puerta delantera: ¿sentarán estas cosas jurisprudencia?. Con Grecia, con cualquiera, se dice que “˜los inversores privados”™ no tienen que hacerse cargo de parte de una deuda que no se puede pagar, pero si una empresa que fabrica caramelos de menta se va a pique, sí. ¿Se creará un Fondo de Rescate para Fabricantes de Caramelos de Menta nutrido con dinero de todos?. De ahí que no se entienda porque subieran las Bolsas: los papeles que los bancos tienen van a seguir valiendo lo que en ellos está escrito.

(Y esto). Lo que en los acuerdos está escrito con letra pequeña: la inyección de pasta que se va a hacer a Grecia para posponer los problemas de quienes tienen su deuda, se van a financiar con “¦ ¡exacto!: deuda que van a tener que pagar las ciudadanías de los países que van a contribuir a la inyección. Y aquí es donde se empiezan a cruzar los cables. La inyección a Grecia la han decidido personas escogidas democráticamente, cierto, pero en los programas electorales con los que se presentaron a las elecciones en las que vencieron (o se coaligaron con alguien para vencer) no se decía ni pío sobre temas como estos, o no se decía de forma inteligible para el Sr. Juan Español de turno, ni se dijeron en la campaña, ni, por ejemplo, aparecieron en aquellos maravillosísimos debates entre el Sr. Pizarro y el Sr. Solbes que dieron por la tele, ¿los recuerdan?. Esto nos lleva a otra cosa que aquí no procede (¿o sí?): ¿cuál es el verdadero alcance del voto popular?.

(Este, evidentemente). Bueno, al fin se empiezan a realizar comparaciones con ojos y cara entre esta crisis y la Depresión: Paul Krugman en El País del 23.07.2011, Págs. 24 y 25. Totalmente de acuerdo, yo añadiría algo. Hoy la deuda total acumulada es muy superior a lo que lo era en la década de los 30, deuda total que tiene unas multirramificaciones financieras que en los 30 no tenía, y que las tiene a un multinivel que entonces no era ni imaginable. Es decir, la situación hoy es estructuralmente muy semejante a la que se dio en la Depresión, pero, además, el tsunami que se está generando es muy, pero que muy superior. Cierto es que hoy existen efectos amortiguadores, tanto financieros como sociales, que entonces no existían, pero también lo es que hoy todo el mundo a su nivel está acostumbrado a una serie de cosas que entonces algunos millonarios ni soñaban. Y en algo disiento con el profesor Krugman, ya saben: en los 30 LA salida era ir-a-más, de ahí que hubiese que gastar: había capacidad y se suponían cosas: la inagotabilidad de las commodities, ya saben; hoy esa vía se halla cerrada: ni hay capacidad ni son inagotables los recursos. ¿Si hoy lo tenemos más jodido que entonces?, pues pienso que en la mayoría de aspectos, sí.

En resumen, pienso que la cumbre ha estado orientada a ganar unas semanas, un par de meses. En cualquier caso y teniendo en cuenta que un cáncer se asume cuando toca, ¿qué más podía hacerse en esta cumbre?.

¿Cómo muestra un botón?: “Greece Credit Rating Cut 3 Levels by Moody”™s”: aquí (a las 07:30 h del día 25).

(Por cierto, con la historia de la cumbre pasó totalmente desapercibida la aprobación en el Parlamento del reino del recorte de la cuantía de las pensiones de jubilación (que según diversos estudios oscilará entre el 12% y el 20%: cada cinco años se revisarán las condiciones) y la prolongación de la edad de jubilación. Como tenía que ser, ¿no?).

(Me preguntan sobre la CAM. Simplemente un apunte. Parece que la CAM está mal, pero que muy mal, de ahí la intervención del BdE; la pregunta es: una entidad financiera no se pone mal pero que muy mal de hoy para mañana, entonces, viendo como estaba (doy por supuesto que el BdE tiene acceso permanente a los datos fehacientes de las entidades financieras que operan en el reino), ¿por qué no se intervino mucho antes en la CAM?. Y de esta sale otra pregunta: dada la situación de la entidad, ¿a qué precio va a tener que venderse para que alguien se la quede?, es decir, el precio al que se tenga que vender, ¿servirá para recuperar el dinero-de-todos que se va a inyectar en la CAM?. Ya puestos, una reflexión. Todos esos que dicen que “˜los bancos han tenido la culpa de lo que ha pasado”™, ¿van a pedir el enjuiciamiento del equipo rector de la CAM, o de CCM, o de Cajasur?).

(Me preguntan también si USA suspenderá pagos. Al punto al que han llegado las cosas pienso que podría ser debido a que para el Partido Republicano el tema ya ha dejado de ser económico y ha pasado a ser ideológico, y llegados ahí ... No sé si lo habrán hecho los negociadores del Partido Demócrata, pero pienso que deberían preguntarles a los del Republicano cuántas familias USA consideran correcto que pasen hambre física y qué número de personas creen que es asumible que no puedan pagarse una cobertura médica, teniendo en cuenta que hoy el 10% de las familias USA pasan hambre y el 17% de la población USA no tiene ningún tipo de cobertura médica porque no puede pagársela; y luego haría públicas las respuestas, claro. Pero esa pregunta no se va a formular: no es políticamente correcta. Y si USA suspende pagos, pues los suspenderá, en cualquier caso en algún momento la gente va a acabar perdiendo la confianza en USA: no lo duden.

En línea con lo anterior, y para tomar conciencia de la dimensión de las cosas, echen un vistazo a esto, sí no lo conocen, claro).

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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