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Aquellos que saben no predicen. Aquellos que predicen no saben. Lao Tzu, poeta y filósofo chino

José Luis Martínez Campuzano - Viernes, 23 de Enero

Ayer una periodista amiga me preguntó sobre el impacto (la expresión "revolución" utilizó) que podría producir en la gestión del trading los recientes sucesos en Suiza. Bueno, dramáticos para la gran mayoría. Especialmente para aquellos que se confiaron tras escuchar a finales de diciembre a la Autoridad Monetaria Suiza que nada había cambiado con respecto al suelo del EURCHF. Ahora, con un 16 % más abajo, su Presidente considera que se ha producido una sobrerreacción del mercado y que el tipo de cambio poco a poco se normalizara. Probablemente. Pero, ¿qué variable tenemos que utilizar como input para estimar esta futura normalización? ¿su precio de equilibro? Lamentablemente, ya nos hemos acostumbrado a obviar el valor de las cosas al adelantar el futuro comportamiento de su precio ¿Revolución? No, simplemente una gestión más adecuada del riesgo. Es el precio del exceso de confianza en que nos hemos movido en los últimos años. ¿No lo han sentido también ustedes?

Ya es habitual que cualquier presentación de estrategia plantee varios escenarios en función de las decisiones de los bancos centrales: si comienza o no la normalización (BOE/Fed), si bajan o mantienen tipos y coeficiente de reservas (Banco Central de China), si inyectan más dinero a través de la compra de activos (BOJ) y comienza un QE (ECB). Pero, es cierto, muy pocos contemplaban la decisión del SNB. Con todo, esto recalca algo que tuvimos muy claro al principio de la Crisis y que ahora, precisamente por el carácter omnipresente de los bancos centrales desde entonces, hemos olvidado: debemos temer lo que no podemos predecir.

¿Quieren más ejemplos? La caída del precio del crudo. Más del 50 % en apenas 5 meses. Es un desplome, un ajuste de precios dirán algunos, de los que aún no conocemos totalmente sus consecuencias. De hecho, no conocemos cómo se van a comportar los precios a futuro. Revisen por ejemplo los comentarios ayer del Gobernador del BOJ o de Nowotny, consejero del ECB. O relean las Actas del último MPC. En todos los casos subyace la incertidumbre a la hora de anticipar el futuro, en principio de los precios. Pero, al final, de sus propias decisiones. Y si esto es lo que se percibe de nuestras autoridades, ¿qué podemos hacer entonces nosotros que intentamos adelantarnos a sus decisiones? Sinceramente, no recuerdo un periodo de semejante incertidumbre como el actual. No por el lado macro, que en mi opinión sólo puede mejorar a muy corto plazo en mayor o menor medida. Pero mucha incertidumbre a medio plazo macro y a corto para el comportamiento de los propios mercados. Al final, lamentablemente, los mercados pasan a ser un factor de riesgo adicional con los inversores, gestores y analistas encontrando serias dificultades para gestionar el riesgo. ¡Mal acostumbrados estamos!.

¿Es una cuestión de credibilidad? Naturalmente, de la credibilidad de algunas de nuestras autoridades.
Me recuerda un amigo que Arabia Saudita decía hace no tanto tiempo que los 100 $ barril era un precio razonable. ¿Qué cambió entonces para que la OPEP dejará  de sostener al mercado de crudo? Ahora es posible leer a un alto cargo iraní que los precios del crudo podrían incluso caer hasta los 25 $ barril. De 100 $ hasta 25 $ hay una enorme lista de cuestiones sin resolver y potenciales problemas en los mercados que deben ser enfrentados. ¿Son capaces de hacer predicciones en este caso? ¿con qué grado de fiabilidad?.

Las elecciones del domingo en Grecia son otra fuente de incertidumbre. Desde Europa se han enviado dos mensajes (públicos) claros:

1. Nadie abandona el Euro;

2. Habrá disposición a negociar una mejora en las condiciones de asistencia.

Pero, luego sí es cierto que hemos escuchado que hay preocupación a nivel oficial sobre una victoria de Syriza aunque ello no se ha traducido en un debate en abierto sobre las consecuencias de que pretenda cumplir con su Programa: reestructurar la deuda y zanjar los planes de ajuste fiscal, aplazando directamente dando marcha atrás a reformas estructurales previstas. ¿Realmente las autoridades europeas están en disposición de cumplir sus promesas? ¿las incumplirá Syriza si gana las elecciones? Si es cierto que se ha producido una reacción de cautela en el mercado ante la falta de respuesta ahora a estas cuestiones, pero más que limitada si valoramos el exceso de apalancamiento existente ahora en la zona EUR. Sin duda, el ECB es clave para limitar el daño en el peor de los escenarios. Pero, de nuevo, ¿no estaremos depositando un exceso de confianza en la actuación de nuestras autoridades?.
Por cierto, para bien o para mal, cualquier decisión que adopte la Troika con respecto a Grecia será generalizable en el futuro con respecto a otros países.

El ex Economista del BIS alertaba hace unos días sobre los elevados riesgos asumidos por todos, pero provocados en buena parte por nuestras autoridades, durante los últimos seis años. Y dejaba en el aire una pregunta clara: ¿esta no era inicialmente una Crisis de deuda?...entonces, ¿por qué la deuda es ahora más alta que antes de la Crisis?.

¿Y el futuro? Incierto, claro.


José Luis Martínez Campuzano
Estratega de Citi en España




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