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Cómo arreglar Grecia

Carlos Montero - Martes, 31 de Mayo Europa debería hacer que Grecia reestructure su deuda y con rapidez. Esa es la conclusión que lleva a portada, algo ciertamente sorprendente por la posición tan agresiva que mantiene, la prestigiosa revista económica Barron's. Según Vito J. Racanelli, requeriría el retraso de los pagos de interés y de una reducción ordenada del total de la deuda por un 50%. Y con 327.000 mil millones de euros pendientes de pago, esta recomendación no se hace a la ligera. Normalmente, Barron's defiende los derechos de los bonistas y el pago total de las obligaciones. Sin embargo, y tal y como ven las cosas, es o aceptar 50 centavos de dólar sobre el euro ahora o 30 centavos o menos en el futuro.

La falta de reestructuración traerá aún más ruina social y económica. Con el desempleo en el 15%, que pase el tiempo hasta un default final podría llevar al país a la depresión, incitar más revueltas y arrastrar a toda Europa a una profunda recesión. Podría incluso causar que el euro se desintegre y golpear los cimientos de la Unión Europea en sí misma.

Las autoridades políticas y monetarias parecen divididas sobre el camino a tomar. Algunos, los más valientes en opinión de Barron’s, han abogado por una reestructuración, mientras que otros se han mostrado perplejos ante esta posibilidad y esperan que el problema desaparezca en el tiempo. Racanelli no cree que esto último suceda.


Hace dos semanas, el gobierno anunció nuevas medidas de austeridad que ayudarán a recortar 6.400 millones de euros en gastos, a través de una reducción de puestos de trabajo y salarios, y nuevos impuestos, en un esfuerzo desesperado por alcanzar los objetivos de déficit demandados por la UE y el FMI.

No solo estos pasos parecen insuficientes sino que traerán efectos económicos desastrosos. Y es que las medidas de austeridad ya impuestas a Grecia han perjudicado severamente la economía griega, que se contrajo un 2,1% en 2009 y un 4,5% en 2010, y probablemente un 3,5% este año. Los bonistas están efectivamente ahogando al país, haciendo menos probable el pago total de la deuda.

Retrasar una reestructuración de deuda en uno o dos años significaría que la recuperación de capital de los bonistas podría descender desde el 50% al 30%, de acuerdo a un estudio de Citigroup. Retrasar la reestructuración incluso más años podría significar que los bonistas no reciban nada. Mientras la economía griega se desplomaría. Esto provocaría un gran coste social. El desempleo podría subir hasta los niveles españoles del 20%, con el paro juvenil cerca del 40%. La emigración subiría. Algunos servicios públicos podrían paralizarse y las protestas crecerían dramáticamente.

Analistas como Mark Grant, jefe de finanzas estructuradas y sindicación corporativa en Southwest Securities, piensan que otro rescate sería inútil ya que Grecia se encuentra en bancarrota. “Dar más dinero a Grecia no tiene sentido. Solo significa que tendrá más dinero que no podrá pagar”.

¿Qué tiene que hacer Grecia?

Barron’s dice que el mejor camino que puede tomar Grecia es realizar una quita a los bonistas para intentar que la economía crezca de nuevo. Esta rebaja sería dolorosa. Con la deuda pública griega valorándose en 327.000 millones de euros, una quita del 50% significaría 160.000 millones de euros de pérdidas para los acreedores. Muchos de ellos son los propios griegos, desde luego. Los bancos griegos necesitarían una recapitalización completa, y el resto del sistema financiero necesitaría grandes inyecciones de liquidez.

El Banco Central Europeo, que está firmemente en contra de cualquier tipo de reestructuración, tiene entre 40.000 a 50.000 millones de euros en deuda griega, y más en préstamos, así que el BCE necesitaría más capital para absorber las pérdidas. El dinero tendría que llegar desde los países más sólidos como Alemania y Francia. Tales países tienen un gran interés en evitar una recesión y mantener el euro.

Desde que la moneda común se adoptó en 1999, las empresas de Alemania y Francia han encontrado que es mucho más fácil exportar a los países europeos que son menos competitivos, como Grecia, España, Irlanda, Portugal e Italia, los mismos países que ahora se encuentran con graves problemas de deuda.

La desintegración del euro sería una tragedia económica para Alemania y Francia, así como para Grecia, Irlanda y Portugal. A corto plazo, una reestructuración griega podría provocar un fuerte descenso del euro.

Sin embargo, el mercado ya está anticipando alguna clase de reestructuración. Según la fecha de vencimiento, los bonos griegos están cotizando a solo entre 45 y 75 centavos de euro.

Una quita del 50% de la deuda griega, como apunta Barron’s, causaría pérdidas de decenas de miles de millones de dólares en los bancos comerciales europeos. Pero la mayoría de ellos podrían absorberlas. Si algunos pocos no pudieran tendrían que buscar nuevo capital o fusionarse con bancos más fuertes.

Es probable que una reestructuración griega incremente la especulación de que algo similar ocurrirá en Irlanda y Portugal. Y tal hecho podría suceder. Pero esos países no necesitarían una quita tan fuerte como la del 50%. La quita de un 32% de la deuda de Grecia, Irlanda y Portugal constaría unos 200.000 millones de euros a los bancos comerciales europeos. Eso eliminaría un año de los beneficios antes de impuestos de la industria, de acuerdo a Credit Suisse.

Apoyando a Grecia, las autoridades europeas han evitado que caigan algunos bancos fracasados. Esto puede parecer bueno en el corto plazo, pero ha dañado el crecimiento en el largo plazo.

En contraste con Europa, en los Estados Unidos se dejó cae a un gran número de entidades financieras entre ellas: Lehman Brothers, Bear Stearns, Washington Mutual, Wachovia y Countrywide Financial.  El resultado: los Estados Unidos tiene ahora un sistema bancario y una economía más fuerte que la europea.

Para comprender la salud financiera de un país, los analistas suelen comparar su nivel de deuda pública con su producción económica anual. Los economistas creen que una vez que la deuda sube por encima del 90% del producto interior bruto, los recursos del país van principalmente al pago de intereses (improductivos).

La deuda griega se colocaba en el 143% de producción económica anual a finales del año pasado. Pero como la economía no hace más que caer, el ratio no hace otra cosa que empeorar. Si la economía se contrae lo esperado durante este año, su deuda se incrementará hasta el 160% del PIB el próximo año. Incluso si Grecia ejecuta el plan de rescate a la perfección, un menor crecimiento de lo esperado o mayores intereses podría llevar a este ratio al 180% en unos pocos años, según previsiones de Citigroup y el FMI.

Para hacer frente a su crisis, Grecia ha tenido que recortar sensiblemente el gasto y elevar los impuestos. Como resultado, el déficit presupuestario como porcentaje del PIB ha caído al 10,5% en último año desde el 15% de 2009.

Grecia también está buscando recaudar unos 50.000 millones de euros de privatizaciones de empresas como, Hellenic Post Bank y Hellenic Telecommunications Organization. Si se consiguen serían una gran ayuda, pero eso es una gran interrogante.

A falta de una reestructuración, la única solución sería un Eurobono, donde el papel griego se cambiaría por bonos respaldados por toda la zona euro, similar a como los bonos Brady ayudaron a aliviar la crisis de la banca latinoamericana en los EE.UU. hace dos décadas. Sin embargo, los alemanes y otros países, a pesar de sus palabras de solidaridad con Grecia, no respaldarán a los Eurobonos, según el editorial de Barron’s. “La voluntad política no está ahí.”

Un prestamista juicioso terminaría por concluir que los griegos han hecho casi todo lo que podían. “La única opción que queda es la reestructuración - y si eso no sucede pronto, una gran cantidad de tenedores de bonos serán eliminados”, dice la prestigiosa revista.

Los default soberanos han sucedido una y otra vez. Los tenedores de bonos saben que tendrán una pérdida. Pero tomar medidas para aliviar algunas de las obligaciones del deudor, podría evitar la pérdida total. “Ese es el tipo de ayuda que Grecia necesita, en este momento”, concluye Barron’s.

Fuente: Barron’s




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