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Cuál puede ser el impacto de un yuan más barato sobre la Bolsa europea

Redacción - Miercoles, 26 de Agosto

Martin Skanberg, gestor de Schroders, analiza la probabilidad de un escenario en el que la depreciación del renmimbi traiga consigo la importación de deflación a la eurozona y economías vecinas como Reino Unido. En tal caso, Skanberg cree que “el BCE podría extender su política de estímulo cuantitativo. Esto probablemente sería de apoyo para el sentimiento hacia la renta variable europea”. 

El experto indica que la exposición de la eurozona al gigante asiático es moderada; en torno a un 6% de las exportaciones se dirigen a China, mientras que las importaciones de productos chinos a suelo europeo equivalen a un 10%. “Aunque no es irrelevante, el nivel en general es bastante moderado y subraya el hecho de que el comercio doméstico entre países de la eurozona es más importante para el PIB europeo”, comenta al respecto. En este contexto, Skanberg indica que “una mayor devaluación de la moneda actuaría como un obstáculo en los precios a la exportación, pero unas importaciones más baratas lo podrían compensar y apoyar al consumo doméstico en la eurozona”. 

Por otra parte, y fijándose exclusivamente en la evolución del tipo de cambio, el gestor reclama la necesidad de poner datos en perspectiva: “Dada la debilidad del euro contra el dólar durante el último año, de hecho se ha depreciado cerca de un 2% contra el renmimbi en los últimos 13 meses y es un 9% más barato respecto a hace dos años”. Por tanto, concluye, “los exportadores de la eurozona todavía disfrutan del apoyo de la divisa a niveles actuales”. 

¿Qué exposición tiene la renta variable europea a China?

Skanger indica que existen datos limitados sobre la exposición de la renta variable de la eurozona a China.Se calcula que alrededor del 12% de las ventas ponderadas por capitalización de las cotizadas del EuroStoxx 50 proceden de Asia Pacífico, de las cuales sólo un 2% se atribuyen directamente a China. “Debemos hacer notar que estos datos capturan sólo las ventas directas, y no reflejan por completo el valor añadido de las ventas domésticas que puedan después convertirse en exportaciones desde China”, aclara el gestor. Su cálculo es que la exposición a beneficios procedentes del país sería en torno al 6%, frente al 59% generado en territorio europeo. Por ello, desde Schroders anticipan “sólo un impacto moderado del movimiento del tipo de cambio”. 

No obstante, sí que hay ciertos sectores europeos que cuentan con una exposición significativa a China que Skager enumera a continuación: objetos de lujo, tecnología, automóviles, bienes de capital, materiales industriales (especialmente productos químicos y mineras). Estos sectores sí que pueden notar el impacto de un yuan más barato, “pero también es posible que vuelvan a emerger desventajas transaccionales competitivas debido a una competición revitalizada”. Se refiere por ejemplo a que algunas compañías químias e industriales podrían afrontar una mayor competición por parte de sus homólogas chinas. 

En cambio, “aunque hay una amplia dispersión a lo largo de la eurozona, hay muchas industrias domésticas que por definición tienen una exposición limitada o indirecta, incluyendo a bancos, aseguradoras, turismo, medios de comunicación, utilities y telecomunicaciones, por nombrar a unas pocas”, concluye el gestor. 




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