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Dependencia (aunque no sólo)

Santiago Niño Becerra - Jueves, 29 de Diciembre

Leí una noticia y le remití un mail a la amiga mexicana de la que ya les he hablado: es la siguiente:

Siempre la dependencia”.

Su respuesta fue:

“La dependencia y el imaginario de que SOLO puede ser así, eso es lo que frustra. En un país que tiene miles de tierras, que por la diversidad de terrenos puede producir un montón de cosas distintas, nos preocupa que el otro decida y nos diga cómo y por dónde tirar. Eso es lo que ahoga, que no pensemos en otra cosa. Y claro que no hay forma de pensar cuando más de la mitad del país es analfabeta funcional y no sabe ni cómo moverse.

En sociedades así, donde no se valora la solidaridad, el acompañamiento, el sentido de crecimiento colectivo, sí, Trump asusta. Es súper desgastante”. 

 

Le respondí:

“El problema, el gran problema (y España también sabe mucho de eso) es que para hacer lo que sea hace falta capital, y el capital lo tienen: 1) quienes primero empezaron porque acumularon en la época comercial (S. XVI a XVIII) y 2) quienes reinvirtieron los beneficios que fueron obteniendo a fin de mejorar sus capacidades. Alemania, Inglaterra, y más tarde USA y Japón lo hicieron, pero España, Portugal, casi toda Italia ... y México no. Porque no pudieron, porque no supieron o porque no quisieron (no es casualidad que los países occidentales más avanzados sean calvinistas), pero la realidad es que hoy un montón de países han perdido el tren porque ni tienen la capacidad ni el capital precisos, ni, como consecuencia de ello, la tecnología -de todo tipo- necesaria. (Un montón de países cuando el mismo concepto de país está declinando).

Si a eso añades carencias culturales, de actitud, personales, ... lo que queda es que 'nos digan lo que hay que hacer', es decir, la dependencia, porque ni siquiera se cuenta con la posibilidad de dar un portazo e irse en otra dirección. En el siglo XIX aún si, hoy no. Y en el siglo XXXII no lo sé.

Recuerda que en el siglo XIX los terratenientes andaluces obtuvieron pingües beneficios cultivando cereal (no invirtiendo en regadío que tenía mayor valor); beneficios que emplearon ... en comprar deuda pública y convirtiéndose en rentistas. Es solo un ejemplo: España, como país, también ha perdido el tren”.

Pienso que no es casualidad que tanto México como España tengan historias muy tristes.

Que salgan bien del año que se va y entren mejor en el que viene.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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