La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

¿Doble Nelson?: Cambiemos le copó la parada al peronismo dejándolo sin retórica populista

Germán Fermo - Lunes, 19 de Septiembre

Peronia: una tierra de dragones. Días atrás me crucé a Aladino y me dijo: “Sherman, te concedo un deseo”; le contesté: “dame un dragón”. Quizá el sarcasmo metafórico detrás del dragón refleje mi indignación al bíblico despilfarro fiscal, por llamarlo de una manera elegante, de la última déKada. Probablemente, la estrategia electoral del año próximo podría resumirse en una frase muy simple: ¿si yo oficialismo me torno populista, vos peronismo, con qué cazzo me vas a correr? Ya estamos en septiembre y este gobierno es responsable de tres logros: a) fin del cepo, b) cierre con holdouts y c)contención inflacionaria, éxitos que comienzan a preocupar al peronismo. Uno podrá criticar las formas, pero es innegable que la Peronia de hoy es sustancialmente menos peor a la Peronia de ayer y esto es mérito del oficialismo; tengo la grata sensación de que estamos convergiendo a unaPeronia no inflacionaria fruto de las acertadas decisiones del BCRA. Si este proceso de populismo atenuado se consolida, el peronismo podría perder protagonismo populista más aun, observando lo que le cuesta hilvanar una idea económica coherente poniendo como último ejemplo el cierre de importaciones propuesto y toda la zaraza que acompañó semejante estupidez. Cambiemos parecería estar implementando una estrategia populista no inflacionaria, usurpándole al peronismo su único discurso: la permanente ofrenda de facilismo contra un neo-liberalismo salvaje que no vemos por ningún lado. (El Argentino Ausente y los 10 Mandamientos de Peronia)

El peronismo perdería protagonismo frente al populismo no inflacionario articulado desde el gobierno. El BCRA ha tenido una excelente gestión y los resultados de su accionar ya están a la vista: las expectativas inflacionarias siguen en baja y las últimas mediciones del INDEC apuntan hacia una desaceleración en la tasa de incremento en los precios. A pesar del lastre que el kirchnerismo plantó intencionalmente, de a poco, la bomba de tiempo se está desarticulando haciendo política monetaria ortodoxa, la única que sirve, en contundente respuesta a la heterodoxia irracional que nos tuvimos que fumar durante el kirchnerismo. La reducción en la inflación es de enorme importancia para la estrategia populista de recuperación del PBI que seguirá el oficialismo de caras al 2017: una inflación controlada ya permite al BCRA bajar la presión en las tasas de interés, coordinándose con un Ministerio de Hacienda que intentará articular una política expansiva de la economía real sin el freno monetario que significaron tasas al 38% durante parte del 2016. El BCRA en sólo ocho meses ha ganado reputación, lo cual es clave en su estrategia de forward guidance en expectativas inflacionarias poniendo a las mismas por sobre la pesada inercia plantada desde elkirchnerismo. Queda claro que contener la inflación duele, aspecto que estamos sufriendo con un 2016 recesivo, pero las “malas noticias” en el corto plazo y a fuerza de palanca, estarían desapareciendo. Se vienen dos eventos que los ciudadanos de Peronia premiarán con el voto:inflación en baja y rebote del PBI al 4%. Este combo de populismo deficitario es el que te gana elecciones en China, en USA y obviamente, en Peronia.

¿Doble Nelson?: Cambiemos se apropia de la retórica populista del peronismo. ¿Qué tal entonces si los ciudadanos de Peronia comienzan a advertir que un gobierno no peronista empieza a entregarles un peronismo un tanto menos peor al tradicional en este caso, no inflacionario,sustentado en un fuerte shock de consumo y también con un alto tilde populista, aspecto que seduce notoriamente a una amplia mayoría de la ciudadanía? Al conceder un peronismo “del bueno”el oficialismo le estaría sacando al verdadero peronismo su principal caballo de batalla electoral: una propuesta populista original. El oficialismo dispone ahora de todas las cajas que el peronismo perdió en 2015 y además de otro gran aliado que el kirchnerismo por torpeza conceptual no pudo saquear: endeudamiento externo. Con todas las cajas relevantes a favor y un mercado internacional que en el corto plazo seguirá prestándole a la Argentina sin preguntar mucho, las condiciones estarían dadas para que el ciudadano de Peronia se enamore de un peronismo más saludable, uno de globos amarillos, lleno de sonrisas, buena onda, no inflacionario pero también, y ojo acá, plagado de deuda externa.

No será magia, será palanca: ¿endeudamiento externo financiando la desinflación? Cambiemos quizá comenzó a desarticular al peronismo, ese que supo ser “liberal” en los 90, “defaulteador en 2001” e intentó fallidamente su obra final, macabra y esquizofrénica: el comunismo kirchnerista de la inefable déKada derramada. Para una sociedad esencialmente peronista y con muy pocas luces,¿qué tal si Macri en vez de ser “el neo-liberal malo”, termina convirtiéndose en el “populista deficitario y no inflacionario”? Así razona gran parte de la sociedad de Peronia:unidimensionalmente entre “buenos y malos”, sin comprender en última instancia que los políticos sin excepción coinciden todos en un aspecto: son los bichos nefastos de la ecuación¿Qué tal si a partir de ahora los argentinos perciben dos versiones de populismo: el no inflacionario articulado por Cambiemos y el inflacionario, plasmado desde siempre por el peronismo? La sociedad argentina en vez de cuestionar un déficit consolidado por encima de 7% del PBI, celebrará sus consecuencias expansivas sin comprender que lo que no cierre por la vía fiscal será financiado en última instancia con deuda, por lo que al menos en esta etapa estaríamos swapeando menor inflación por mayor endeudamiento externo y muy pocos lo advertirán a la hora de votar.

Macri le copó la parada al peronismo. Quizá estemos siendo testigos de un claro tradeoff planteado entre BCRA y Hacienda: recesionamos en 2016, frenamos la inflación y agarrate en 2017 porque se viene un rebote keynesiano que ni el mejor peronista podría articular. Con una encomia creciendo al 4%, con inflación en baja, con capacidad ilimitada de endeudamiento de corto plazo y con una clara estrategia populista organizada desde el oficialismo, ¿con qué cartas el peronismo intentará sacarle votos a Cambiemos? ¿Van a decir que son neo-liberalesClaramente no pueden y lo único“neo” que percibo es el neo-comunismo fallido y torpe del gobierno anterior. ¿Y qué ideas se le caen a la oposición: más peronismo?, pero ahí pierden porque precisamente este gobierno le copó la parada y está ofreciendo “peronismo no inflacionario” inoculándolos con su propio bardo y comenzándolos a dejar claramente en off-side¿Y qué tal si la jugada del Presidente es una aún más brillante? ¿Se peroniza hoy, para desperonizarse más tarde y en el medio seduce a la pendular población de Peronia? Para cambiar primero hay que existir y parecería que el Presidente Macri lo tiene clarísimo.

¿Hacia una sucursal del Vaticano en Buenos Aires? Así como el 2016 ha sido el año del BCRA, el 2017 será aquél donde Hacienda se luzca y embarque en una estrategia keynesiana de aumento de empleo, libre de la presión en las tasas de interés. Esta estrategia bien podría ser criticada desde lo económico, pero en lo político probablemente tenga un altísimo rédito. El gobierno sabe claramente que en Peronia sólo el 1% de su ciudadanía contempla el largo plazo, el resto además de pasarse la semana mirando Bailando y preocupándose por el fulbo, definirá su voto observando solamente lo que ocurra en los seis meses que precedan a las elecciones y es en este punto donde vendría “quizá” el broche final. ¿Qué tal si se aceleran los casos de corrupción al punto tal que al Papa no le alcance el día para fotografiarse? En ese contexto, no descartaría incluso una sucursal del Vaticano que atienda en Buenos Aires 24 horas al día. Queda claro el contundente poder que tiene cada uno de los casos que se ventilan en la opinión pública y lo extremadamente político que será el 2017. Dos cosas están en juego en simultáneo: la supervivencia de Cambiemos y el principio de la extinción de un peronismo sin ideas, carente de liderazgo y al que sólo le están dejando la versión inflacionaria de la retórica populista.

 

Germán Fermo, Ph.D.
Director, MacroFinance
Director, Maestría en Finanzas UTDT
gf@germanfermo.com
Twitter: @germanfermo
Enjoy Finance!




[Volver]