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Enzima Nueva Delhi Metalo-Beta-Lactamasa

José Luis Martínez Campuzano - Miercoles, 28 de Enero

Prevenir antes que curar. Pero lo cierto es que siempre estamos, todos, más dispuestos a olvidarnos de los riesgos para más tarde tener que asumir (a la fuerza) sus consecuencias. En los mercados y en nuestra vida cotidiana. He leído un interesante artículo en la última revista del FMI. Se centra en los potenciales riesgos sobre la salud mundial derivados de enfermedades. ¿Qué no ven por qué la relación con la economía? Quizás es porque no lo han pensado mucho.

El título de esta nota supone una importante amenaza para la salud, al hacer a las bacterias inmunes a los antibióticos. De hecho, enfermedades como el Ebola han cogido desprevenida a la comunidad internacional. Y no es precisamente porque sean recientes. Pero, siempre se piensa que están lejos de ser un peligro para nosotros. Quizás, en el fondo, por un exceso de confianza en los tratamientos actuales. Piensen en esto: hace unos años, ¿quién pensaba en la existencia de una pandemia a nivel mundial? Los amagos, como la gripe aviar (cuidado con confundir virus con bacterias, algo que estudian los niños ahora con 9 años...lo digo por conocimiento de causa) en su vertiente de contagio al ser humano a principios del siglo actual, fueron finalmente limitados. Controlados, pero no eliminados. ¿Los recuerdan? El SRAS, la propia gripe Aviar (H5N1  y más tarde  H7N9) y ahora el Ebola. Naturalmente, hablo en presente sobre el Ebola.  Desconozco el coste del "control" de estas últimas amenazas, aunque se habla de más de 54 bn. EUR lo que costó limitar el SRAS.

El Banco Mundial ha señalado en un informe reciente que la pandemia es uno de los tres principales riesgos a nivel mundial. ¿Los otros dos? El cambio climático y las Crisis financieras. De estas últimas sabemos ya mucho, pero probablemente no todo. Especialmente las consecuencias a medio y largo plazo que conllevan las medidas aplicadas para limitar la Crisis financiera. Sobre el cambio climático, todos ya sabemos bastante. Lo dicho: no pensar mucho en ello, viviendo al día.  Además, centrar los principales riesgos en estas tres amenazas no significa olvidarnos del resto de imponderables (por su magnitud y no tanto por lo inesperado....¿de verdad son una sorpresa?) que pueden impactarnos en el futuro, como la geopolítica y la política con un caldo de cultivo apropiado para su desarrollo en términos de elevado desempleo y desigualdad social.

Volvamos de nuevo a la Enzima Nueva Delhi. Es llamativo que, con el precio elevado de los medicamentos,  se abuse de ellos con carácter preventivo. ¿Me quejo ahora de este cuando antes pedía medidas preventivas para limitar riesgos? pero es que en este caso es de nuevo un buen ejemplo de primar el corto plazo. La resistencia de las enfermedades a los medicamentos, como consecuencia de su abuso "preventivo", está acelerándose porque ninguna de las partes interesadas (pacientes, médicos, farmacéuticas) tiene incentivos para reducir su uso. Es una cuestión monetaria a corto plazo, siendo la solución más barata y fácil para actuar ante el amago de enfermedad. A corto plazo, ya que a la larga los costes aumentan con fuerza ante el desarrollo de la resistencia al antibiótico. Mucho más sencillo en teoría sería prevenir, con vacunas en algunos casos o controlando la infección en otros.

El FMI estima que el coste de una pandemia, como una gripe mundial severa, podría superar los 36 bn. $ por año. Pero, claro, el riesgo de una pandemia es bajo. Apenas del 1.0 %. El coste de prevenirla, también según el FMI, no superaría los 3.6 bn. Merece la pena prevenir. Aunque es difícil hacerlo, viviendo como lo hacemos pensando siempre en el corto plazo.

José Luis Martínez Campuzano
Estratega de Citi en España




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