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España, Cada vez más Pobre y con más Obesos

Carlos Montero - Jueves, 29 de Mayo

La mayoría de la población, y uno de cada cinco niños, tienen sobrepeso u obesidad en los países de la OCDE. Según un estudio reciente de la OCDE, es muy probable que la crisis económica haya contribuido a un mayor crecimiento de la obesidad. Las disparidades sociales en la obesidad persisten, y han aumentado en algunos países.

En 2008, la economía mundial entró en una de las crisis más severas de la historia. Muchas familias, especialmente en los países más afectados, se han visto obligadas a reducir sus gastos en alimentos. El recorte en el presupuesto para la alimentación ha creado incentivos para que los consumidores cambien a alimentos más baratos y menos saludables.

Por ejemplo, durante la desaceleración económica 2008-09, los hogares en el Reino Unido recortaron su gasto en alimentación en un 8,5% en términos reales, evidenciándose un aumento en la ingesta de calorías (la densidad media de calorías de los alimentos comprados aumentó un 4,8%). Este cambio dio como resultado adicional 0,08 gramos de grasa saturada, 0,27g de azúcar y 0,11g de proteína por cada 100 gramos de alimento comprado.

 

Tasas de Obesidad

 

Se observó una tendencia similar en los países asiáticos que experimentaron una recesión a finales de 1990. Los consumidores cambiaron su dieta a alimentos con un menor precio por caloría.

Entre 2008 y 2013, las familias en España, Grecia, Irlanda, Italia, Portugal y Eslovenia recortaron ligeramente su gasto en frutas y verduras, mientras que los hogares de otros países europeos de la OCDE lo aumentaron en un promedio del 0,55% anual.

El consumo de frutas y verduras estaba inversamente relacionado con el desempleo en Estados Unidos en el período 2007-09, y el efecto fue tres veces mayor en los grupos sociales desfavorecidos con mayor riesgo de desempleo. Se demostró que por cada 1% de aumento en el desempleo se producía una caída del consumo de frutas y verduras del 5,6%.

Dada la fuerte pérdida de empleos en el pico de la crisis, los grupos más vulnerables podrían haber reducido su consumo de frutas y verduras en hasta un 20%.

Los datos de Alemania, Finlandia y el Reino Unido muestran una relación entre las dificultades financieras y la obesidad. Independientemente de sus ingresos o la riqueza, las personas que experimentan períodos de dificultades económicas tienen un mayor riesgo de obesidad, y el aumento es mayor según son mayores y recurrentes estas dificultades.

Un estudio australiano encontró que las personas que experimentaron dificultades financieras en 2008-09 tuvieron un 20% más de riesgo de ser obesos que aquellas que no pasaron por problemas económicos.

Las dificultades financieras afectan a todos los miembros del hogar. Los niños estadounidenses en las familias que experimentan problemas económicos tienen un 22% más de probabilidad de ser obesos que los niños que crecen en otras familias.

Mientras que algunas evidencias sugieren que la reducción de la jornada laboral y la falta de empleo se asocian a una actividad física más lúdica, en momentos de aumento del desempleo estas mejoras son susceptibles de ser compensadas por una menor actividad física relacionada con el trabajo.

En los Estados Unidos, a raíz de la crisis económica, en el tiempo libre para actividades físicas se multiplicó por 3 METs (equivalentes metabólicos - una medida que captura tanto la duración como la intensidad de la actividad física), pero la actividad física relacionada con el trabajo disminuyó en 19 METs.

En resumen, hay evidencias que señalan que las crisis económicas provocan un aumento en el peso corporal y la obesidad.




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